Vida Sana
Dato revelador: las personas en el país desechan entre el 30 y el 40% de los alimentos que compran, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Bien sea que esto suceda porque ha pasado la fecha de caducidad o porque perdiste la pista de un envase en la nevera, todos esos desechos perjudican el medio ambiente y nuestras finanzas. Los precios de los alimentos experimentaron un aumento interanual del 11.2%, lo que ha contribuido a que la inflación alcance su nivel más alto en casi 40 años.
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La buena noticia es que hay maneras de prolongar la vida de los alimentos, reducir los residuos y ahorrar dinero. A continuación, te mostramos siete maneras de hacerlo.
1. Sé menos estricto con las fechas de caducidad
Poner la fecha de consumo óptimo en la carne, las aves de corral y otros alimentos no es una ciencia exacta. Tiene el propósito de informar a los consumidores y minoristas sobre cuánto tiempo pueden esperar que los alimentos mantengan su calidad y sabor. Eso no significa que tengas que desechar algo cuando llegue esa fecha.
En cambio, usa los sentidos para determinar si un alimento todavía está lo suficientemente fresco. Cuando un producto cambia de color o de textura o huele extraño, es hora de desecharlo. Si no se da ninguno de los casos anteriores, es probable que sea seguro comerlo.
Consejo valioso: en el caso de las aves de corral, consúmelas o congélalas uno o dos días después de comprarlas, recomienda Meredith Carothers, del Servicio de Inocuidad e Inspección de los Alimentos del USDA. La carne de res, de cerdo y de ternera puede permanecer en la nevera durante cuatro o cinco días después de comprarla. Puedes congelar la carne de aves de corral y de res hasta un año, según el USDA.
2. Conserva los alimentos a la temperatura apropiada
Nada estropea la comida más rápido que almacenarla de forma inadecuada, así que la temperatura del refrigerador y el congelador importa —y mucho—. Según las recomendaciones del USDA, el refrigerador debe estar a 40 °F o menos, y el congelador debe mantenerse a 0 °F. Si la temperatura está demasiado alta, las bacterias transmitidas por los alimentos se multiplicarán.
Los refrigeradores tienen fama por no mostrar la verdadera temperatura, según el USDA. Un económico termómetro individual para electrodomésticos te ayudará a obtener la lectura correcta. Coloca uno en la nevera y otro en el congelador, y revísalos con regularidad.
Consejo valioso: mientras más fría esté la temperatura de la nevera, más tiempo evitarás que la comida se estropee. Carothers aconseja que sitúes la temperatura entre 36 y 38 °F para extender un poco más la frescura de los alimentos.
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