Vida Sana
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“¡No te toques la cara!”. Este es nuestro nuevo mantra; algo que intentamos evitar todo el tiempo. Pero es un poco difícil ignorar nuestros rostros cuando los vemos reflejados todo el día por medio de FaceTime y Zoom. Debido a que estamos muy estresados, nos apetece comer algo reconfortante durante —y entre— las comidas, estamos haciendo menos ejercicio y hemos cambiado de rutina, es posible que tengamos la piel muy distinta que en la víspera de Año Nuevo. A continuación, 10 maneras de mantener la piel fresca, sana y radiante ahora mismo.
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1. Mantén una rutina diaria de cuidado de la piel de mañana y de noche
Si solo permaneces adentro de día y de noche trabajando, viendo televisión, leyendo y comiendo, es fácil prescindir de tu rutina... pero no lo hagas. Un ritual de cuidado de la piel de mañana y de noche le brinda estructura a tu día, y hacer algo positivo para tu aspecto te proporciona apoyo emocional. Los tres productos básicos y más importantes para todos (y esto incluye a los hombres) son un limpiador, un humectante y un protector solar. Todos estos productos están disponibles a precios razonables en las farmacias y las grandes cadenas de tiendas minoristas en versiones sin fragancia para uso unisex. Sin embargo, darte el gusto de comprar un producto especial para el cuidado de la piel ahora, algo que por lo general considerarías un lujo, también puede mejorarte el estado de ánimo en un momento en que te hace falta.
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Productos especializados de Clinique para el cuidado de la piel: 72 Hour Hydration Set (arriba a la izquierda); Clinique Redness Solutions Redness Regimen (en el centro); Garnier SkinActive Sensitive Skin Kit (arriba a la derecha); Peter Thomas Roth Hydration Sensation (abajo a la izquierda); LANEIGE Hydration-To-Go! Normal to Dry Skin (abajo a la derecha).
Clinique (2); Garnier; LANEIGE; Peter Thomas Roth
2. Prueba un conjunto de productos para la piel a fin de mejorarla
Cuando permaneces adentro por mucho tiempo, incluso si usas los mismos productos de siempre para cuidarte la piel, a esta pueden pasarle cosas raras. Quizás parezca más seca, manchada, enrojecida, áspera y con textura irregular, o tal vez tienes unos cuantos brotes de acné. Esto se debe a una combinación de varias cosas: acceso fácil al refrigerador y a los refrigerios; un aumento en la hormona del estrés, el cortisol; y la falta de tus ejercicios habituales (necesarios para mantener saludable la circulación y nutrir las células de la piel). Puedes comer con sensatez, probar la meditación y aprender algunas rutinas de baile en TikTok. Pero quizás también te convenga usar un conjunto preenvasado de productos para el cuidado de la piel dedicados a restaurar el resplandor, humectar o suavizar el cutis. Además, los kits de productos de tamaño pequeño son una buena manera de probar una nueva rutina.
(De izquierda a derecha) Que Bella Hydrating Pineapple Peel Off Face Mask; Andalou Naturals Pumpkin Honey Glycolic Mask; Lancôme Crème Radiance Clarifying Cream-to-Foam Cleanser; Mario Badescu Glycolic Foaming Cleanser.
Que Bella; Andalou Naturals; Lancôme; Mario Badescu
3. Continúa con la exfoliación
Si sientes la piel más seca de lo normal o crees que no luce igual de radiante, o los poros alrededor de la nariz y la barbilla parecen “sucios”, no te olvides de exfoliar la piel dos veces por semana. Entre los adultos, la renovación celular cutánea más lenta (algo normal para la piel madura) es por lo general la causa de que tengan la piel manchada, opaca o deslucida. Además, eso también impide que tu humectante penetre y funcione. La manera más fácil y segura de eliminar las células muertas que permanecen en la superficie del rostro es usar limpiadores exfoliantes suaves con sustancias químicas como los alfa hidroxiácidos (AHA) o vitamina C, y mascarillas para la piel con enzimas suaves de papaya o piña. A diferencia de los limpiadores más ásperos con gránulos, estos productos no te irritarán ni te rasparán la piel. ¿No tienes un exfoliante? Usa tu limpiador habitual y masajéate con suavidad el rostro enjabonado, con un pañito mojado que esté limpio.
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4. Trata los problemas de la piel con productos calmantes
Aunque después de cumplir 50 años la resequedad es la mayor preocupación, cuando uno está muy estresado, la piel se puede volver más sensible y enrojecerse. La respuesta del cuerpo a la ansiedad es aumentar el cortisol (la hormona del estrés que mencioné), lo que a su vez causa que se intensifique la inflamación y a veces la producción de grasa. Por eso, un cutis que por lo general está bien puede volverse problemático y verse manchado. Si ahora también estás consumiendo más alimentos dulces o picantes y carbohidratos, o si tienes alergias o afecciones preexistentes como eccema o rosácea, esto también puede empeorarte el mal estado de la piel. No uses productos derivados de retinol como Retin-A o Renova ni tampoco exfoliantes. Concéntrate en calmar la piel con productos sencillos y suaves que contengan ingredientes como avena coloidal, niacinamida (también conocida como vitamina B3), soya o áloe.
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