Vida Sana
- Has empezado a usar una tarjeta de crédito para pagar el saldo de otra, o realizas apenas el pago mensual mínimo.
- Tu fondo de emergencia y tu cuenta de ahorros van de más a menos.
- Te están llegando notificaciones de cobranza y facturas de cuentas atrasadas.
- Estás postergando algunas necesidades, como las citas médicas o las reparaciones del auto o del hogar.
- Le tienes miedo a lo que te pueda llegar por correo, y evitas contestar llamadas si sospechas que son de tus acreedores.
En muchos hogares, ante los impactos al sistema financiero causados por la pandemia, mucha gente se pregunta: "¿Cómo puedo saber si estoy en problemas económicos?".
A veces es difícil aceptar que las finanzas personales están en una situación precaria. A continuación se presentan cinco señales de alerta. Si cualquiera de estas afirmaciones corresponde a tu caso, se recomienda que busques ayuda y tomes medidas.
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"Si quiero reducir mis gastos, ¿por dónde empiezo?"
El método a corto plazo. Consulta tus estados de cuenta bancarios y de tus tarjetas de crédito del mes de abril, aconseja Anthea Perkinson, planificadora financiera de Pelham, Nueva York. Fue en ese mes cuando las medidas de aislamiento entraron en vigor en gran parte del país y la gente dejó de viajar, comer en restaurantes y socializar. (Si el aislamiento no llegó a tu área hasta después, usa los estados de cuenta de mayo o junio).
Luego compara los gastos de ese mes con los de agosto, cuando la reapertura estaba ya en marcha. "Fíjate en la diferencia", dice Perkinson. "Todos esos gastos adicionales del mes de agosto... lo más probable es que puedes vivir sin ellos".
Analiza también tus gastos recurrentes. Cancela las membresías, suscripciones y los servicios que ya no usas, pero que has seguido pagando. A lo mejor no te interesa continuar con la membresía del gimnasio, dice Perkinson. Y dada la escasa actividad deportiva durante la pandemia, quizás puedes prescindir de ese canal de deportes que implica un cargo adicional. Además, si no estás saliendo a ningún lado, tal vez puedes negociar un descuento en el seguro de auto.
Piensa bien en todos esos servicios que empezaste a usar durante la pandemia —como las compras de comida para llevar (en vez de cocinar en casa) o las entregas a domicilio de los supermercados— y busca alternativas más económicas.
Solución a largo plazo. "Es imposible reducir los gastos si no sabes cuáles son", dice Velma Kyser, directora de programas del Financial Empowerment Center en Lansing, Míchigan. Por eso es esencial, de ahora en adelante, llevar un simple registro de tus gastos.
Identifica tus necesidades: vivienda, servicios públicos, alimentos, transporte y atención médica. Recuerda hacer ajustes por los gastos que han cambiado en tiempos de pandemia, como el costo del transporte al trabajo. Luego, asigna cualquier monto sobrante a las cosas que quieres comprar, pero que no necesariamente necesitas. Una manera de mantener la disciplina es abrir una cuenta bancaria dedicada a los gastos recurrentes y necesarios, como el alquiler, los servicios públicos, los pagos del auto, y las primas de seguros, dice Kyser.
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