Vida Sana
El motivo principal por el que se compra un seguro de vida es brindar un pago de dinero en efectivo a nuestros seres queridos cuando fallecemos. Pero la póliza correcta puede ofrecer mucho más que eso.
Hay dos tipos generales de seguro de vida: a término y permanente. El seguro de vida a término cuesta mucho menos, pero dura solamente un período de tiempo determinado —por ejemplo, 20 o 30 años— y solo brinda beneficios en caso de muerte. Es decir, si falleces durante la vigencia de la póliza, tus sobrevivientes cobran el dinero.
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El seguro de vida permanente —que incluye las versiones de vida completa y vida universal— continúa en vigencia durante toda la vida del titular y ofrece muchas características y opciones que pueden utilizarse estratégicamente para aumentar la seguridad en la jubilación mientras la persona está viva, y también ayudar a sus beneficiarios cuando muere.
Estos son algunos beneficios menos conocidos de las pólizas de seguro de vida permanente.
1. Puedes obtener dinero en efectivo ahora
A diferencia del seguro de vida a término, el seguro de vida permanente ofrece un componente de ahorro cuyo valor aumenta con el tiempo.
“Uno de los mayores beneficios del seguro de vida permanente es que, a medida que la póliza madura, el valor en efectivo crece, y ese dinero está fácilmente disponible para cualquier fin”, dice Lyndsey Monahan, consultora financiera colegiada y fundadora de la firma de planificación financiera Women Inspire Wealth, con sede en Dallas.
Puedes pedir prestado contra el valor en efectivo de una póliza de seguro permanente —de hecho, te estás prestando dinero a ti mismo— o hacer un retiro que no estás obligado a reponer.
Considera la diferencia entre eso y pedir dinero en efectivo o un préstamo en un banco: tendrías que revelar muchos datos financieros y reunir los requisitos para que el banco apruebe la entrega de dinero. Eso no sucede cuando recurres al valor en efectivo de un seguro de vida. “No hacen muchas preguntas y no hay que completar ninguna solicitud”, dice Monahan.
Pero acceder al valor en efectivo de tu póliza podría tener algunos posibles efectos negativos. Todo retiro o saldo de un préstamo que esté pendiente de pago al momento de tu fallecimiento reduce el monto del beneficio que reciben tus herederos. Además, si decides cancelar la póliza, puedes recibir el valor en efectivo acumulado, pero es posible que debas pagar un cargo, conocido como cargo de rescate.