Tim Daly quiere que todos acepten los cambios que vienen con el envejecimiento

"Es algo así como la diferencia entre dar dinero a una entidad benéfica y arremangarte las mangas y trabajar en lo que esa entidad está haciendo", explica. "Solo darle dinero a mi mamá fue fácil, y ella lo hizo muy bien durante mucho tiempo". Pero a medida que [las cosas] empezaron a deteriorarse para ella, fue difícil para ambos, porque ella estaba enfrentándose a las cosas que ya no podía hacer".

Un incidente en el que Newell aceleró en lugar de frenar, destrozando dos automóviles y la plaza del garaje donde estaba recibiendo servicio su automóvil, puso fin a su conducción. Convencer a su madre, “excéntrica y sociable”, de que usara audífonos fue un poco más complicado. "Un momento decisivo llegó cuando ella estaba escuchando la televisión a un volumen muy alto y no escuchó que lo que estaba en la estufa se incendió y activó la alarma de incendios", dice él. Por suerte, los vecinos vinieron al rescate. Eventualmente, Newell se mudó a un centro de vida asistida. (Falleció en el 2009).

Daly dice que la parte más gratificante de ser un cuidador es pasar tiempo con tu ser querido y proporcionar el tipo de ayuda que ellos alguna vez te proporcionaron a ti. "Soy de una generación donde pasar tiempo cara a cara con las personas es realmente, realmente importante. No un mensaje de texto. No una publicación de Instagram. Es estar con alguien y tener conversaciones".

Él insta a los cuidadores y a los receptores de cuidados a ser abiertos sobre la necesidad de apoyo. "Si hay comprensión, entonces el estigma de cosas como dejar de conducir, usar audífonos o necesitar usar un andador o una silla de ruedas [se reduce]... No significa que tu vida se haya acabado. Significa que tu vida ha cambiado. Y creo que si podemos aceptar el cambio y hablar de ello entre nosotros, podemos encontrar una manera de navegarlo de una manera que sea feliz y satisfactoria".