Vida Sana
Una emergencia inesperada, el aumento en el costo de vida a causa de la inflación y otras circunstancias pueden afectar tu presupuesto mensual y llevarte a considerar si debieras pedir un préstamo personal para cubrir gastos y deudas, especialmente cuando no tienes ahorros.
Sin embargo, si no tienes crédito o tienes mal crédito, pedir un préstamo personal puede convertirse en una solución muy cara y con consecuencias devastadoras para tus finanzas y tu bienestar. Te explicamos qué debes saber antes de recurrir a un prestamista no convencional.
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¿Qué tipos de préstamos hay disponibles si tengo poco o ningún crédito?
Hay dos tipos de préstamos personales:
- Los garantizados: requieren algún tipo de garantía como condición para el préstamo. Se puede garantizar un préstamo personal con una cuenta de ahorros o un activo físico, como tu auto. Si no pagas el préstamo, el prestamista podría quedarse con lo que has puesto como garantía.
- Los no garantizados: no requieren ninguna garantía para pedir dinero prestado. Al ser considerados más riesgosos, por lo general tienen intereses más altos.
¿Cuál es la mejor opción si busco un préstamo?
Si piensas que no tienes otro recurso que pedir un préstamo, busca prestamistas convencionales que se rijan por las leyes y que estén autorizados a operar en el estado donde vives. Tanto los bancos como las cooperativas de crédito convencionales pueden ofrecer préstamos personales garantizados y no garantizados.
El tipo y valor del préstamo y el nivel de interés dependerá del historial y puntaje crediticio del prestatario. Cabe señalar que hasta, al menos, el 10 de marzo de 2023, las cooperativas de crédito no pueden cobrar más del 18% de interés (en inglés) en los préstamos.
Ten mucho cuidado con los prestamistas que prometen un proceso fácil y sin investigar tu historial de crédito.
Entre los préstamos no garantizados considerados peligrosos figuran los llamados préstamos de día de pago (payday loans, en inglés), o préstamos rápidos, conocidos así porque se supone que son a corto plazo, hasta que la persona pueda cobrar su próximo cheque. Generalmente, este tipo de préstamo tiene intereses altísimos.
“Una compañía podría tratar de implementar un interés exagerado como 150, 200 o 300 y hemos visto hasta intereses en los miles de porciento”, advierte David Ferreira, del Center for Responsible Lending (Centro para préstamos responsables o CRL)—enlaces en inglés—, que aboga por políticas y regulaciones que frenen los préstamos abusivos.
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