JS: ¿Cuál es el pronóstico para la economía estadounidense?
Abby Joseph Cohen: La gran pregunta es cuánto durará la pandemia. Si se empieza a mitigar en unos pocos meses, podemos decir con mayor seguridad que el impacto económico no durará mucho.
Mohamed El-Erian: El resto del mundo se va a ver gravemente afectado y lamentablemente aquí vamos a sentir parte de ese impacto. Es muy difícil ser la única casa buena en un vecindario malo. Por más que te esfuerces, el vecindario sí importa.
Cohen: La economía estadounidense se encontraba en condición estable y sostenida antes de que se produjera esta situación. Estaba en mejor estado que la de China, donde se estaba produciendo una desaceleración, o la de Europa, donde el crecimiento ya estaba por debajo del 1%.
El-Erian: Somos el país menos problemático. En términos absolutos, la economía va a sufrir un golpe. Pero en términos relativos, estaremos mejor que otros países.
JS: ¿Cuándo mejorarán las cosas?
El-Erian: La propagación del virus en todo el mundo hace dos cosas: paraliza la actividad económica y genera temor, lo cual amplifica el efecto económico. Para abordar estos problemas, debemos demostrar que podemos contener la propagación del virus, y debe haber indicaciones de que podemos aumentar la inmunidad y la tasa de recuperación. Hasta que esto suceda, la economía mundial seguirá enfrentando un enorme —y recalco la palabra "enorme"— efecto contractivo.
JS: La Junta de la Reserva Federal, o Federal Reserve Board, redujo las tasas de interés para mantener la economía en marcha. Pero muchas personas mayores que tienen su dinero en el banco dicen que eso es castigarlas por ser ahorradoras.
Diane Swonk: Nada más alejado de la realidad. La Reserva Federal usa las herramientas rudimentarias que posee para intentar estimular la economía. Porque aunque una persona esté recibiendo beneficios del Seguro Social y esté retirando dinero de su cuenta de ahorros, le conviene que muchos trabajadores del país paguen sus impuestos del Seguro Social para que el programa continúe prosperando. La gente examina su propia situación financiera, lo cual es comprensible, y piensa: “Esto me está penalizando, así que es terrible para todo el mundo”. Por muy duro que sea para las personas, el Gobierno no crea políticas monetarias pensando en el individuo. Debe hacerlo en beneficio del conjunto.
JS: En cuanto al paquete de asistencia de $2 billones que Washington aprobó en marzo, ¿debemos preocuparnos por el déficit presupuestario?
Ritholtz: Durante toda mi vida adulta he escuchado que el déficit federal es un enorme peligro y que todos nos vamos a ir al infierno: "Debido al déficit, nadie querrá prestarle a Estados Unidos, y nuestras tasas de interés van a subir". Esas críticas han sido incorrectas, y son 50 años de escucharlas. Cuando hablamos del déficit, la relación más importante es aquella entre nuestra deuda y el producto bruto interno (PBI), es decir, cuán bien está la economía y si es suficiente para pagar la deuda. La relación entre el PBI y la deuda en Japón es del 237%. En Estados Unidos es del 108%. Si examinemos los bonos a 10 años, vemos que las personas están dispuestas a prestarle dinero al Tío Sam a una tasa de interés de alrededor del 1%. El mercado indica que no consideran que el déficit sea un problema.
Hobson: Siempre hay que tener conciencia de la deuda. Siempre. Es algo que deben hacer todos: las personas, las corporaciones y el Gobierno. Pero si la deuda es manejable, no debería ser motivo de interminables debates. Una economía pujante en este país podrá manejar la deuda.
JS: ¿El Seguro Social y Medicare están en peligro?
Edelman: La gente no debe preocuparse de que el Gobierno los elimine, están entre los programas más populares del país. No es realista pensar que el Congreso vaya a eliminar estos programas.
Sin embargo, a las tasas actuales de jubilación y conforme a la ley vigente, todos los beneficiarios del Seguro Social sufrirán un recorte en sus beneficios de un 23% en aproximadamente 15 años. Es hora de encontrar una solución bipartidista. Un partido preferiría aumentar los impuestos para conservar los beneficios actuales. El otro partido preferiría reducir o retrasar los beneficios para no aumentar los impuestos. Ambos van a tener que llegar a un consenso. Cuanto antes empiecen a trabajar para encontrar una solución, menos doloroso será para todas las personas del país.
JS: ¿Tiene algún consejo final?
Schwab-Pomerantz: Es sumamente importante que todo el mundo entienda los principios de las finanzas personales. Ya sea que alguien trabaje con un asesor o delegue la administración de las finanzas a su cónyuge, debe saber cómo hacer las preguntas importantes y difíciles en vez de esconder la cabeza en la arena. Es como saber nadar. No importa si tu pareja sabe nadar, tú también tienes que saber.
Hobson: Tenemos que aprender a ahorrar más en un fondo para emergencias. Yo crecí sin dinero, por lo que sé lo duro que puede ser ahorrar cuando uno está luchando por subsistir. Pero tener un colchón financiero es muy reconfortante. Y lo que es más importante, será una ayuda en los momentos difíciles que vendrán en el futuro. Que siempre llegan.
Jill Schlesinger es una analista de negocios de CBS News y autora de The Dumb Things Smart People Do With Their Money.
Foto por: Ric Edelman - Cortesía Edelman Financial Engines; Jane Bryant Quinn - Robert Wright/Redux; Diane Swonk, Mellody Hobson, Barry Rithholtz - Bloomberg/Getty; Carrie Schwab-Pomerantz - Cortesía Charles Schwab Foundation; Abby Joseph Cohen - GC Images/Getty; Mohamed El-Erian - Brad Trent/Redux.
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