Vida Sana
Shawn Brokemond, de 54 años, convirtió su pasión por la aventura en una nueva profesión. A los 46 años, Brokemond hizo lo que llamó “un cambio de carrera en la mediana edad”. Dejó la docencia después de 25 años para entrenar a aventureros mayores, con la creación de una empresa llamada Sports Adventure. Brokemond reside en Mill Valley, California, y propone incorporar la actividad física y la aventura en la vida cotidiana. En el proceso, anima a la gente a superar sus límites, y al mismo tiempo invita la participación de aventureros de color. “Espero que otras personas de color me observen y se sientan inspiradas a seguir mi ejemplo”, señala.
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Los clientes de Brokemond se deslizan sobre tablas de remo, navegan en kayak, escalan rocas, corren por senderos, andan en bicicleta de montaña, hacen surf y se ejercitan en el gimnasio. “No sé qué sucede después de los 40 años, cuando la gente empieza a decir: ‘Oh, soy mayor; ya no puedo hacerlo’”. Brokemond demuestra que se puede ser aventurero de por vida. “Nunca es demasiado tarde para descubrir un nuevo perfil aventurero en uno mismo”, comenta.
AARP se reunió con Brokemond para conocer mejor su motivación. La entrevista ha sido editada por razones de longitud y claridad:
AARP: ¿Qué es lo que te motiva?
Shawn Brokemond: Lo que me motiva es mi espíritu competitivo. Quiero enfrentar desafíos y que me desafíen. Cualquiera que sea el deporte que practique, por naturaleza quiero ser la mejor. Me motivan las personas que tienen iniciativa y humildad. Me motivan las personas que trabajan con empeño en equipo para alcanzar el mismo objetivo. Me inspiran todos los que tienen un sueño o una pasión y desean trabajar mucho y esforzarse al máximo. Me motivan las mujeres fuertes que no temen decir lo que piensan y defender a los demás. Me motivan las personas que superan obstáculos y alcanzan sus metas. Me motivan los clientes que confían en mi capacidad y se interesan sinceramente por su salud y su aptitud física.
AARP: ¿Fundar Sports Adventure fue algo que tenías en mente desde hace tiempo?
Brokemond: No, la verdad es que no lo tenía pensado en absoluto. Me levanté una mañana y de pronto me di cuenta de que estaba cansada de enseñar. Llevaba 25 años en la docencia y estaba dispuesta a dejarla, pero no tenía ni idea de lo que iba a hacer. Cuando decidí que iba a dejar de enseñar, me puse a pensar en mis otras aptitudes y en el modo de utilizarlas. Un antiguo entrenador mío me pidió que dirigiera un campamento de entrenamiento. No duró mucho, pero algunos participantes querían que siguiera entrenándolos. Ahí fue cuando me sentí motivada para poner en marcha una empresa privada de entrenamiento. Estudié para obtener un certificado de entrenamiento personal. Una cosa llevó a la otra, y en poco tiempo estaba ofreciendo sesiones de entrenamiento personal y construyendo un gimnasio privado.