Vida Sana
Durante unos 40 años, mientras trabajan, la mayoría de las personas reciben el mismo consejo: acumular, acumular, acumular. Ahorrar tanto como sea posible, particularmente en cuentas con beneficios impositivos —como planes 401(k) y cuentas IIRA y Roth, y también en cuentas de corretaje que pagan impuestos— porque al llegar al final de los años de trabajo vas a tener que vivir con ese dinero durante dos o tres décadas.
Cuando llega la jubilación, tal vez hagas una fiesta, pero es probable que te preguntes de qué manera, exactamente, vas a completar esa etapa de tu vida.
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El consejo faltante es cómo diseñar una estrategia de retiros que no solo determine cuánto puedes gastar con comodidad anualmente, sino que también indique de forma específica de qué cuentas deberías retirar dinero y en qué momento. ¿Existe un orden particular? ¿Hay alguna fórmula secreta?
“En general, las personas no piensan en esto hasta que llega el momento de hacer retiros”, dice Isabel Barrow, asesora financiera para Edelman Financial Engines (EFE). Su colega Andy Smith, director ejecutivo de EFE (quien, para ser 100% transparente, patrocina mis pódcast HerMoney y Everyday Wealth), concuerda. “Te conviene más tratar de adelantarte un poco y pensar de qué cuentas vas a retirar dinero antes de llegar a ese punto”.
Tuve oportunidad de sentarme con ambos para hablar de los pasos importantes que deberían seguir todas las personas jubiladas o próximas a jubilarse.
Esto es lo que ellos recomiendan:
Paso 1: Conoce el panorama
Cuando se trata de impuestos, hay tres categorías básicas de cuentas. Cada una tiene reglas diferentes para depositar y retirar dinero. Probablemente ya las conozcas, pero, por las dudas, son estas:
- Cuentas imponibles: Estas son las cuentas de corretaje básicas (también las cuentas de Treasury Direct para los bonos I y los bonos de ahorro). En ellas depositas dinero sobre el cual ya has pagado el impuesto sobre los ingresos. Estas cuentas crecen, y debes pagar impuestos sobre todas las ganancias realizadas cada año. En las cuentas imponibles, puedes deducir las pérdidas dólar por dólar contra las ganancias y también contra un máximo de $3,000 en ingresos ordinarios. Esto se conoce como aprovechamiento de pérdidas para fines fiscales.
- Cuentas con impuestos diferidos: Estas son las cuentas 401(k), 403(b), 457, IRA, SEP-IRA y algunas otras cuentas para trabajadores independientes. Aquí, depositas el dinero antes de pagar impuestos. El dinero que inviertes crece sin pagar impuestos, y cuando haces retiros en la jubilación pagas los impuestos a la tasa correspondiente a tu nivel de ingresos en ese momento. Puedes comenzar a retirar dinero a los 59 años y medio sin pagar ninguna penalidad (antes de eso, por lo general hay una penalidad del 10%), y debes comenzar a hacer retiros obligatorios a los 73 años (reglamentación actual) en la forma de distribuciones mínimas obligatorias (RMD). La edad en que comienzan las distribuciones obligatorias aumentará a 75 en el 2033.
- Cuentas libres de impuestos: Estas son las cuentas Roth IRA y los planes Roth 401(k). Aquí, depositas dinero sobre el cual ya has pagado el impuesto a los ingresos. El dinero crece libre de impuestos. Nunca estás obligado a retirarlo. De hecho, puedes transferirlo a las generaciones futuras libre de impuestos, lo cual convierte a estas cuentas en una valiosa herramienta de planificación patrimonial.
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