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Cómo gestionar la transición del hospital a la rehabilitación y luego a casa

4 métodos para que los cambios sean más fáciles para los cuidadores y sus seres queridos.


 

Preparación para una hospitalización: planificación del alta

Hace poco ayudé a una amiga que ha estado gestionando la transición de su madre de un hospital a un centro de rehabilitación y de ahí a otro centro de rehabilitación que quiere darla de alta antes de que ella o la familia esté lista. Me recordó lo difícil que pueden ser las transiciones en el cuidado de un familiar. Tuve la experiencia personal de haber cuidado por largo tiempo tanto a mis padres como a mi hermana y pasé por muchas transiciones: algunas libres de problemas, y otras inesperadas y escabrosas. Los cuidadores desempeñan una función crucial para facilitar las transiciones, ya que aseguran que sus seres queridos se adapten y consigan el cuidado acertado en todo este proceso.

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Trasladar a un ser querido de un entorno de atención médica a otro es estresante para todos los que intervienen. Invariablemente se trata de un proceso complicado y confuso y, con frecuencia, he encontrado que la comunicación entre los hospitales, los centros y los cuidadores familiares es deficiente. Los cuidadores familiares somos la única presencia permanente en el equipo de atención médica de nuestros seres queridos. Sin embargo, con demasiada frecuencia, sentimos que nos dejan de lado cuando se encaran las transiciones. Es por eso que depende de nosotros ser proactivos.

Cuando nos enfrentamos con una transición de atención, la clave es la planificación, aunque solo tengas pocos días. Aquí presentamos algunas maneras de ayudar a tus seres queridos con las transiciones de atención.

1. Haz las averiguaciones con anticipación

Conviene estar familiarizado con los hospitales, centros de rehabilitación, centros de enfermería especializada y centros de vida asistida en la zona inmediata donde viven tus padres u otro ser querido. Habla con tus seres queridos acerca de sus preferencias, metas y, si fuera necesario, dónde desean recibir tratamiento, pasar la recuperación y vivir. Examina las evaluaciones de los centros certificados por Medicare en el sitio web Medicare Compare y habla con los parientes de personas que han estado en esos centros. Haz una lista de tres a cinco opciones. Con un poco de investigación básica de antemano reducirás tu nivel de estrés durante una crisis cuando tal vez debas tomar decisiones con rapidez.

2. Comienza a planear el alta cuando recién empieza el ingreso en el hospital o centro de rehabilitación

No esperes hasta que el alta médica sea inminente. Pide hablar con un planificador de altas médicas o trabajador social del hospital para que te ayude a planear los próximos pasos de tu ser querido, su atención médica, transporte al próximo lugar, cobertura de seguro y planes de pago.

Consigue ayuda. Si no puedes encargarte de todos los aspectos de la transición, ya sea por estar lejos o tener otras responsabilidades, considera solicitar ayuda a un administrador de atención geriátrica (enlace en inglés), especialista en cuidados de adultos mayores o administrador de casos vinculado al seguro.

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Determina el lugar y los costos. El objetivo es que tu ser querido sea lo más independiente posible durante el mayor tiempo posible, así que ten en cuenta su calidad de vida, sus metas, habilidades actuales (movilidad, función cognitiva), actividades de la vida diaria (ADL) y actividades instrumentales de la vida diaria (IADL, como conducir), rehabilitación, seguridad y necesidades de cuidados. ¿Cuál es el mejor lugar para tu ser querido en este momento? Obsérvalo en las sesiones de fisioterapia; habla con los médicos, terapeutas y los asistentes de cuidado personal. Determina la cobertura del seguro y los gastos de bolsillo. Toma la mejor decisión que puedas con la información y los recursos que tengas en ese momento.

Lista para la transición de cuidados 

• Contactar al planificador de altas médicas o trabajador social

• Evaluar opciones y planes con el paciente

• Hablar con profesionales médicos y terapeutas

• Conseguir lista impresa de medicamentos, recetas e instrucciones para el alta

• Buscar demostraciones e instrucción práctica sobre tareas de cuidado médico o de enfermería; fotos o videos

• Conseguir ropa y artículos personales adecuados

• Coordinar el transporte después del alta

• Verificar la transferencia del expediente médico entre centros o profesionales antes, durante y después de la transición

• Coordinar el próximo paso de atención:

  • Centro: visitar; evaluar servicios, residentes, visitantes, comidas, limpieza, certificaciones, clasificaciones, quejas, costos y cobertura de seguro
  • Hogar: entender la cobertura de seguro del cuidado domiciliario; coordinar modificaciones del hogar, equipos médicos, cuidado personal, atención médica, terapias, comidas, transporte, visitas y socialización, recetas médicas

