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Cómo ahorré $4,400 en un día... y (quizás) tú también puedas

Un poco de tiempo y algunos simples trucos de negociación, pueden brindar ahorros significativos.


spinner image Harris, con tijeras gigantes, corta un recibo largo
Harris, en la foto, dice que se pueden recortar muchas facturas en un día.
Chris Buck; Ilustración fotográfica de Chris O’Riley

 

¿Cuánto dinero podrías ahorrar si dedicaras un día entero a lograr ese objetivo? Recientemente, decidí averiguarlo. Abordé todas las estrategias de ahorro que pude en una sola jornada laboral, es decir, todas esas tareas molestas que siempre digo que voy a hacer pero para las que nunca encuentro tiempo.

El resultado: ahorros impresionantes, sobre una base anualizada, de exactamente $4,466.41.

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En el camino, aprendí algunas lecciones realmente valiosas. Para empezar, es fácil pagar menos por casi todo; el verdadero desafío es qué tan grande será el ahorro. También descubrí que existe una fórmula sencilla para lograr los mayores ahorros. Finalmente, fue evidente que los beneficios de este ejercicio van más allá del ahorro monetario pues brindan una sensación de empoderamiento.

“Al empezar a tomar control personal y lograr cierta medida de éxito, se crea una experiencia emocional positiva que libera una gran energía”, dice Brad Klontz, psicólogo financiero radicado en Boulder, Colorado. “Pasamos de sentirnos paralizados por nuestras finanzas a tener el deseo de involucrarnos más a fondo”.

A continuación, un análisis más detallado de lo que hice, y cómo tú también puedes conseguirlo.

Aborda primero las metas más fáciles

Dediqué la primera hora del día a revisar las cuentas que uso para el pago o seguimiento de las facturas, identificando los gastos recurrentes y determinando cuáles debía eliminar o renegociar. Esta actividad reveló dos servicios de transmisión directa que olvidé que tenía, un cargo mensual misterioso de Apple, una cuenta duplicada de Netflix y un puñado de suscripciones a revistas que rara vez leo. En total, estaba gastando alrededor de $100 más al mes en estos servicios de lo que había supuesto.

Muchas otras personas se encuentran en la misma situación que yo. Los consumidores, en promedio, estiman que gastan $86 al mes en servicios de suscripción, mientras que su desembolso real es de $219 al mes, según una encuesta de C+R Research. Tres cuartas partes de los encuestados dijeron que era fácil olvidarse de los cargos de las suscripciones mensuales, probablemente porque muchos de ellos eligen el pago automático.

Con la ayuda de mi lista de verificación, comencé con lo que parecía ser la tarea más sencilla: cancelar suscripciones. Un patrón se repitió una y otra vez: si haces clic para cancelar, recibes un recordatorio de lo genial que es el servicio; si vuelves a hacer clic en cancelar, recibes una oferta con un ahorro modesto; un tercer intento de cancelar resulta en una oferta mucho mejor. 

“El objetivo de la empresa es retenerte como cliente y ofrecerte el menor ahorro posible, por lo que nunca revelan su mejor oferta primero”, dice Yahya Mokhtarzada, cofundador de Rocket Money, una aplicación para crear presupuestos que ayuda a hacer un seguimiento de los cargos recurrentes. (Una versión prémium de la aplicación, que cuesta de $6 a $12 al mes, incluye la cancelación de suscripciones; BillFixer de Experian brinda el mismo servicio por $24.99 al mes, que ofrece la negociación de facturas. Rocket Money cobra por separado por la negociación de facturas, que supone de un 35 a un 60% de los ahorros anuales, al igual que otros servicios similares como BillCutterz).

Decidida a no dejarme vencer de nuevo, ignoré las tentaciones y cancelé una tras otra mis suscripciones a: The Washington Post, Vogue, Rolling Stone, Kiplinger's, Fortune, MGM+, Starz y esa segunda cuenta de Netflix (incluida en un nuevo paquete de televisión por cable contratado por mi esposo). Por último, me desplacé por la pantalla de configuración de mi teléfono para averiguar a qué se debía ese misterioso cargo de Apple. Se trataba de una aplicación de transcripción de grabaciones de audio que ya no uso. Así que también la cancelé.

Tiempo invertido: 2 horas y 10 minutos

Ahorros: $1,078.53 por año

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Habla con una persona

Para obtener la mejor oferta de un proveedor, según me explicaron los expertos, debes hablar con una persona real. Por ello, cuando me puse a negociar mejores ofertas con los servicios que quería conservar, los contacté por teléfono. 

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Seguí este guion básico: “Di que quieres cancelar tu servicio y serás transferido al departamento de retención de clientes, donde los agentes tienen más libertad que un representante de servicio al cliente típico para ofrecerte todo lo que seas capaz de negociar”, dice Barry Gross, fundador y presidente de BillCutterz. “Haz preguntas abiertas como, '¿Qué puede hacer para ayudarme a reducir mi factura?' y sigue haciendo preguntas como, '¿Qué más puede ofrecerme?'“

Sé amable, aconseja Matt Schulz, el analista principal de crédito de LendingTree, autor de Ask Questions, Save Money, Make More. “La persona al otro lado de la línea seguramente ha hablado ya hoy con 10 clientes iracundos”, señala Schulz. “A fin de cuentas, todos preferimos ayudar a personas que son amables”.

