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¿La música es mala según quien la escuche?

Por qué creo que el metro en Los Ángeles se equivocó al tratar de resolver su problema de personas sin hogar tocando música clásica.


spinner image ilustración de tres compositores clásicos en un vagón del metro de los ángeles

Crecí en las décadas de los 70 y los 80, cuando íbamos a ver bandas como Judas Priest, Rush, Heart y U2. Volver a casa con un zumbido en los oídos (que a veces duraba días) era común para mis amigos y para mí después de un espectáculo ruidoso.

A medida que envejezco, mis gustos musicales se han expandido, y por lo general me gusta escuchar a un volumen mucho más razonable. A veces, sin embargo, subo el volumen cuando escucho esas canciones que motivan a conducir a toda velocidad.

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Como dice el dicho, “Si voy a escuchar a ‘Kashmir’, todos van a escucharlo conmigo”.

El metro en Los Ángeles supuestamente ha estado tocando música clásica a un alto volumen todo el día, todos los días, para persuadir a las personas sin hogar que viven en sus estaciones a que se muden a otro lugar. Esto es parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la seguridad, que incluye actualizar la iluminación, las cercas e instalar más cámaras de seguridad. El esfuerzo conjunto con las autoridades del orden público comenzó a principios de este año después de un aumento en los índices de delito y una reducción en la cantidad de pasajeros.  

Aunque el metro informa que los esfuerzos están teniendo el efecto deseado, los grupos de defensa de derechos para las personas sin hogar —a quienes aparentemente no les gustan Beethoven, Mozart o Gershwin— sugieren que este tratamiento es una forma de tortura.

“Esto es despreciable”, tuiteó Scott Hechinger, un abogado de derechos civiles. “Es tortura con sonido para las personas sin hogar en Los Ángeles”.

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“Interpretar música clásica de alta energía realmente le da la sensación de Clockwork Orange”, escribió el usuario de Twitter henryfung@onewilshire.la, en referencia a la película de Stanley Kubrick de 1971 en la que el Gobierno británico intenta reformar a un criminal violento con medios visuales y de audio.

Para contrarrestar la oposición, un portavoz del metro afirmó que la música se tocaba a 72 decibelios, lo que es un poco más fuerte que una conversación normal. The Los Angeles Times puso a prueba esa afirmación llevando un medidor portátil a una estación. El medidor indicó que los niveles sonoros promediaron 83dB y alcanzaron un máximo de 90dB en algunas áreas.

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Pasé muchos años como oficial de seguridad en una organización, por lo que tengo experiencia con la protección auditiva. La norma 29CFR1910.95 de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) establece un Límite de Exposición Permitido (PEL) de 90 decibelios para un día laboral de ocho horas.

Este organismo estableció los PEL para la seguridad de los trabajadores. Su objetivo es proteger a los empleados que trabajan en un lugar como de Dave & Buster’s (algo similar a Chuck E. Cheese para adultos) y deben escuchar música de más de 90 decibelios (sí, medí el volumen) durante todo su turno. Los Límites de Exposición Permitidos no estaban destinados a las personas que asisten a conciertos como yo, o a personas que viven en un lugar que no estaba destinado a la ocupación a tiempo completo.

Los PEL recomiendan utilizar protección auditiva y realizarse pruebas de audición regulares para quienes están expuestos a un volumen alto durante un período extendido de tiempo en los lugares de trabajo. Si el metro en Los Ángeles les ofrece esto a los gerentes de sus estaciones, entonces está funcionando correctamente. El metro de Los Ángeles no es un centro de alojamiento ni un bar. Por supuesto, ni siquiera tiene Skee-Ball.

(El metro de Los Ángeles declaró recientemente que ha bajado el volumen de la música para que no sea tan ruidosa).

Sin embargo, en mi opinión, el metro está afrontando la situación de manera completamente incorrecta. La música clásica puede ser relajante e incluso ayudar a las personas a dormir. Lo he visto muchas veces en la ópera. 

Si la intención es que las personas pasen el menor tiempo necesario en las estaciones del metro, recomiendo humildemente que pongan música de otro tipo. Por ejemplo, mi madre solía colocar altavoces en las ventanas y tocar música de gaita en dirección de los vecinos cuando le subían demasiado a su radio. Eso podría ser muy eficaz en el metro, siempre y cuando no sea el día de San Patricio.

Tal vez una colección de canciones molestas podría incluir “Billy Don’t Be a Hero”, “Muskrat Love”, “MMMBop” y “Achy Breaky Heart”. O si LA Metro realmente quisiera torturar a las personas, incluidos sus trabajadores, podría tocar las muchas canciones pegadizas que se quedan todo el día en la cabeza, como las canciones “I Love You” o “Clean Up”, de Barney & Friends, “Everything Is Awesome!!” de Lego Movie, o incluso “It’s a Small World”, de Disney. Me disculpo si estas canciones ahora están dando vueltas en tu mente.

Lo único que se enfatiza repetidamente en la misión y los valores del metro es la seguridad pública. Es tarea de la agencia de transporte garantizar la seguridad de todas las personas que entran a la estación y viajan en sus trenes. Tocar música clásica todo el día no es una tortura, ni su volumen es una preocupación de seguridad. Si las estadísticas de la agencia son correctas y ha habido una reducción del 50% en los delitos, entonces está cumpliendo con su responsabilidad.

Si solo los defensores de las personas sin hogar pudieran concentrarse en encontrar viviendas para las más de 41,000 personas sin hogar que viven en las estaciones de metro de Los Ángeles, debajo de los puentes y en las calles en vez de quejarse de su incomodidad con el metro, tal vez podríamos desactivar permanentemente aquella oda al desalojo, “One Bourbon, One Scotch, One Beer”.

Comparte tu experiencia. ¿Qué canción o género musical te hace enloquecer?

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