“Más allá”, una novela para estos tiempos

A pesar de su título, Más allá, la nueva novela de Julia Alvarez, no tiene nada que ver con el mundo de los espíritus ni de la religión. Al contrario, los problemas que enfrenta el personaje principal de la novela son reales, humanos y muy de actualidad.

El disfrute de este libro no está en averiguar qué pasa —eso lo sabemos casi desde la primera página— sino cómo lo procesa la mujer que la escritora ha decidido poner en el centro de la acción. Esa mujer es Antonia, una profesora universitaria que el día que se jubila de su trabajo está esperando a su esposo en un restaurante para celebrar el resto de su vida. Su esposo, Sam, es un respetado y querido doctor en el pueblo de Vermont donde viven en una moderna y luminosa casa, sin hijos, enamorados y felices.

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Sam no llega, claro. En el camino tuvo un accidente y murió. “¿Ahora quién irá a defender su manera de estar en el mundo?” es una de las primeras preguntas del libro. Todo el que ha tenido pareja por muchos años sabe que esa complicidad es insustituible.

Pero Antonia tiene armas contra la angustia: un arsenal intelectual de todos los libros leídos y estudiados, una envidiable vida interior que la hace a la vez intuitiva y analítica, y tres hermanas en otros puntos del país que la arropan con un desbordante amor dominicano, que a veces amenaza con ahogarla pero que, en el fondo, Antonia necesita. Así describe la escritora la relación entre hermanas latinas:

“Para ellas el conflicto es su modus operandi. Las comparaciones, la competencia entre unas y otras, las peleas, el decirse cosas desagradables, [...] y al mismo tiempo la lealtad absoluta y la entrega a las demás”.

Gran parte del conflicto de esta novela es que Antonia no logra sentirse completamente bien en ningún lugar. Por un lado, aunque ya prefiere el inglés, extraña el español y algunas palabras que confieren tanto cariño como los diminutivos, “las que terminan en -itos”, como dice Antonia. Adora a sus hermanas, pero cuando lleva unos días con ellas, ya quiere regresar a casa a regar sus plantas y ponerles comida a los pájaros.