Vida Sana
Uno de los aspectos que más puede afectarnos física y emocionalmente cuando cuidamos de una persona que vive con la enfermedad de Alzheimer u otra forma de demencia, es la serie de conductas disruptivas que puede presentar el ser querido. Estas conductas no se presentan en todas las personas con demencia; tampoco se presentan en cada una de las etapas de la enfermedad. Sus causas son diferentes y la estrategia para su manejo puede dar resultados en una persona y no en otra. De cierta manera, con la ayuda de profesionales de la salud y un equipo de cuidados, debemos convertirnos en investigadores.
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Lo que no puede decir el enfermo de Alzheimer
Generalmente, las conductas disruptivas obedecen a la incapacidad de la persona con demencia de comunicarse como alguien con facultades cognitivas intactas. Como un bebé que llora y su llanto es el lenguaje que usa para comunicarse, ya sea de incomodidad o de cambios en el ambiente, la persona con demencia puede estar tratando de decir:
- Tengo dolor.
- Tengo hambre o sed.
- Estoy cansado, o tengo sueño.
- Tengo miedo.
- No quiero estar aquí.
- Tengo frío, o calor.
- No quiero estar solo.
¿Cómo se comunica la persona con demencia?
A medida que la demencia se apodera de la capacidad cognitiva del enfermo de Alzheimer, las palabras, las expresiones cariñosas, los buenos modales y las emociones controladas pueden ser reemplazados por las siguientes formas de comunicación:
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