Vida Sana
Los expertos afirman que las mujeres que hace años se enfrentaron a la decisión de someterse a una prueba genética para detectar el cáncer de mama quizás deban volver a hacerlo. Si bien las pruebas genéticas se han recomendado durante mucho tiempo para las mujeres que tienen antecedentes familiares cercanos de la enfermedad, ahora los expertos también recomiendan las pruebas a otras personas, como los sobrevivientes de cáncer de mama y de ovario y las mujeres que recientemente recibieron un diagnóstico de cáncer de mama.
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Además, señalan que las mujeres que se hicieron una prueba genética antes del 2014 deberían considerar volver a hacerlo. Esto se debe a que las pruebas actuales son más exhaustivas, y en los últimos años los científicos han identificado otros genes vinculados al cáncer de mama.
Si bien una prueba genética no puede establecer con certeza si vas a tener cáncer, sí puede indicar la existencia de un mayor riesgo, lo que te permite tomar medidas para reducir ese riesgo o ser más diligente con respecto a las pruebas de detección. Si has recibido un diagnóstico de cáncer, saber si has heredado una mutación genética puede ayudarte a tomar decisiones en cuanto al tratamiento. También puede salvarles la vida a tus familiares.
¿Debes hacerte una prueba de detección de cáncer de mama?
Cada vez más expertos dicen que sí.
Un asesor genético te puede ayudar a evaluar el riesgo de cáncer de mama, analizar los riesgos y beneficios de las pruebas genéticas y ordenarte una prueba si decides hacértela. Puedes hacer una consulta en persona, por teléfono o por videollamada. La National Society of Genetic Counselors (en inglés) ofrece una base de datos que permite buscar información de más de 3,300 asesores genéticos.
A pesar de que las pruebas genéticas son fáciles, están ampliamente disponibles y son menos costosas de lo que solían ser, los expertos señalan que hay muchos buenos candidatos para las pruebas que no han sido examinados.
“Como sociedad, lo que sabemos es que no estamos potenciando la cantidad de personas que se someten a la prueba y que se beneficiarían de ella”, advierte la Dra. Tuya Pal, genetista clínica y directora adjunta de disparidades médicas en materia de cáncer en Vanderbilt-Ingram Cancer Center en Nashville, Tennessee. “En este momento, 25 años después del descubrimiento de los genes BRCA1 y BRCA2, consideramos que se han identificado tal vez el 20% de los adultos que los tienen. Esto significa que todavía quedan sin identificar muchas personas que corren un alto riesgo”.
El cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer más común entre las mujeres en Estados Unidos (después del cáncer de piel) y la segunda causa principal de muerte por cáncer. En el 2021, se diagnosticarán alrededor de 281,550 nuevos casos de cáncer de mama invasivo en mujeres, según la American Cancer Society.
¿Quién debería hacerse la prueba?
No todos la necesitan. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan recopilar los antecedentes familiares de cáncer de mama y de ovario, y luego consultar con el médico para determinar si tienes un mayor riesgo y si es conveniente hacerte la prueba.
La mayoría de los expertos coinciden en que deberías hacerte la prueba si:
- has recibido un diagnóstico de cáncer de ovario, de páncreas o de mama a una edad más temprana (en especial si se trata de un cáncer de mama triple negativo);
- eres un hombre que ha recibido un diagnóstico de cáncer de mama, de páncreas o de próstata metastásico o de alto grado;
- has recibido un diagnóstico de dos o más tipos de cáncer (incluido un segundo cáncer de mama);
- eres de ascendencia judía asquenazí (cerca de 1 de cada 40 personas de ascendencia judía asquenazí en el país tiene mutaciones de BRCA1 o BRCA2, en comparación con alrededor de 1 de cada 400 mujeres en la población general);
- tienes antecedentes familiares de una mutación hereditaria conocida;
- tienes antecedentes familiares de cáncer de mama a una edad más temprana, más de un pariente del mismo lado de la familia que tiene cáncer de mama, o un miembro masculino de la familia con cáncer de mama, o
- tienes un familiar cercano con antecedentes de cáncer de ovario, de páncreas o de próstata metastásico.
Si no te encuentras en ninguna de esas situaciones, de todos modos deberías considerar consultar con un asesor genético debido a que existen muchos otros factores que pueden aumentar el riesgo, según Joy Larsen Haidle, asesora genética y experta en cáncer de la National Society of Genetic Counselors.
Por ejemplo, con frecuencia se suele suponer que es necesario tener varios familiares con cáncer de mama para hacerse la prueba, pero las variantes del gen del cáncer de mama pueden causar otros tipos de cáncer, como el de páncreas, de próstata, de ovario y de colon. Según Larsen Haidle, “una vez que consideras todo esto, de pronto lo que parecía estar desconectado para la persona promedio se conecta a una misma causa”.
Otros candidatos para la prueba incluyen mujeres que recibieron tratamiento para el cáncer de mama, de ovario, de trompas de Falopio o del peritoneo, incluso si ya no tienen cáncer. Las pruebas pueden establecer si tienen un mayor riesgo de volver a tener cáncer y también si sus familiares están en riesgo, señala Larsen Haidle.
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