Javascript is not enabled.

Javascript must be enabled to use this site. Please enable Javascript in your browser and try again.

Skip to content
Content starts here
CLOSE ×
Buscar
Leaving AARP.org Website

You are now leaving AARP.org and going to a website that is not operated by AARP. A different privacy policy and terms of service will apply.

El hombre que convierte las bicicletas antiguas en sonrisas

El voluntario Manuel Vera usó sus habilidades de reparación de bicicletas para retribuirle a su comunidad.


'Bike Man' repara y regala casi 600 bicicletas gratis

Manuel Vera, de 74 años, gerente de programas jubilado, que vive en Silver Spring, Maryland, convirtió su amor por las bicicletas y la reparación de ellas en una misión cuando vio una necesidad en su comunidad. Cuenta su historia a AARP. 

Al principio, solo quería hacer algo constructivo para mis vecinos, así que empecé a ofrecer ajustes gratuitos a bicicletas; ajustes, reparaciones, relubricación. No soy un mecánico profesional, pero siempre había disfrutado trabajar en bicicletas.  Me enseñé a mí mismo a los veinte años y, como jubilado, tenía tiempo. 

spinner image Image Alt Attribute

¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.

Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP

Nunca sería un mecánico en una tienda de bicicletas porque trabajo muy lento. Es el proceso lo que disfruto. Es un momento de tranquilidad para mí. 

Una noche, empecé a pensar en las bicicletas que mis vecinos no me estaban pidiendo que arregle,­­ las que sus hijos habían dejado al crecer o que se quedaron en el garaje. Así que empecé a recoger bicicletas usadas y arreglarlas. Así fue como comenzó el programa de bicicletas gratis. 

Mi primera distribución fue afuera de una iglesia local. Me paré allí cuando la misa acabó con cinco o seis bicicletas restauradas y un letrero que decía “Bicicletas gratis”. Se fueron bastante rápido. Después, me iba a un parque concurrido cerca de edificios de apartamentos de ingresos moderados. Cada dos o tres semanas, me presentaba con algunas bicicletas para regalar. No traté de determinar quién podía o no costear una bicicleta. Nunca conoces la situación de otra persona. Si alguien quería una de las bicicletas, se la podía quedar.  

Luego, en el 2021, el Gobierno de Afganistán cayó, y donde vivo en Maryland comenzó a recibir una afluencia de refugiados afganos, personas orgullosas que habían construido una vida en su tierra natal, pero estaban empezando de cero. Podía identificarme con salir del país y empezar de nuevo, porque había emigrado de Perú cuando era niño. Incluso cuando se trata de un cambio emocionante, sigue siendo aterrador. Así que me conecté con organizaciones que ayudan a reubicar a los refugiados y les ofrecí bicicletas. 

Hasta hoy, he regalado más de 550 bicicletas. Y las estoy proporcionando a los refugiados no solo de Afganistán, sino también de África, América Central, Ucrania e Irán. Me trae mucha satisfacción. He tenido momentos en los que alguien me ha dicho: “Me das esperanza”. Un joven, un refugiado de Siria, dijo: “Esta es la luz en la oscuridad”. 

He aprendido que no toma mucho ayudar a otra persona. Solo busca algo que necesiten: cortar el césped, hacerle el mercado. Esos pequeños momentos de bondad pueden cambiar el día o la vida de alguien.

—Según lo relatado a Leslie Quander Wooldridge

Unlock Access to AARP Members Edition

Join AARP to Continue

Already a Member?