Vida Sana
Elizabeth Taylor lo hizo.
Así como Zsa Zsa Gabor, Richard Pryor y Larry King.
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Y es posible que tú también lo estés considerando: darle al matrimonio más de una oportunidad.
Las estadísticas de tasas de segundas nupcias para adultos mayores varían, pero son generalmente altas. Según el Centro Nacional de Investigación sobre la Familia y el Matrimonio, de la Universidad Estatal Bowling Green, el 28% de las personas de 45 a 64 años y el 31% de las mayores de 65 años se han vuelto a casar.
Si te acabas de comprometer, es posible que pienses que todo lo que necesitas es amor. Sin embargo, es probable que también necesites un plan de patrimonio actualizado, conocimiento sobre tus beneficios del Seguro Social y posiblemente un acuerdo prenupcial antes de dirigirte al altar. Esto se debe a que volver a casarse en la etapa posterior de la vida a menudo viene con mucho que gestionar, incluidos excónyuges, hijos adultos, padres mayores y expectativas basadas en relaciones pasadas.
“Todos tenemos bagaje, pero cuanto más mayores somos y más hemos vivido, más bagaje tenemos”, dice Terry Gaspard, autora de The Remarriage Manual: How to Make Everything Work Better the Second Time Around.
“Hay muchos temas candentes” en el ámbito financiero, dice. “Puede ser complicado”.
DeDe Jones, una planificadora financiera de Lakewood, Colorado, lo sabe de primera mano. Ahora tiene 61 años y volvió a casarse a los 58.
“Un acuerdo prenupcial es, por supuesto, algo importante a discutir, pero eso apenas roza la superficie”, dice Jones, una contadora pública certificada y planificadora financiera certificada (CFP). “Es necesario hablar de las finanzas diarias y mensuales. ¿Quién paga qué y cuándo? ¿Cuentas conjuntas o separadas? ¿O ambas?
“Regalos en las fiestas”, continúa Jones. “Trato hacia hijos adultos o casi adultos. Suegros. Decidir quién paga el seguro de salud. ¿Dónde vivir? ¿Su casa? ¿Tu casa? ¿Ambas? ¿Ninguna? Pasatiempos y su costo relativo. Podría seguir y seguir”.
Pero hay buenas noticias para los enamorados de mayor edad. “Después de los 50 años, las personas son lo suficientemente maduras como para tener conversaciones financieras importantes que no estaban listas para tener en su juventud”, dice Jones. “Esas conversaciones pueden fortalecer la relación y el matrimonio a largo plazo”.
Tu lista de verificación
Si estás pensando en casarte, aquí están las formas clave de hacerlo sin contratiempos, al menos financieramente.