Vida Sana
Luego de que al esposo de Susan Law, John, le diagnosticaran Alzheimer presenil, ella sentía que lo estaba abandonando cada día que iba a trabajar.
“Él se aburría mucho en casa, deambulaba todo el día tratando de ocuparse en algo o simplemente sin ningún propósito”, dice Law. Además, “era una situación algo peligrosa. Él no sabría qué hacer si al intentar usar la cocina se originara un incendio”.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Pero el costo de contratar un asistente de salud a domicilio les resultaba prohibitivo en el sur de California, donde vive la pareja. Y con las finanzas ya comprimidas por la jubilación prematura de su esposo, ella no podía dejar su trabajo de gerenta administrativa en una escuela.
Entonces, en un grupo de apoyo, Law escuchó hablar de un centro de cuidado diurno de adultos cerca de su casa, administrado por Easterseals, en el que los clientes —a quienes se les llama “miembros”— socializaban durante las comidas, jugaban juegos de mesa y de trivia, participaban en pasatiempos y clases de ejercicio físico y conversaban sobre temas de actualidad bajo la supervisión de enfermeros y otros profesionales que monitoreaban su salud, les administraban medicamentos y les brindaban asesoramiento. “Nunca había oído hablar de algo así”, admite Law.
El esposo de Law concurrió al programa y “le encantó desde el primer día”, cuenta ella. “Volvió a iluminarse cuando comenzó a interactuar con otras personas y a hacer amistades. Volvió a sentirse valorado”.
‘Seguir viviendo’
Entre todas las opciones de cuidados a largo plazo, los servicios de cuidado diurno de adultos tal vez sean los menos conocidos, a pesar de que son más económicos que los asistentes de salud a domicilio o los hogares de ancianos.
Cuando están abiertos y operan a capacidad plena, los centros de cuidado diurno de adultos sirven a 286,000 personas en Estados Unidos. Aproximadamente el 70% sufren de la enfermedad de Alzheimer, demencia relacionada con esa enfermedad, diabetes, depresión o enfermedades cardíacas. La cantidad de empleados en esos centros varía según el estado; la Asociación nacional de servicios de cuidado diurno para adultos (NADSA) dice que el promedio nacional es de un empleado por cada seis miembros.
Según datos de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM), casi la cuarta parte de todas las personas de 65 años o más están aisladas socialmente. El aislamiento está asociado con aumentos de aproximadamente el 50% en el riesgo de demencia, el 29% en el riesgo de enfermedades cardíacas y el 32% en el riesgo de derrame cerebral, y también con mayores índices de depresión, ansiedad y suicidio.
“Le da la oportunidad de... —supongo que podría decirse así— seguir viviendo”, dice Countess Shaw sobre su padre de 81 años, que asiste a un centro de cuidado diurno de adultos en Nashville. “Tienen clase de ejercicio. Tienen estudios bíblicos. Lo mantienen motivado, en comparación con estar en casa aburrido, con todo ese tiempo libre en las manos”.