• Transición a un centro de rehabilitación, centro de enfermería especializada, centro de vivienda asistida o vivienda grupal. Pregunta qué centros serían mejor para las necesidades específicas de tu ser querido en cuanto a los servicios que ofrecen, la proporción de pacientes por cada miembro del personal, el tipo y la frecuencia de los servicios de rehabilitación (agudos, subagudos, enfermería especializada, etc.), transporte, actividades y comidas. Ten en cuenta también las normas de visitas actuales, la ubicación y la conveniencia para que familiares y amigos puedan visitar. Evalúa los pasos que está adoptando el centro para proteger a los residentes de la COVID-19. De ser posible, haz una visita no programada para darte una idea del nivel de limpieza, la satisfacción de los residentes y las actitudes del personal. Solicita que el planificador de altas médicas facilite la transición.

• Transición a su hogar o al hogar de un familiar. Prepara el hogar y coordina los servicios domiciliarios. Pide al terapista físico y ocupacional o a un especialista certificado en envejecimiento en el hogar que te ayuden a evaluar la seguridad de la vivienda. Lee la Guía HomeFit de AARP para determinar si se necesitan modificaciones del hogar, tal como instalar rampas, pasamanos, iluminación, barras de agarre, etc. Consigue los equipos médicos (como silla de ruedas, andador, bastón, oxígeno, asiento de ducha, inodoro elevado) y averigua lo que cubre el seguro. Trata de tener estos artículos antes del alta. El planificador de altas médicas puede ayudarte a buscar servicios médicos domiciliarios y a entender la cobertura del seguro para servicios como atención primaria, servicios de laboratorio, radiografías y terapias (como fisioterapia, terapia ocupacional o terapia del habla). Es posible que inicialmente tu ser querido califique para tener a corto plazo auxiliares de cuidados en el hogar y otros servicios cubiertos por Medicare, pero tendrás que planear los cuidados futuros. Contacta a la oficina local de la agencia sobre envejecimiento (enlace en inglés) para preguntar sobre los servicios de apoyo a cuidadores y servicios asequibles basados en el hogar y la comunidad, y para pedirle que haga una evaluación de la vivienda.

3. Aboga por tu ser querido... y por ti mismo

En cualquier transición estarás abogando por tu ser querido, procurando que lo informen correctamente, que los planes velen por sus intereses y que reciba atención médica de calidad en el proceso.

Verifica la designación de ingreso. Si Medicare está pagando por el hospital de tu ser querido, averigua si está en "estado de observación" y cómo podría afectar la cobertura de Medicare si lo dan de alta para que pase a un centro de rehabilitación.

Entender el momento del alta. Si crees que a tu ser querido lo están dando el alta demasiado pronto, porque no está listo o porque no has tenido tiempo de decidir el próximo lugar, no te dejes intimidar. Puedes apelar la decisión. Habla con la compañía de seguro y con el trabajador social del hospital o del centro, o bien con la oficina de internaciones del hospital sobre el proceso de apelación.

Monitorea la atención médica y la comunicación. Asegúrate de que todo el expediente y la información médica de las enfermedades, los tratamientos, medicamentos y cuidados necesarios de tu ser querido se compartan entre el hospital, los centros y los proveedores de servicios de salud. Jamás des por sentado que hay comunicación o que se han trasladado los expedientes médicos. Monitorea que hayan seguido los planes y las instrucciones del alta.

Procura estar presente. Las investigaciones indican (enlace en inglés) que los pacientes realizan mejor el seguimiento si un cuidador familiar está presente para escuchar y anotar las instrucciones del alta en cuanto a medicamentos y cuidados. Así que proponte estar allí —ya sea en persona o virtualmente, por videollamada o teléfono— para cada transición. Si no puedes hacerlo, asegúrate de que un administrador de atención, familiar o amigo esté presente.

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Insiste en las tres "i": información, inclusión e instrucción.

• Información. Obtén copias impresas de toda la información pertinente, como la lista de medicamentos y recetas actuales de tu ser querido (marca si hubo cambios) y un resumen de su visita (diagnóstico, tratamiento, prognosis, cirugías, limitaciones, etc.), recomendaciones de rehabilitación y órdenes de alta. Toma nota de las citas de seguimiento programadas. Comparte esta información con los cuidadores siguientes (médicos, centros, auxiliares de cuidados en el hogar, cuidadores profesionales, etc.).

