Vida Sana
La inflación no es lo único que está aumentando las facturas de comestibles de los hogares en todo el país. La falta de conciencia sobre las trampas de gasto también les está costando.
El supermercado es donde vas para conseguir los ingredientes para preparar una comida económica. Pero también es un lugar donde puedes gastar de más si no tienes cuidado. Eso es particularmente cierto si estás enfocado en ahorrar tiempo y esfuerzo. “Cuando se trata de alimentos, la conveniencia cuesta”, dice Brian Vines, redactor adjunto de proyectos especiales en Consumer Reports (en inglés). “Puedes esperar pagar adicional cuando los supermercados te ayudan a tomar atajos en la cocina”.
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Las prácticas derrochadoras de dinero están presentes por todo el supermercado, incluyendo estas 10:
1. Llenar el carrito con comida procesada
A los consumidores con poco tiempo les encanta la comodidad de meter una pizza congelada en el horno o un burrito en el microondas cuando necesitan un bocado rápido, pero confiar en alimentos procesados para ahorrar tiempo les saldrá caro.
“No tienes tiempo para preparar una comida, entonces compras algo que puedas meter al horno, pero pagas mucho más por eso”, dice Trae Bodge, experta en dinero y fundadora de TrueTrae.com (en inglés).
Eso sin mencionar el impacto que los alimentos procesados pueden tener en tu salud. Una investigación publicada esta primavera (en inglés) en la revista BMJ descubrió que las personas con un mayor consumo de alimentos procesados tenían un mayor riesgo de morir prematuramente, en comparación con las personas que comían la menor cantidad de alimentos procesados. En lugar de comprar una pizza congelada u otra comida procesada, Bodge anima a los compradores conscientes de los costos a comprar ingredientes individuales y preparar comidas desde cero, que son más baratas y a menudo más saludables.
2. Comprar paquetes de meriendas
Desde galletas hasta nueces, es fácil encontrar paquetes de meriendas en el supermercado. Son convenientes, sin duda, pero también son más costosos que comprar una cantidad mayor y dividirla tú mismo.
3. Optar por verduras y frutas ya cortadas y comidas preparadas
Las frutas y verduras ya cortadas ahorran tiempo, pero también son un desperdicio de dinero. Los supermercados cobran más por estos productos porque ellos están haciendo el trabajo de cortar y preparar los alimentos por ti. “La última vez que estuve en el supermercado, una mujer que luchaba contra la artritis me pidió ayuda para desgranar maíz. En lugar de optar por el maíz más costoso, ya desgranado y envuelto en celofán, ella consiguió una oferta de 3 por $1 y un poco de conversación solo pidiendo mi ayuda”, dice Vines.
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