Vida Sana
Cuando el Club Med introdujo los complejos turísticos con todo incluido en los años 50, fueron revolucionarios. En un principio se idearon para viajeros con poco presupuesto, y la gran idea era que podías irte a una playa y tener garantizado un techo sobre una cama, algo para saciar la sed y tres comidas al día sin tener que sacar la billetera. Los complejos turísticos no se preocupaban tanto por la calidad, sino por la accesibilidad: el hecho de que existieran era suficiente.
Hoy día, todavía puedes encontrar complejos turísticos con todo incluido de precios competitivos, pero los servicios incluidos que revolucionaron el sector hace 70 años ya no alcanzan ni siquiera el mínimo indispensable.
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“Cuando Sandals Resorts (en inglés) abrió Sandals Montego Bay... en 1981, la comida y las bebidas ilimitadas, los traslados al aeropuerto y las actividades en el establecimiento (como los deportes acuáticos y el entretenimiento nocturno) se incluían como servicios básicos”, explica Maggie Rivera, de 52 años, directora de comunicaciones y estrategia de la marca.
La popularidad de Sandals inauguró la era del lujo para este tipo de establecimientos. Desde entonces, la reñida competencia en las zonas de playa más deseadas, sobre todo en México y la República Dominicana, ha elevado las expectativas.
Estas mejoras te saldrán más caras en un complejo con todo incluido
Disponer de más comodidades y oportunidades de conseguir mejores servicios puede significar más formas de gastar dinero, de a centavos… y gastos sorpresa. Pilar Delgado, de 74 años, lo descubrió cuando visitó Punta Cana, República Dominicana, la primera vez que se hospedó en un complejo con todo incluido. Cuando vio su factura en el momento de pagar, se dio cuenta de que “todo estaba cubierto... excepto los cafés irlandeses que tomaba por la noche”. Delgado no recuerda el precio exacto, “pero eran más de $10 dólares estadounidenses”. Aprendió por las malas que un servicio disponible no siempre equivale a un servicio incluido.
“Todo” suele ser subjetivo, advierte Tom Varghese, de 53 años, propietario de la prestigiosa agencia Travel Tom (en inglés). “Algunos anuncian que está todo incluido, pero en realidad no es así. Por ejemplo, al llegar te dirán que el bufé está incluido, pero si quieres comer en un restaurante a la carta, hay un cargo adicional. Para mí, eso no es [todo incluido]”.
Por lo general, una habitación superior, los tratamientos de spa, las excursiones, las tarifas de green, el alquiler de carritos de golf, los deportes acuáticos motorizados y el vino en botella conllevan un costo adicional. Algunos complejos tienen cargos adicionales por servicio a la habitación, cenas a la carta, talleres, cuidado de niños o salidas más tarde. El entretenimiento de lujo, como un artista invitado o una cena con espectáculo, son cuestiones poco claras.
No temas: hay formas de evitar los cargos adicionales. Considera estas cinco estrategias para aprovechar al máximo tu visita.