Vida Sana
Hace poco cumpliste 50 años —o hasta 60 o 70 años— y ahora deseas gastar en algo grande.
Una casa de vacaciones. Un crucero por el mundo. Ese automóvil lujoso que siempre has deseado tener.
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Otras personas posiblemente intenten hacerte cambiar de opinión; te sugieren que es la edad o el ego que te inspira. ¿Podrían tener razón?
A continuación, tres preguntas que te debes hacer antes de realizar una compra considerable o posiblemente extravagante.
1. ¿Está realmente a tu alcance?
"Si tus planes no hacen olas, si económicamente sigues en buen estado y has formalizado tu planificación patrimonial, entonces no dudes —y disfruta del dinero—. Te lo mereces", dice Stephanie Genkin, una planificadora financiera en Nueva York. Genkin también advierte a los prejubilados y jubilados que piensen detenidamente sobre los tipos de gastos que decidan darse el lujo de hacer, que nos lleva a la siguiente pregunta.
2. La compra, ¿está de acuerdo con tus valores?
"Se han realizado muchas investigaciones en los campos de la psicología y la neurociencia sobre lo que nos hace feliz", dice Donna Skeels Cygan, una asesora financiera radicada en Albuquerque, Nuevo México. "Al tope de casi todas las listas se encuentra pasar tiempo con las amistades y la familia".
Según Cygan, la mayoría de las personas puede definitivamente justificar derrochar dinero en unas vacaciones con familiares y amistades. "Las personas solo necesitan asegurar que el gasto esté al alcance de su presupuesto.
"Siempre recomiendo que se gaste el dinero en experiencias en lugar de cosas".
Genkin está de acuerdo.
"Con los cruceros o viajes por carretera, no solo gozas de la aventura y la felicidad que te brinda el viaje de por sí, sino que también puedes fanfarronear antes de la experiencia y tener la alegría de contarles los detalles a otras personas y volver a vivir el viaje más adelante a través de tus recuerdos", dice Genkin.
"Hasta todas las partes malas [de unas vacaciones] se convierten en grandes relatos".
Otra cosa acerca de los derroches vacacionales: "Si tienes 60 años y verdaderamente deseas tener esa experiencia de viajar a un lugar a donde siempre has deseado ir antes de morir, recomiendo no esperar hasta, por ejemplo, los 65 años o más porque más tarde podrían existir problemas de salud", dice Cygan.
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Si tratas de recortar lo que gastas en estas áreas, podrías perjudicarte a largo plazo.