Vida Sana
Quienes viven o trabajan en hogares de ancianos y centros de cuidados a largo plazo representan más de un tercio de los fallecidos a causa de COVID-19 en este país. En estos centros residenciales ha habido más de 240,000 casos confirmados del coronavirus y 50,000 muertes relacionadas con esta enfermedad (en inglés). Estos contagios y muertes han sucedido en miles de centros. Según datos del Gobierno publicados a principios de junio (en inglés), en aproximadamente uno de cada cuatro hogares de ancianos en Estados Unidos hubo al menos un caso, y en casi uno de cada cinco hogares hubo por lo menos una muerte relacionada con COVID-19.
¿Qué deberías hacer si se anuncia que en el centro de cuidados a largo plazo donde vive tu ser querido hay una persona enferma? Según Bill Sweeney, vicepresidente sénior de Asuntos Gubernamentales de AARP, la respuesta es “complicada”. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron directrices para la industria de hogares de ancianos sobre las maneras de abordar la COVID-19 en un centro de cuidados. Sin embargo, Sweeney dice que en todo el país las reacciones han sido “muy desiguales”.
¡ÚLTIMA OPORTUNIDAD! - Únete a AARP a precios del 2024; las tarifas aumentan en el 2025.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
“La labor que están haciendo algunos estados es buena y la de otros, pésima”, afirma. “Es impresionante cómo las directrices se están interpretando de maneras tan distintas”.
Según Margaret Barajas, defensora de cuidados a largo plazo de Pensilvania, también hay diferencias dentro de los estados. “Se están tomando decisiones poco coherentes en general” entre un condado y otro y entre los diversos centros residenciales, dice, “y eso es lo que resulta frustrante para las familias”.
Debido a estas discrepancias, los especialistas recomiendan que las familias y los representantes de los residentes de un centro de cuidados a largo plazo pidan información sobre cómo ese centro maneja los casos, y que se basen en esos datos para tomar decisiones. A continuación, algunos factores clave que deberías tener en cuenta.
¿Se hacen pruebas con regularidad a los residentes y al personal en ese establecimiento?
Antes de que un establecimiento pueda reaccionar a la presencia de un paciente con COVID-19, necesita saberlo; eso solo es posible si se realizan pruebas. “Si en los establecimientos no se hacen pruebas, decir que no existen casos positivos no significa mucho”, señala Sweeney.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) emitieron directrices (en inglés) sobre pruebas semanales para los residentes y el personal de los hogares de ancianos. Pero los estados cuentan con flexibilidad para decidir la manera en la que se implementarán las directrices. Como resultado, en todo el país ha habido una “variedad” de maneras de realizar pruebas, dice Elaine Ryan, vicepresidenta de Defensa de Derechos y Estrategias Estatales de AARP.
La mayoría de los estados no cumplieron la fecha límite de la Casa Blanca para realizar pruebas universales de línea base en los hogares de ancianos, dice Ryan, quien cita un informe de Associated Press. Ya sea por cuestiones de logística, acceso, costo o personal, la respuesta general ha sido “lamentablemente inadecuada”, indica Ryan, pues muchos estados todavía se demorarán semanas en terminar de realizar pruebas universales de línea base. En los centros de vivienda asistida —los que, a diferencia de los hogares de ancianos, son regulados por los estados y no por el Gobierno federal—, la situación de los índices de prueba es todavía más confusa.
Dadas las diferencias, es importante averiguar sobre los protocolos de prueba del establecimiento de tu ser querido y verificar si están de acuerdo con las directrices de los CDC sobre las pruebas en los hogares de ancianos.
Jennifer Schrack, profesora adjunta en la Facultad de Salud Pública de Johns Hopkins y especialista en epidemiología del envejecimiento, recomienda fijarse más en las pruebas que se realicen a los empleados, porque “en la actualidad, son uno de los medios principales por los que la COVID-19 se introduce en un centro”. Si bien los CMS recomiendan que se vuelvan a realizar pruebas a los empleados todas las semanas, Schrack dice que “si los suministros están disponibles, no es poco razonable creer que se le deberían hacer pruebas al personal todos los días; ellos son quienes entran y salen a diario, así que aunque su prueba dé negativa un día, podría ser positiva al día siguiente”.
También te puede interesar
Muchos cuidadores descuidan su salud
Los costos médicos y la falta de seguro son los principales factores, según un estudio.Los hogares de ancianos que atienden a minorías son más propensos a tener coronavirus, dice una experta
La disparidad surge en comparación con los hogares donde la mayoría de los residentes son blancos.Cuidadores: cómo manejar las mayores expectativas de cuidados durante la pandemia
Confía en tus instintos en los asuntos cotidianos, deja que los médicos se centren en la crisis actual.