Vida Sana
Florence Williams tenía 50 años cuando su esposo le dijo que quería el divorcio. Habían estado juntos 32 años y, para Williams, la ruptura fue devastadora. "Nunca había sido adulta sin él", recuerda Williams, redactora de ciencias en Washington D.C.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Si bien siempre es doloroso cuando alguien te deja, los expertos dicen que puede ser más desgarrador a los 50 años. "Cuando eres más joven, estás rodeado de personas que se juntan y se separan", dice Lori Gottlieb, psicoterapeuta en Los Ángeles y autora de Maybe You Should Talk to Someone. Pero los amigos y colegas de toda la vida no siempre saben cómo apoyar a un compañero cuya relación de pareja ha terminado. "Dicen cosas como: 'ya encontrarás a alguien más'", señala Gottlieb. "Simplemente no entienden el dolor y la incertidumbre".
Cifras de las separaciones
El 57% de las personas divorciadas o viudas se vuelve a casar
El 25% de las personas de 50 años se han casado al menos dos veces.
El número de personas de 55 a 64 años que se vuelven a casar aumentó 22% en comparación con 1960
"Los 50 años representan un cambio", dice Jane Greer, terapeuta matrimonial y familiar de Nueva York y autora de How Could You Do This to Me? Learning to Trust After Betrayal. "De repente, estás en un punto en el que te pones a reflexionar si la vida está funcionando de la manera que habías imaginado... o no".
Brett Bender, un artista de Filadelfia, a quien su novio de 20 años lo dejó cuando tenía 57 años, está de acuerdo: "crees que es tu media naranja y que envejecerán juntos. Y luego no es así".
Si bien las personas de 50 años o más son más vulnerables al desamor de lo esperado, también pueden ser más ingeniosas a la hora de sanar. Marjorie, una profesional de informática en la ciudad de Nueva York que pidió ser identificada solo por su nombre, se ha divorciado dos veces, una a los 25 y otra a los 54. La primera vez, Marjorie hizo todo lo que cabría esperar de una joven de 25 años con el corazón roto. "compré un coche rojo. Me acostaba con cualquiera. Bebí", recuerda.
Cuando se derrumbó el segundo matrimonio de Marjorie, "había más en juego: más dinero, bienes raíces compartidos, dos hijos", dice. "No bebí. No me acosté con cualquiera. Simplemente tenía demasiadas responsabilidades".
También te puede interesar
Por qué las parejas deben estar más unidas
Consejos para sobrellevar las peleas y apoyarse el uno al otro durante la crisis del coronavirus.
El impacto financiero del divorcio después de los 50
Un fracaso matrimonial puede ser tan duro para la billetera como para el corazón.Cómo adaptarte a las citas por internet
Aprende a desenvolverte en el mundo del romance digital.