Vida Sana
Cuando los hijos adultos comienzan a formar sus propias familias, es posible que sus padres —los nuevos abuelos— quieran darles una mano.
Como mamás o papás experimentados, es posible que recuerden muy bien esas noches de insomnio. Entonces, ¿quién mejor para dar un consejo o dos?
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Pero ha cambiado el conocimiento convencional del cuidado de bebés, y quizá los abuelos de hoy quieran repasar la información más reciente. El pediatra Harvey Karp (en inglés), autor del exitoso The Happiest Baby on the Block, explica las últimas opiniones y desmiente algunos mitos antiguos sobre el cuidado infantil.
Mito 1: Los bebés que duermen boca arriba pueden ahogarse con su vómito.
En los noventa, se descubrió que dormir boca abajo triplica el riesgo de muerte en la cuna, también llamado SMIS (síndrome de muerte infantil súbita).
Aconsejamos de inmediato a los padres que dejaran que los bebés durmieran solo boca arriba. El resultado: las muertes por SMIS se redujeron en un 50%.
Resulta que los bebés son más inteligentes de lo que creíamos. De manera natural, giran la cabeza hacia un lado cuando vomitan.
Mito 2: Nunca despiertes a un bebé dormido.
Mover ligeramente a un bebé mientras duerme se conoce como la técnica de despertar y dormir. Es el primer paso para ayudar a los bebés a desarrollar la capacidad de volver a dormirse cuando se despiertan accidentalmente debido a un ruido o al hipo en medio de la noche.
Por lo tanto, es bueno despertar a los bebés que duermen. Si el bebé se inquieta cuando lo despiertan, por lo general es fácil envolverlo, sacudirlo un poco en la cuna o usar el ruido blanco, que básicamente son sonidos relajantes para calmar a bebés.
Mito 3: Los bebés que duermen necesitan silencio total.
"¡Shhhh... el bebé está durmiendo!" Pero, piénsalo... ¿has visto alguna vez a un bebé caer en un sueño profundo en una fiesta ruidosa o en un evento deportivo?
El útero es ruidoso, tan ruidoso como una aspiradora las 24 horas del día. Muchos adultos también duermen mejor con sonido.
Ahora sabemos que una habitación tranquila es rara para los bebés. El ambiente es demasiado tranquilo, un poco como meterte en un armario oscuro y silencioso.
Mito 4: Los bebés no deberían dormir en la habitación de los padres.
De hecho, es buena idea que un bebé recién nacido duerma en la habitación de los padres.
Compartir habitación durante los primeros seis meses es más conveniente para la alimentación y te permite escuchar cuando el bebé se siente incómodo. Y, lo que es aún más importante, hemos descubierto que los bebés que duermen en la habitación de sus padres —aunque debo enfatizar que NO en la misma cama— tienen un riesgo mucho menor de sufrir el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
Mito 5: Es mejor evitar los alimentos alergénicos hasta el primer año, cuando el cuerpo del bebé puede procesarlos mejor.
Durante algunas décadas, recomendamos evitar los alimentos alergénicos como los huevos, el maní o los productos lácteos durante el primer año. Incluso aconsejamos a las madres lactantes que evitaran el ingreso de los alimentos a la leche materna.
Ahora sabemos que consumir estos alimentos desde el principio reduce el riesgo de alergias graves y, al contrario, aplazar el consumo aumenta el riesgo.
Mito 6: A los bebés no les gusta que los envuelvan en una manta, necesitan sacar las manos para explorar y tranquilizarse.
Puede parecer extraño ver a un recién nacido envuelto, pero durante siglos los padres han envuelto a sus bebés "como burritos". Es más, muchos estudios muestran que envolver a los bebés de manera que estén cómodos los mantiene más felices y seguros, y evita que se desplacen a la posición de riesgo (sobre el estómago).
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