Vida Sana
Después de sufrir varios derrames cerebrales en el 2009, recuperé mi habilidad de hablar, leer, escribir y contar, pero mi automóvil estuvo inactivo en la entrada de mi casa durante tres años, literalmente convirtiéndose en un nido de avispas, antes de que tuviera el valor suficiente para ponerme al volante.
Extrañé la sensación de independencia que la conducción brinda, pero tenía tantas preguntas sobre la decisión de volver a conducir: ¿Estaba mentalmente preparada para volver a hacerlo? ¿Todavía tenía las habilidades básicas necesarias? ¿Sería un peligro para mí misma y para los demás?
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El derrame cerebral me dejó con problemas cognitivos bastante graves. Tenía el nivel de concentración de un niño pequeño; problemas vestibulares; sobrecarga auditiva, que es cuando el cerebro no puede seguir el ritmo de la cantidad de información sensorial que recibe; y afasia, una enfermedad que afecta la capacidad de entender y procesar el lenguaje —solo por nombrar algunos—.
En un momento, alrededor de dos meses después de mi derrame cerebral, sin darme cuenta caminé hacia el tráfico, confundida por los sonidos y vistas competentes de la ciudad: motores de automóviles ruidosos, equipos de construcción reparando la carretera, charlas entre peatones, luz solar cegadora. Sabía que conducir no era seguro para mí.
Si has tenido un derrame cerebral, puedes, como yo, haberte preguntado cuándo y si es posible conducir de nuevo. A continuación, te explicamos lo que necesitas saber.
¿Cómo afecta un derrame cerebral la forma en que una persona conduce?
Cuando alguien tiene un derrame cerebral, dependiendo del tamaño y la ubicación del derrame, puede resultar en problemas con la atención visual, dificultad para determinar distancias, tiempos de reacción más lentos y desafíos para realizar varias tareas a la vez, todo lo cual puede afectar significativamente la capacidad de una persona para conducir de manera segura, dice el Dr. Abhishek Jaywant, un neuropsicólogo en Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian.
Si intentas conducir después de un derrame cerebral, puedes:
- Tener problemas para girar el volante o aplicar el freno
- Frustrarte o confundirte fácilmente mientras conduces
- Desplazarte entre los carriles
- Tener dificultades para pensar claramente sobre el tráfico a tu alrededor
- Tener una discapacidad visual, memoria reducida, juicio o concentración disminuidos
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