Consejos para el éxito
Una vez que te animes a ser anfitrión, puedes tomar ciertas medidas para reducir los riesgos y aumentar las probabilidades de que tus huéspedes queden satisfechos.
1. Haz que tu propiedad luzca lo mejor posible. Sube el mayor número posible de fotos de alta calidad para sacar a relucir sus puntos fuertes. No estaría de más publicar una docena de fotos. Las personas quieren visualizarse como huéspedes en ese espacio. Airbnb, Vrbo y otros sitios ofrecen ayuda en este sentido.
2. Para llegar a un público más amplio, pon anuncios en múltiples sitios. Si bien eso podría resultar complicado, hay programas informáticos que ayudan a gestionar las reservas recibidas de diversos sitios. Por ejemplo, Host Tools (en inglés) cobra entre $8 y $12 al mes por sincronizar los calendarios de alquileres, enviar a cada huésped un mensaje de bienvenida y el código para abrir la puerta, y permite comunicarse por mensaje de texto con el personal de limpieza. Guesty (en inglés) ofrece un servicio similar.
3. Asegúrate de que la unidad esté en buenas condiciones para recibir huéspedes. Por ejemplo, es importante que las cerraduras sean fáciles de usar, que los colchones y las almohadas sean cómodos, que la ropa de cama y las toallas sean de buena calidad y que los electrodomésticos, la calefacción y el aire acondicionado, los televisores y los sistemas de audio funcionen bien. Pon la casa en orden. Recuerda que compites con muchas otras propiedades y que cada vez más huéspedes buscan una "experiencia excepcional, que sea mejor que su propia casa", afirma Kate Shaw (38 años), superanfitriona en California. Las cerraduras digitales permiten que los huéspedes ingresen al alojamiento por cuenta propia, aunque muchos anfitriones prefieren conocerlos en persona. El anfitrión debe divulgar cualquier uso de monitores de ruido o cámaras de seguridad en los espacios públicos o en las entradas (estos aparatos pueden usarse para verificar el cumplimiento de las reglas, pero este tipo de intromisión podría ahuyentar a los posibles huéspedes).
4. Respeta las normas locales sobre los alquileres a corto plazo. Podría ser necesario obtener un permiso o aprobar una inspección. Si la unidad se encuentra en un edificio de apartamentos, averigua si se permite alquilarla para estancias cortas. No pidas que tus huéspedes suban sigilosamente por el ascensor de servicio o que finjan que visitan a amigos.
5. Establece las reglas de la casa. Si se trata de un espacio compartido, deja claro si el huésped puede usar la cocina, la lavadora y secadora, y otros espacios comunes. Tal vez no quieras que en tu casa se hagan fiestas de despedida de soltero o que se enciendan velas. Quizás prefieras que los huéspedes saquen la basura antes de que se vayan. Indica claramente si vas a proporcionar sábanas y toallas.
6. Ten mucho cuidado a la hora de aceptar huéspedes. Habla de antemano con ellos por teléfono o pídeles que envíen una imagen de su identificación. O tal vez puedas buscarlos por Google. En algunos sitios, los anfitriones evalúan a los huéspedes y los demás anfitriones pueden ver las reseñas. Según Krones, un huésped con evaluaciones negativas no puede reservar automáticamente sus propiedades. La anfitriona Cindy Vinson, por su parte, lleva una lista de exhuéspedes problemáticos y que ya que no volverá a recibir.
7. Comunícate con tus huéspedes antes, durante y después de su estancia. Eso ayuda mucho a confirmar su satisfacción y a resolver cualquier problema. Vinson llama personalmente a sus huéspedes tras su llegada para asegurarse de que todo esté bien. Si hay algún problema, lo atiende enseguida. El auge del alquiler de casas tiene la desventaja (desde la perspectiva del anfitrión) de que los huéspedes se han vuelto más exigentes, señala Vinson.
8. Deja un cuaderno o carpeta que contenga las reglas de la casa, los datos de contacto para emergencias y algunos consejos para la administración de la propiedad. Esta información debería incluir las instrucciones para el uso de la calefacción y el aire acondicionado, así como las contraseñas de la red wifi. Incluye números telefónicos para que el huésped pueda comunicarse contigo, con tu empresa de administración de propiedades o con una persona responsable a nivel local. Para un toque especial, puedes ofrecer sugerencias de tus restaurantes, tiendas y atracciones locales favoritos.
9. Establece un ambiente acogedor. Por ejemplo, podrías dejar una canasta de regalo que contenga refrigerios, frutas, chocolates o una botella de vino. Además, a los huéspedes les gusta encontrar la cocina equipada con cafetera, una variedad de ollas, sartenes y utensilios, así como condimentos y productos básicos como aceite y vinagre, especias, azúcar, papel higiénico, bolsas de basura, detergente de ropa y toallas de papel. Y para un bonito detalle, puedes dejar copas de vino y un sacacorchos.
10. Pide a tus huéspedes que dejen una reseña si su experiencia fue positiva. Las reseñas son importantes para atraer futuros clientes. La evaluación que le dan a la propiedad es lo primero que toman en cuenta los posibles huéspedes.
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