Vida Sana
Regresar a la oficina se ha vuelto más costoso después de la pandemia. Dos años después de que se detuviera el mundo debido a la COVID-19, todos los precios están por las nubes, desde la gasolina hasta los alimentos. Esta situación está provocando el desconcierto de muchos trabajadores del país que regresan a trabajar a tiempo completo o parcial después de meses de trabajar a distancia desde casa.
“Las personas están profundamente sorprendidas por los precios de la gasolina, que son un 30 o un 40% más altos que los que pagaban hace dos años, antes de la pandemia”, señala Lynnette Khalfani-Cox, cofundadora de TheMoneyCoach.net. “No se trata solo de eso. Hay muchos otros gastos que han aumentado enormemente”.
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Las demoras en la cadena de suministro, la invasión rusa de Ucrania y la fuerte demanda de los consumidores han incidido en el aumento de la inflación, que en febrero alcanzó el nivel más alto de los últimos 40 años. En febrero, los precios de la gasolina subieron un 38% con respecto al año anterior, mientras que comer fuera de casa es un 6.8% más costoso que hace un año. Los precios de las prendas de vestir y del transporte aumentaron más de un 6% con respecto al pasado mes de febrero. Si a esto le sumamos el aumento en el costo del cuidado infantil, la gente está pagando mucho más por regresar a trabajar. A menos que se negocie un acuerdo de trabajo a distancia, los empleados que regresan deben ser ingeniosos para mantener bajos esos gastos. Afortunadamente, hay muchas maneras de hacerlo.
Costo del transporte
Ya sea en automóvil, en transporte público o en un servicio de transporte compartido, el viaje de ida y vuelta al trabajo se ha vuelto mucho más costoso desde que la COVID-19 llegó al país. Como consecuencia, cuando vuelvas a la oficina deberás destinar una mayor parte de tus ingresos disponibles a pagar los gastos de transporte. Hay varias opciones para ahorrar en gasolina, como por ejemplo buscar el mejor precio, limitar la cantidad de viajes y mantener tu vehículo en buenas condiciones. Khalfani-Cox explica que los trabajadores deben pensar en alternativas para poder ahorrar aún más. “Es cierto que debes trasladarte entre tu hogar y el trabajo, pero ¿es realmente necesario hacerlo en tu propio vehículo?”, pregunta Khalfani-Cox. “¿Qué posibilidades hay de recurrir al transporte público, de compartir el vehículo, o tal vez de ir a trabajar en bicicleta o incluso a pie?”. Si tienes dos vehículos, utiliza el que resulte más barato de abastecer para el trayecto más largo o, mejor aún, comparte el automóvil. Si tu empleador es flexible, intenta viajar hacia y desde el trabajo fuera de las horas pico. De este modo, no tendrás que lidiar con atascos de tráfico y desperdiciar gasolina mientras tu vehículo permanece parado.
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Viajes más baratos al extranjero y mayores pérdidas en fondos de jubilación son solamente dos de ellas.