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Uno de los países más musicales del planeta, el gigante sudamericano toma como punto de partida a la samba, formato fundamental del siglo 20 que fusiona ritmos africanos con suaves melodías europeas y una sensibilidad poética que contempla a la melancolía como manera de ser. Inicialmente la samba es sinónimo del carnaval, pero en los años 70, el movimiento de samba pagode se refugia en la bohemia, cuando artistas como Beth Carvalho desarrollan una modalidad de samba como canción de amor y reflexión existencialista, con instrumentos acústicos y ritmos acariciadores.
A fines de la década del 50, una nueva generación de músicos influenciados por el jazz y el impresionismo francés crean la bossa nova —nueva ola— gracias a la genialidad del pianista y compositor Antônio Carlos Jobim, el letrista y exdiplomático Vinícius de Moraes y la sofisticada guitarra del cantante João Gilberto. Cuando graban “A garota da Ipanema”, se convierte en himno cosmopolita de época.
Pero a fines de los años 60, la trama se complica. En tiempos de dictadura política y musical, la bossa no es suficiente para jóvenes inquietos como Chico Buarque, Gal Costa, Gilberto Gil, Caetano Veloso y su hermana Maria Bethânia. Nace el movimiento enciclopedista de la MPB (música popular brasileira), un mosaico de samba y bossa con reggae, psicodelia, rock, baladas y boleros.
A partir de la década del 70, Brasil continúa demostrando una y otra vez la capacidad de sus artistas para canibalizar los nuevos estilos del momento en Inglaterra y Estados Unidos, incorporándolas a un movimiento propio que sigue teniendo a la samba como centro emocional. En los 80 surgen una electrizante camada de bandas de rock. En los 90, el rap y la electrónica son adoptados como propios.
Mientras tanto en el estado de Bahía —de fuerte influencia africana— germina el contagioso axé, combinando reggae, calipso y otros estilos tropicales con las raíces del folklore brasileño. Cantantes femeninas como Daniela Mercury e Ivete Sangalo se convierten en sus estrellas más deslumbrantes. Brasil nunca para de sorprender.
Álbumes esenciales
BOSSA NOVA: Stan Getz, João Gilberto, feat. Antônio Carlos Jobim
Getz/Gilberto (1964)
TROPICÁLIA: Varios artistas
Tropicália Ou Panis Et Circensis (1968)
MPB: Chico Buarque
Meus Caros Amigos (1976)
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