Vida Sana
¿Se te marca la ropa interior con esos pantalones de tejido ponte? ¿Los tirantes del sostén te están arruinando la blusa con hombros descubiertos? ¿Te aprietan demasiado esos botines que ya no puedes devolver? Aunque no son un completo desastre, esos percances con la moda pueden surgir en cualquier momento. Tener un kit de emergencia en tu armario o soluciones listas, como ropa interior cortada con láser y un guardarropa de sostenes te ayuda, ¿pero qué haces cuando estás apurada, en el trabajo, de camino a una fiesta o de viaje? Aquí presentamos soluciones que puedes hacer tú misma para prevenir desastres y verte maravillosa cuando:
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1. SE ATASCA UNA CREMALLERA
Una cremallera atascada a último momento es frustrante, ya sea que se trate de una falda de trabajo o una chaqueta de cuero estilo motociclista. En general, el problema es que un pedacito de tela queda enganchado en la muesca de los dientes de la cremallera. Lo primero que debes intentar es con un lápiz de madera clásico —del tipo que usabas en la escuela— y no uno mecánico. Frota la mina del lápiz sobre los dientes de la cremallera hasta que se vuelvan grises. Luego trata de deslizar lentamente el tirador de la cremallera hacia arriba o hacia abajo. ¿No tienes un lápiz o no te dio resultado? Busca a tu alrededor un lubricante, como cera de velas, una barra de jabón, un crayón o hasta tu bálsamo labial y frótalo generosamente en la cremallera y sus dientes. Con una mano sostén con firmeza la tela y con la otra el deslizador, y trata de moverlo de un diente a la vez. Sigue avanzando lentamente con la mano y aparta la tela para que no se atasque. Una vez que logres desatascarlo, limpia el residuo con un paño húmedo. Si arrancaste el tirador al forcejear para liberarlo, coloca una atadura o una cinta por el deslizador.
2. UN SUÉTER FAVORITO TIENE HILOS CORRIDOS O PELUSA
Sin duda es frustrante, pero todavía no lo arrojes en la pila de donaciones. Para los hilos corridos en suéteres de punto flojo, pasa una aguja (con hilo de color igual al suéter) por el punto corrido. Luego pásalo hacia adentro y haz un nudo antes de cortar el hilo. Con una aguja ya enhebrada, esta tarea y otras de emergencia (como coser botones) dejarán de ser estresantes la próxima vez. La pelusa —el aspecto desgastado de las bolitas de lana— causada por la antigüedad, los lavados, la fricción y el uso puede eliminarse con un peine o quitapelusas para suéter que compras en la tienda. Si no tienes uno a la mano, prueba este método casero con cinta adhesiva. Corta un trozo de unas cuatro pulgadas y pégalo firmemente sobre la parte con pelusa. Sosteniendo el suéter con firmeza, arranca rápidamente la cinta junto con las bolitas de pelusa. Repite de ser necesario.