• Inclusión. Asegúrate de manera proactiva de que te incluyan en las discusiones de planificación de cuidados, y de estar informado de los cambios y decisiones. Si tienes un poder notarial de atención médica para tu ser querido, puedes tomar decisiones en su nombre.

• Instrucción. Se espera que casi la mitad de los cuidadores familiares tengan que encargarse de las tareas médicas y de enfermería de seguimiento, así que asegúrate de pedir instrucciones y capacitación detalladas (que, en algunos estados, es obligatorio por ley). Cuando a mi padre lo dieron el alta del hospital con una sonda de alimentación, me explicaron el procedimiento en apenas unos minutos. Era complicado y tuvimos que regresar al hospital muchas veces cuando la sonda se obstruía. Conseguí ayuda de las enfermeras de cuidado domiciliario, pero te aseguro que la vez siguiente que tuvimos una hospitalización, abogué más enérgicamente para conseguir la información que necesitaba para realizar mi tarea de cuidadora.

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4. Sé realista sobre el futuro 

A veces los hospitales, los centros de rehabilitación y los centros de enfermería no son realistas en cuanto al entorno que es mejor para nuestros seres queridos o cuánto puede encargarse la familia del cuidado futuro. Depende de ti mantenerte arraigado en la realidad. Aprendí a hacer muchas preguntas, a observar al ser querido en las sesiones de terapia, a monitorear sus medicamentos y a evaluar sus habilidades y a sopesarlo todo junto con sus necesidades, deseos y calidad de vida. Cuando evalúo la situación en casa y en los posibles centros, lo hago de manera realista. Si tú no puedes encargarte del cuidado directamente, no eres un fracaso. Estás cumpliendo igualmente tu función de cuidador al coordinar la atención médica. Como digo con frecuencia: "¡He aprendido que puedo hacer cualquier cosa, pero no puedo hacerlo todo!". Coordina el apoyo que necesitarás de los administradores de atención, proveedores de servicios de salud, parientes y amigos. Forma tu equipo.

Durante toda la transición, procura que una de tus prioridades primordiales sea cuidar de ti mismo. He sentido mucha ansiedad, estrés y agotamiento durante las transiciones, en especial después de una larga hospitalización en la que pasé el día y la noche enteros con mi ser querido. Aprendí por las malas que debo hacerme tiempo para cuidar de mí misma o, sin duda alguna, entro en crisis. Aunque algunas transiciones se dan mejor que otras, ninguna es perfecta. Simplemente haz lo mejor que puedas con la información que puedes reunir. Siempre es posible tomar nuevas decisiones cuando cambia la situación.

Preguntas que debes hacer al médico, personal de enfermería, trabajador social o planificador de altas médicas sobre tus seres queridos antes del alta

  • ¿Cuáles son sus enfermedades, diagnósticos y pronósticos actuales?
  • ¿Hay opciones de tratamiento que deberíamos considerar para el futuro?
  • ¿Qué nuevos medicamentos están tomando y por qué? ¿Hay efectos secundarios que debería tener en cuenta?
  • ¿Hay restricciones nutricionales o alguna actividad que no puedan hacer?
  • ¿Qué cosas relacionadas con su cuidado de la salud y rehabilitación debo vigilar? ¿Hay alguna señal de alarma que indique que algo no está bien?
  • ¿Qué médicos necesitarán visitar? ¿Cuándo deben visitarlos para su seguimiento?
  • ¿Quién me enseñará a realizar las tareas médicas o de enfermería que debo hacer?
  • ¿Podrán vivir de manera independiente de inmediato? ¿Más adelante? ¿Nunca?
  • ¿Qué tipo de rehabilitación necesitarán?
  • En tu opinión, ¿cuál es el mejor entorno de cuidados para ellos y por qué (su hogar, el hogar de un familiar, centro de vida asistida, centro de enfermería especializada, vivienda grupal, etc.)? ¿Recomiendas centros específicos? ¿Qué te gusta de ellos?
  • ¿Qué cubrirá el seguro médico en su próximo entorno de atención?
  • Si van a casa, ¿qué debo hacer para prepararme, incluidos los equipos o suministros médicos necesarios y las preocupaciones de seguridad que deben abordarse?
  • ¿Dónde puedo obtener los suministros o equipos médicos que necesitan? ¿Cómo se pagarán?

Nota de redacción: Este artículo, publicado originalmente el 27 de octubre del 2021, ha sido actualizado con información adicional por el escritor.

 

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