5 formas de eliminar el gasto excesivo en la jubilación

Michael Berkhahn, vicepresidente y planificador financiero certificado de Graham Capital Wealth, sostiene que el gasto excesivo debería ser una de las principales preocupaciones de los jubilados, sobre todo en los primeros años después de dejar de trabajar. Según Berkhahn, el riesgo de gastar demasiado dinero en los primeros años de la jubilación es que los jubilados tal vez no se den cuenta del daño que pueden causar en los próximos años.  “Los jubilados se dejan llevar por la euforia de la reciente jubilación y gastan más de la cuenta”, observa Berkhahn. “La gente pasa más de 30 años soñando con jubilarse. Y una vez que llega el momento, están como en una luna de miel. Soñaban con todos los lugares que querían visitar o las cosas que no podían hacer mientras trabajaban. En esta etapa es importante que los recién jubilados tengan un conocimiento real de sus finanzas y no permitan que el entusiasmo de la jubilación los haga gastar más de la cuenta”.

Cómo mantener el rumbo

¿Cómo puedes controlar los hábitos de gasto que te llevan al fracaso económico en la jubilación? Aquí tienes cinco maneras de solucionar los problemas con los gastos.

1. Identifica el problema. Está claro que no alcanzar a pagar las facturas todos los meses es una señal de alarma. Sin embargo, no puedes resolver el problema del gasto excesivo hasta que no conozcas la causa, advierte Catherine Irby Arnold, vicepresidenta sénior y líder de mercado de U.S. Bank Private Wealth Management.

“¿Cómo puedes controlar los gastos si no tienes ni idea de en qué se gasta el dinero?”, plantea Arnold. Hay muchas aplicaciones para controlar el presupuesto (en inglés), dice, que pueden ayudarte a aislar los gastos principales sin tener que analizar la factura de tu tarjeta de crédito cuando llegue. “Las aplicaciones te ayudan a identificar los gastos recurrentes”, explica Arnold. “Si gastas miles de dólares al mes en cenas en restaurantes, es un verdadero llamado de atención”.

Una vez que sepas exactamente por dónde desaparece el dinero, es el momento de sentarte y entablar una conversación sincera con tu cónyuge, tu pareja o tu familia para hablar del problema y encontrar formas de solucionarlo, como preparar un presupuesto viable.

2. Mira dentro de la bola de cristal. Nada despierta más la atención de los jubilados que mostrarles exactamente hasta qué punto el gasto descontrolado pondrá en peligro sus finanzas si no cambian de actitud. “Tienes que proyectar el tiempo que va a durar ese capital”, señala Arnold. “Y para algunas personas es un gran llamado de atención (cuando se enteran) de que no va a durar tanto tiempo como creen”.

Por ejemplo, una jubilada de 67 años que piensa que sus ahorros durarán hasta los 100 probablemente comprenderá la gravedad del problema del gasto cuando descubra que su dinero podría no durar hasta pasados los 80.

3. Elabora un presupuesto. Se acabaron los días en que salías a comer siempre que querías o hacías compras por internet porque estabas aburrido. Ha llegado el momento de tener disciplina económica. Y eso significa crear un presupuesto (en inglés) que te obligue a gastar de acuerdo con tus posibilidades. El objetivo es que cada mes salga menos dinero del que entra.

Una buena forma de tener una idea general de tus gastos es analizar los del año anterior. “Esto te dará una perspectiva de en qué gastaste tu dinero y puede indicarte tendencias y hábitos en los gastos”, sugiere Berkhahn. “Conocer mejor tus hábitos de gastos discrecionales y no discrecionales te permitirá asignar prioridades a lo que es importante”.

Analizar tus gastos también te ayudará a identificar las áreas en las que estás malgastando dinero. Una parte de los gastos se destina a las llamadas necesidades básicas, como el alquiler, la comida, las facturas y el transporte. La otra parte se destina a gastos que no son realmente necesarios, como comer en restaurantes, viajar y pagar la cuenta del bar después de salir una noche. “Debes hacer un control minucioso de los gastos y ajustarte a los límites del presupuesto”, explica Thomas Salvino, director ejecutivo de Performance Wealth Partners.

4. Recorta los gastos gradualmente. Recortar gastos es como hacer dieta o empezar un nuevo plan de actividad física. Empezar con cambios drásticos, por ejemplo, con un recorte de todos los gastos discrecionales, es como correr una maratón el primer día de entrenamiento o ayunar una semana entera cuando empiezas una dieta. En pocas palabras, no dará resultado, dice Peterson. “Si haces cambios tan radicales, será menos probable que te adaptes a tus nuevos hábitos de gasto”, explica.

En cambio, haz cambios pequeños. Si sueles salir a comer tres días por semana, hazlo solo dos. Evita la compra diaria en Starbucks durante uno o dos días. Cambia uno de tus hábitos de compras, como no entrar en Amazon cuando estás aburrido. “Un solo cambio no va a solucionar el problema, pero hacer pequeños cambios sobre la marcha pueden ayudar a cambiar tu comportamiento, que es el verdadero objetivo”, explica Peterson.

Para perder el hábito de gastar, también debes diferenciar las cosas que quieres de las que necesitas, según Peterson. “Lo que debes hacer es detenerte antes de gastar para determinar si realmente necesitas hacer esa compra”, añade.

Otra forma de resistir la tentación de hacer compras impulsivas es demorar la gratificación. “Si reflexionas y decides esperar una semana o más para hacer la compra, es probable que optes por no hacerla”, nos dice Peterson. Incluso si acabas por comprar el producto, al menos lo habrás pensado bien.

Una forma sencilla de gastar menos cuando vas de compras es hacer una lista. “Y atenerte a ella”, aconseja Ghebray. “Unos minutos de planificación te ayudarán a evitar comprar artículos que no necesitas”. Otro consejo para evitar sacar la tarjeta de crédito de la billetera es practicar la conciencia plena. “Ten presentes tus objetivos económicos y las consecuencias de gastar en exceso”, señala Ghebray.

Según Roberts, otro método para gastar menos es utilizar una tarjeta de débito en vez de una de crédito. De este modo te aseguras de que puedes permitirte hacer la compra ahora y no estás acumulando deudas que deberás pagar más tarde.

5. Deja de hacer lo que has estado haciendo. Al igual que una persona que tiene sobrepeso no puede seguir consumiendo alimentos hipercalóricos si pretende adelgazar, las personas que gastan demasiado no pueden seguir administrando su dinero de la misma manera. Debes cambiar tu comportamiento para poner en orden tus finanzas. No puedes decir: “Voy a seguir haciendo lo que he estado haciendo”, indica Arnold. Así que, si nunca has tenido un presupuesto, haz uno. “Nunca es demasiado tarde”, afirma.