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Cómo ahorrar agua en el jardín

Sigue estos consejos para protegerte contra la sequía.


spinner image un barril de madera para recoger agua de lluvia en un jardín
Schulzie/Getty

No importa dónde se encuentre tu jardín, el agua es la herramienta más preciada. Y en una época de temperaturas récord y sequías más frecuentes, es importante conocer el modo de conservarla y utilizarla sabiamente en tu jardín.  

“El agua es el recurso más local que tenemos”, dice Signe Danler, instructora del Departamento de Horticultura de la Universidad Estatal de Oregón (OSU) en Corvallis e instructora del programa Master Gardener (maestro jardinero) del Servicio de Extensión de la OSU. “En casi todos los lugares, [el agua] no proviene de tan lejos. Es local. Es allí donde se toman las decisiones sobre su uso”. 

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Según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., la familia promedio del país utiliza más de 300 galones de agua por día, de los cuales alrededor del 30% se usan en el exterior. La sequía causa escasez en algunas regiones; en otras, el suministro de agua es escaso o hay una mayor demanda debido a la urbanización. Además de suscitar cuestiones de sostenibilidad, el acceso a esa agua puede suponer costos muy variables para los propietarios de viviendas de todo el país —que alcanzan el máximo en Virginia Occidental, donde la factura promedio del agua es de $105 por mes—. 

Si tienes jardín y deseas ahorrar agua y dinero —¿y quién no?— hay muchas medidas ingeniosas que puedes tomar.  

En su libro The Water-Saving Garden: How to Grow a Gorgeous Garden With a Lot Less Water, la autora y paisajista Pam Penick, de Austin, Texas, destaca tres estrategias básicas: conserva el agua que recibes, planta pensando en la conservación del agua y úsala con eficacia. Algunas iniciativas, como reconsiderar la selección de plantas, son sencillas; otras, como construir “jardines de lluvia” hundidos para que absorban el agua de la escorrentía, requieren esfuerzo o dinero. Sin embargo, casi todas las medidas para ahorrar agua son progresivas, lo que significa que puedes empezar poco a poco, ver qué resultados te dan y luego ampliarlas cuando tengas tiempo o presupuesto, sugiere Penick. 

“Todo lo que haces influye y puede inspirarte a seguir adoptando más medidas para ahorrar agua”, agrega.  

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Por ejemplo, Peter Jensen ayuda a los propietarios de Cape Cod, Massachusetts, a utilizar la escorrentía de los tejados para abastecer sus patios y jardines. 

“Es agua que no se retiene y se pierde durante el verano caluroso y seco”, dice Jensen, un agroecólogo de 60 años que utiliza principios ecológicos para incrementar la sostenibilidad de la agricultura. Jensen perfeccionó sus técnicas como consultor en lugares como África y Sudamérica, pero ahora dirige una empresa de paisajismo que se especializa en la sostenibilidad del agua en su Cape Cod natal. Jensen considera que los propietarios deben valorar y proteger el agua que hay bajo el terreno tanto como valoran y protegen su vivienda.  

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De este modo, por ejemplo, en vez de desperdiciar el agua o verter sustancias químicas nocivas y nutrientes en una bahía cercana, se puede redirigir y filtrar la escorrentía de una casa típica, que equivale a unos 400 galones de una precipitación de una pulgada. El agua circulará por las tuberías bajantes en conductos sinuosos revestidos de piedra y se filtrará lentamente en jardines ricos en materia orgánica o terrazas en pendiente.  

“Si curvas el paso del agua, fluye con más lentitud y puede filtrarse y extenderse en la tierra”, explica.   

Si quieres empezar a ahorrar agua, aquí tienes más técnicas que te ofrecen Jensen y otros expertos. 

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spinner image un macizo de hortensias con mantillo fresco
Jena Ardell/Getty

