Vida Sana
Si eres dueño de una casa, probablemente has generado dinero desde principios del año pasado sin tener que hacer nada. En medio de un auge de bienes raíces impulsado parcialmente por la pandemia, la cantidad de valor líquido que la gente mantuvo en sus viviendas aumentó casi el 20% durante los 12 meses que finalizaron en marzo. Esto equivale a un promedio de $33,400 por casa, según CoreLogic, una empresa de investigación. Y los valores han seguido subiendo.
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Pero mientras el valor de tu vivienda ha estado subiendo, también han subido los costos diarios. Además, muchos trabajadores han visto una disminución en sus ingresos. ¿Una posible respuesta? Aprovechar el creciente valor de tu casa para obtener efectivo.
Sin embargo, no puedes retirar dinero de una casa como puedes hacerlo de un banco; tendrás que pedir un préstamo, el cual deberá pagarse. Pero con las tasas de intereses cerca de niveles históricamente bajos, pedir prestado usando tu casa como garantía puede ser una buena idea, dice la planificadora financiera de Pittsburgh Diane Pearson; siempre y cuando encuentres el préstamo correcto para el propósito correcto y que, de manera realista, puedas pagar el dinero. Los siguientes son algunos puntos para considerar.
Por qué pedir prestado... Y por qué no
Algunas razones sólidas para pedir prestado usando tu casa como garantía incluyen pagar mejoras en el hogar, pagar atención médica a largo plazo o primas del seguro para atención a largo plazo y recaudar dinero para poder quedarte en una casa que no estás listo para dejar. Algunos expertos financieros también sugieren usar el valor líquido de la vivienda para pagar matriculación universitaria o una segunda casa, aunque existen otras formas de pagar esos gastos sin poner tu casa en riesgo. Generalmente no es buena idea pedir prestado usando tu casa como garantía para pagar una deuda no asegurada, como saldos de tarjeta de crédito o facturas médicas. Hacer eso, si llegaras a tener problemas, pone tu casa en riesgo de acumular deudas que podrían llevarte a la quiebra. Y aunque puedes aprovechar tu casa para pagar gastos diarios si tu casa representa un gran capital y no tienes dinero, eso reduce el valor líquido que podrías necesitar para pagar atención médica futura o que podrías dejar a tus hijos, si así lo quisieras.
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