El valor de la diversidad de edad en el lugar de trabajo

Si bien una mayor longevidad significa que las personas necesitarán trabajar más tiempo, la dispersión de edades en la fuerza laboral disponible implica que las organizaciones deberán contratar trabajadores de todo el espectro de edades para seguir creciendo. Otro efecto que surgirá de una vida laboral más larga es que los empleados necesitarán actualizar continuamente sus habilidades y tomar descansos más largos para proporcionar la resistencia necesaria para una vida laboral que abarca 50 o 60 años.

Una forma de adaptarse a esto es crear vías flexibles dentro y fuera de la fuerza laboral que permitan alternar periodos de trabajo, educación y descanso. Permitir mejores transiciones entre estas fases y conexiones más estrechas con los empleados que abandonan y regresan permitirá a las organizaciones acceder a un grupo más amplio de talento en general.

2. Una fuerza laboral diversa en edad promueve la estabilidad. Esto se aplica tanto en términos de rotación de personal como de capacidad para hacer frente a la adversidad. Los estudios muestran que en las organizaciones que incluyen a las personas mayores, la rotación disminuye, no solo para los trabajadores mayores sino también para los más jóvenes. Por un lado, los trabajadores a la mitad y al final de su carrera muestran tasas más bajas de rotación inesperada que los trabajadores más jóvenes en general: el 29% de los trabajadores de 50 años o más dicen que están buscando o están abiertos a encontrar un nuevo trabajo, en comparación con el 49% de los trabajadores menores de 50 años.

Además, los trabajadores mayores han vivido periodos de inestabilidad en el pasado y pueden ofrecer una visión equilibrada de cómo reaccionar ante el cambio. Según una investigación de AARP sobre mentoría, los trabajadores más jóvenes mencionan la sabiduría y la ayuda para navegar el lugar de trabajo como las cosas más importantes que los trabajadores mayores les han enseñado.

3. Los equipos de edades mixtas impulsan la innovación y son más productivos. Uno de los argumentos más contundentes para contratar una fuerza laboral diversa en edad es que los estudios muestran que la diversidad de edad tiene un impacto positivo en la productividad y el desempeño del equipo. Esto se debe en parte a que la diversidad en general aumenta la innovación e impulsa los resultados organizacionales. Pero la diversidad de edad, en particular, parece impulsar la productividad a nivel de equipo, probablemente debido a la "difusión de conocimiento": los miembros del equipo comparten el conocimiento adquirido de experiencias pasadas, lo que a su vez genera nuevas soluciones a los problemas y evita errores costosos.

Esta combinación de conocimiento tácito —por ejemplo, una comprensión matizada del entorno regulatorio o la anticipación de obstáculos imprevistos— con nuevas ideas y enfoques a menudo resulta ser un camino más rápido hacia el éxito. Quizás es por eso que la Information Technology & Innovation Foundation descubrió que la edad promedio de los innovadores en una variedad de industrias en el momento de su innovación es de 47 años. Estos no son niños prodigios en sudaderas de capucha (aunque también existen).

Desafortunadamente, las creencias obsoletas sobre el envejecimiento a menudo persisten en formas que disminuyen el impacto que una fuerza laboral diversa puede tener en los resultados finales. El incluir la edad como un elemento de diversidad e inclusión puede ayudar a cambiar la cultura y dar a las empresas una ventaja competitiva. Las organizaciones se desempeñan mejor cuando se incluye a trabajadores de todas las edades y se los motiva a contribuir con sus habilidades y perspectivas únicas.