Lo primero que hice fue obtener una mejor tarifa por mi suscripción digital al Wall Street Journal de $498.88 al año. El representante en seguida me ofreció lo que parecía ser una oferta tentadora: un plan de tres años por $99 el primer año, y $299 y $467 por los dos años siguientes. La acepté. Ese fue un error de novata. Debería haber revisado las ofertas para nuevos clientes, quienes, según indica el sitio web del WSJ, podían obtener la misma suscripción por $52 al año. De haber dispuesto de esa información, podría haberles pedido que, por ser una clienta leal, me extendieran la misma oferta que a los nuevos suscriptores.

Decidida a obtener un mejor precio, comprobé las ofertas disponibles en el sitio web de The New York Times antes de llamar. Esa estrategia fue útil cuando un agradable representante llamado Javi ofreció reducir mi suscripción de $51 al mes, que incluye el acceso digital y el periódico del domingo impreso, a $25.52 al mes durante seis meses. Mencioné una promoción para nuevos clientes de $20 al mes durante un año. Javi dijo que investigaría más a fondo y finalmente me ofreció una suscripción por $12.40 al mes durante seis meses, y $24.80 durante los seis meses siguientes. ¡Increíble!

Tiempo invertido: 40 minutos

Ahorros: $788.68

Reserva las facturas más problemáticas para el final

Según me han dicho, conseguir un mejor precio en tu servicio de telefonía celular es una de las negociaciones más difíciles. “Te mantienen en el teléfono durante mucho tiempo para agotarte y saturarte con detalles confusos sobre diferentes opciones de planes que a menudo no ofrecen ningún ahorro real”, explica Mokhtarzada. 

Eso describe perfectamente mi experiencia con una alegre agente de Verizon llamada Brenda, quien dijo que estaría encantada de ayudarme a reducir mi factura. Luego me ofreció —”no te rías”, me dijo— $4 de descuento en mi plan familiar de $234 al mes como recompensa por mis 20 años como cliente leal de Verizon.

Me reí de todas formas. “¿Qué más puede hacer para ayudarme, Brenda?” pregunté.

A continuación me bombardeó con detalles sobre los planes a los que podía cambiarme: ¡5G de banda ultraancha para una velocidad mejorada! ¡Más píxeles para una resolución más alta! ¡Los paquetes de Disney+ y Apple Music! Ninguna de esas ofertas eliminó más de uno o dos dólares de mi factura. “No necesito esas opciones”, respondí. “Solo quiero ahorrar dinero”. La conversación se prolongó durante una hora hasta que Brenda, ya exasperada, me preguntó, “¿Cuánto necesita ahorrar?” Al menos $50 al mes, le dije. Entonces, mágicamente, ella reveló un nuevo plan básico, que, al combinarse con la eliminación del punto de acceso personal en dos de las líneas y el seguro en otra, redujo mi factura mensual en $51 por mes.

Más tarde, descubrí que había cometido otro error de novata. “Normalmente puedes obtener el descuento sin renunciar a ninguna de las opciones del servicio”, explica Mokhtarzada.

El último punto en mi lista fue el que más tiempo me llevó, pero también el que me generó los mayores ahorros: solicitar un ajuste de mis primas de Medicare debido a un “evento que cambia la vida”. En mi caso, se trató de mi reciente transición de un puesto asalariado como editora adjunta de Newsweek a una carrera de escritora y editora independiente, que paga mucho menos. Debido a que las primas de Medicare se basan en los ingresos reportados en tu declaración de impuestos de hace dos años, mi esposo y yo estamos pagando más —$1,987.20 por año— de lo que nos corresponde, basado en mis ingresos actuales. Completé una solicitud para recibir el ajuste, reuní la documentación necesaria y la subí al sitio web, junto con una carta explicando las circunstancias. 

Tiempo invertido: 3 horas y 37 minutos

Ahorros: $2,599.20

Mantén el impulso

La parte más emocionante de mi día no fue la cantidad de dinero que conseguí ahorrar. Aunque eso fue realmente estupendo, lo mejor fue lo entusiasmada y motivada que me sentí para continuar mis esfuerzos por ahorrar.

Ya he seleccionado mentalmente las facturas que abordaré en otro día dedicado a ahorrar dinero, como mi paquete de televisión por cable e internet y el seguro de vivienda. Otras estrategias que según los expertos también dan buenos resultados son corregir errores en las facturas médicas, reducir los cargos de las tarjetas de crédito y negociar precios más bajos para las membresías de gimnasio y los sistemas de seguridad para el hogar. “Intentarlo conlleva pocas desventajas; en el peor de los casos, no obtendrás ningún ahorro”, dice Schulz. En el mejor de los casos, como yo, podrías ahorrar miles de dólares. Eso no está mal para un día de trabajo.

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