Vida Sana
"Perdí a mi mejor amigo en el primer día de combate. Nunca lo volví a ver. Es parte de la guerra. No es la parte fácil". —Comandante William Landreth, teniente jubilado de la Marina de EE.UU., 1945
Cuando abordes el USS Intrepid, esa será una de las tantas voces que escucharás de los miembros de la tripulación. Sus desgarradores recuerdos de la vida en la Marina forman parte de una película que relata las funciones que desempeñó el barco en sus tres décadas de carrera militar. A lo largo de la película, extripulantes relatan conmovedoras anécdotas de su vida y servicio a bordo de este legendario portaviones, majestuosamente atracado ahora en el río Hudson, en el Pier 86 del West Side de Manhattan, la atracción principal del Intrepid Sea, Air & Space Museum (en inglés). Sus palabras destacan el hecho de que el Intrepid era más que un buque de guerra de la Marina: era una comunidad de oficiales y hombres alistados, y una metáfora flotante de la innovación y la valentía estadounidenses.
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"Tenemos más de 200 entrevistas de historia oral en nuestra colección", dice Jessica Williams, curadora de historia y colecciones del museo. "Son relatos personales de quienes ocuparon diferentes puestos de trabajo a lo largo de la historia del barco, testimonios que subrayan la experiencia humana y cómo era vivir en este enorme barco".
La historia del Intrepid
Planea tu visita
Lo último por la COVID-19: todos los visitantes del museo mayores de 12 años deben presentar una prueba de al menos una vacuna contra la COVID-19 junto con una identificación con fotografía. Actualmente, el museo requiere entradas con horario. Se recomienda comprar las entradas en internet con anticipación. Se exige que todos los visitantes usen mascarilla en los espacios interiores, independientemente de su estado de vacunación. Las visitas guiadas, entre ellas el acceso al Concorde, están temporalmente suspendidas. Consulta el sitio web del museo para obtener información actualizada sobre salud y seguridad.
Ubicación: Pier 86, West Side de Manhattan, en 46th Street y 12th Avenue
Cómo llegar: aunque el Intrepid está a un largo camino de la estación de metro más cercana, en 50th Street y Eight Avenue, el autobús M-50, cruza 49th Street hacia el oeste y se detiene frente al museo. Un taxi puede llevarte directamente a la entrada del museo. Hay varios estacionamientos cercanos si vas en automóvil.
Visitas: todos los días, de 10 a.m. a 5 p.m., la última entrada es a las 4 p.m. Cerrado en Acción de Gracias y Navidad.
Entrada: adultos $33 ($31, para mayores de 65 años); gratis para militares activos y veteranos
Visitas guiadas: las visitas guiadas diarias del museo están suspendidas temporalmente debido a la COVID-19; $15 para adultos ($12 para mayores de 65 años). Concorde Experience está suspendida temporalmente debido a la COVID-19; $20 para adultos ($15 para mayores de 65 años).
Mejor momento para visitar: el museo está menos concurrido entre semana a primera hora.
Accesibilidad: la mayor parte del museo es accesible en silla de ruedas, aunque algunas zonas solo son accesibles por escaleras. No hay sillas de ruedas para uso público, pero puedes pedir prestados banquillos ligeros para descansar (disponibles por orden de llegada). La entrada es gratuita para los asistentes personales que acompañan a los visitantes.
El Intrepid fue el tercero de los 24 portaviones de la clase Essex construidos por Estados Unidos en la década de 1940, entró en servicio el 16 de agosto de 1943 y sirvió en la Marina de EE.UU. durante el apogeo de la Guerra Fría. El barco desempeñó un papel fundamental en el teatro de operaciones del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial, ya que transportó a 3,200 oficiales y hombres alistados, y casi 100 aviones. A lo largo de su utilización, el Intrepid sobrevivió a cinco ataques kamikaze y a un ataque con torpedos, destruyó 650 aviones enemigos, y hundió o dañó 269 barcos enemigos. Posteriormente, el portaviones navegó por el Mediterráneo y el Atlántico Norte como portaviones de guerra antisubmarina, realizó tres misiones en Vietnam y sirvió como buque de recuperación para las misiones Mercury 7 y Gemini 3 de la NASA a principios de la década de 1960.
Tras el retiro de servicio del histórico buque de guerra en 1974, la Marina envió el Intrepid al Astillero Naval de Filadelfia (Philadelphia Navy Yard) para que esperara en el montón de chatarra, pero el promotor inmobiliario y filántropo neoyorquino Zachary Fisher tuvo una idea mejor. Este nativo de Brooklyn, que ha apoyado a las Fuerzas Armadas de EE.UU. por mucho tiempo, y su esposa, Elizabeth, encabezaron una campaña para transformar el portaviones, que había quedado destrozado por las batallas, en un museo naval de categoría mundial, que se inauguró en 1982. El portaviones fue designado monumento histórico nacional en 1986.
Lo que verás
Entrarás en el Intrepid por el hangar de cubierta, un enorme espacio que en su día sirvió de garaje para los aviones de la Marina. Ahora alberga las exposiciones permanentes del museo, un conjunto cuidadosamente seleccionado de artefactos antiguos, exposiciones interactivas, aviones restaurados y videos históricos diseñados para guiar cronológicamente a los visitantes a través del glorioso despliegue del portaviones.
"La gran mayoría de la colección consiste en artículos que nos han donado antiguos miembros de la tripulación y sus familias", dice Williams. "Hay uniformes, equipo de piloto, diarios y cartas. Algunos de los tripulantes tomaron fotografías, diapositivas o películas de 35 milímetros cuando estaban a bordo. Esas cosas realmente contribuyen a establecer una conexión personal con quienes sirvieron a bordo de este barco".
Una de las exposiciones más impresionantes de la cubierta es "Kamikaze: Beyond the Fire" (Kamikaze: más allá del fuego), una dramática experiencia multimedia, que cuenta la historia de los bombarderos suicidas de "ataque especial" de Japón, conocidos como kamikazes, la nueva y aterradora arma que ese país lanzó en octubre de 1944 cuando la ventaja de los Aliados crecía en el Pacífico.
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