Conserva el agua que recibes 

  • Para proteger la humedad de la tierra, cubre los jardines con mantillo o plantas cubiertas vegetales, como el tomillo rastrero. 
  • Si llueve mucho en verano, conecta un barril de lluvia (o dos) a la tubería bajante. Por unos $100, un barril de 50 galones puede almacenar agua suficiente para las plantas del patio o un jardín pequeño. Si las lluvias de tu zona son estacionales y quieres almacenarla para los meses de verano, considera la posibilidad de instalar un depósito de agua más grande, en el exterior o bajo tierra. Pero averigua primero las normas locales y estatales. Algunos lugares tienen restricciones con relación a la cantidad de agua que puedes recolectar o el modo de utilizarla.   
  • Utiliza cemento permeable u otros materiales de pavimentación permeables para reducir la escorrentía, dice Danler, de la OSU. Separa los ladrillos o adoquines con arena y no con cemento. “El agua se filtrará entre ellos”, señala. Además, utiliza tela permeable para paisajismo como mantillo o para evitar las malezas debajo de los patios, nunca láminas de plástico, que Danler califica de “material malo”. El plástico destruirá la tierra “porque nada puede vivir sin aire ni agua”.     
  • Recolecta el agua en el lugar donde se produce. En Austin, donde Penick tiene su jardín, los propietarios recogen el agua de condensación de los equipos de aire acondicionado. “Los acondicionadores de aire trabajan mucho en verano”, explica, “y producen mucho goteo que la gente recoge en baldes y luego utiliza”.      
  • Construye terrazas en las pendientes. Al crear terrazas, retardas el paso del agua y le das tiempo para que se absorba y no vaya a parar a la calzada, señala Jensen. “La primera terraza la detiene. Allí se acumulará la escorrentía y la lluvia, y se filtrará por el resto de terrazas cuesta abajo”.     
  • Diseña tu jardín de modo que recolecte el agua mediante técnicas como las cunetas líticas (canales revestidos de piedra) y los jardines de lluvia (cuencas que recogen el agua y la filtran a través del abono y otros materiales orgánicos a medida que se absorbe lentamente). Puedes obtener información sobre técnicas de recolección y absorción de agua si consultas los servicios estatales de extensión agraria y a los especialistas locales en paisajismo.   

Elige bien las plantas    

  • Escoge plantas que necesiten menos agua. Muchas variedades resistentes a la sequía, como el phlox rastrero y la equinácea púrpura, aportarán mucho color a tu jardín.       
  • Quita el césped que consume mucha agua o redúcelo. Según Scott's Lawn Care, el césped necesita entre 1 y 1.5 pulgadas de agua por semana. Podrás encontrar muchas ideas alternativas de siembra y diseño en el primer libro de Penick, Lawn Gone!: Low-Maintenance, Sustainable, Attractive Alternatives for Your Yard. “El césped tiene ciertos usos”, explica. “Pero si no tiene utilidad y hace falta cortarlo cada semana sin que lo aproveches, hay cosas mucho más atractivas que puedes hacer”.    
  • Planta en las zonas húmedas, y coloca las plantas más sedientas más cerca de la casa y de tu fuente de agua, sugiere Penick. “Y luego, a mayor distancia de la casa, planta especies que no requieran mucho mantenimiento”.      
  • No creas que las plantas autóctonas necesitan poca agua. Por ejemplo, una planta de pantano puede ser típica de tu zona, pero necesita mucha agua. Por otra parte, algunas plantas autóctonas solo pueden sobrevivir en climas con estaciones secas entrando en letargo durante los veranos calurosos, lo que probablemente no sea la imagen de jardín que deseas, señala Danler. “Por eso las plantas autóctonas pueden hacer buen uso del agua, pero las que no lo son, también”.
spinner image un pluviómetro en un jardín de lluvia
Schulzie/Getty

Usa el agua con eficiencia

  • Utiliza un pluviómetro para saber la cantidad de agua que recibes. 
  • Adapta el sistema de riego a la zona del jardín. Por ejemplo, en un huerto, el riego por goteo puede dirigirse a los cultivos y no a las malezas que hay entre las hileras, indica Danler. Sin embargo, las zonas que rodean los arbustos pueden regarse mejor con burbujeadores de riego que cubran una zona amplia, añade.     
  • Utiliza tu sistema de riego con prudencia. Riega antes del amanecer, e instala un sistema inteligente que no irrigue cuando la tierra esté húmeda. También puedes hacer funcionar el sistema manualmente en vez de programarlo en automático. Lee las instrucciones y hazlo revisar cada año para ahorrar agua y dinero.     
  • Crea la ilusión de agua. En The Water-Saving Garden, Penick se divierte con elementos que crean la apariencia de agua en un jardín pero que en realidad no la utilizan, como un estanque de piedra o vidrio azul triturado. “El agua simbólica es muy importante en los climas más secos”, señala. “Es una especie de ilusión que te hace pensar en el agua cuando en realidad no la estás utilizando”.

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