Vida Sana
Cuándo ir al hospital
La gripe puede hacerte sentir pésimo y débil. Pero ¿cómo saber que has empeorado y necesitas ayuda?
Tener dificultad para respirar después de poco —o ningún— esfuerzo es una señal de alerta. “Tener dificultades para respirar cuando comes o no poder llevar una conversación normal porque sientes que te falta el aire son señales de que necesitas buscar ayuda”, dice el Dr. Joseph Gastaldo, de OhioHealth.
Lo mismo ocurre con la fiebre no controlada, especialmente si desaparece, pero vuelve más tarde. “La fiebre es potencialmente peligrosa para las personas mayores”, dice Gastaldo. Eso se debe a que provoca sudoración y deshidratación, lo que puede reducir la cantidad de sangre en el cuerpo y sobrecargar al corazón.
Los CDC también recomiendan que busques atención inmediata si experimentas alguno de los siguientes síntomas con la gripe:
- Dolor/presión persistente en el pecho o el abdomen
- Mareos y confusión
- Convulsiones
- Retención urinaria
- Dolor muscular extremo
- Debilidad o inestabilidad intensas
- Tos que mejora, pero luego vuelve o empeora
- Enfermedades crónicas que empeoran
| La temporada de gripe del año pasado fue una de las más leves de la historia, un aspecto positivo excepcional de la pandemia de COVID-19. Pero la temporada 2021-2022 podría ser notable, especialmente para los adultos mayores, que son más propensos a la gripe y sus complicaciones. “Este año, las escuelas y los negocios están abiertos, las personas han salido más de casa y no todos están siguiendo las órdenes de uso de mascarillas”, dice el Dr. Joseph Gastaldo, jefe del Sistema de Enfermedades Infecciosas en OhioHealth, un sistema de atención médica en el centro de Ohio.
“Según la gravedad de la temporada de gripe, entre 750,000 y 1 millón de personas son hospitalizadas cada temporada de gripe en Estados Unidos, y entre 30,000 y 80,000 fallecen debido a esta enfermedad”, dice el Dr. Ryan Oyer, especialista en enfermedades infecciosas de Kaiser Permanente en Denver. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente el 90% de estas muertes, así como entre el 50 y el 70% de las hospitalizaciones relacionadas con la gripe, ocurren entre las personas de 65 años o más.
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Cómo empeora la enfermedad
La gripe misma puede ser mortal para pacientes vulnerables debido a sus problemas de respiración y a la deshidratación. Pero las complicaciones como la neumonía son las que de verdad causan la muerte.
Comienza con inflamación. “El cuerpo se inflama debido a la gripe, para combatir la infección”, afirma el Dr. William Schaffner, profesor de medicina preventiva y enfermedades infecciosas del Centro Médico de Vanderbilt University y director médico de la National Foundation for Infectious Diseases. Eso causa las molestias, los dolores y las dificultades para respirar que te hacen sentir como que has luchado en una batalla.
El virus de la gripe también se adhiere a las células que revisten las mucosas en la nariz, la parte de atrás de la garganta y los bronquios, y las infecta, explica Schaffner. Por lo general estas células expulsan del cuerpo los virus infecciosos a través de la nariz o la boca, o la persona se los traga. Pero cuando las células están afectadas por la gripe, permiten que las bacterias se deslicen hasta los bronquios y desencadenen una infección secundaria en los pulmones.
Lamentablemente, estar acostado en la cama hace que las personas, en particular quienes tienen la salud más delicada, sean más sensibles a la neumonía. “No tosemos tan enérgicamente cuando estamos acostados”, señala Schaffner. “No eliminamos nuestras secreciones de manera efectiva cuando estamos en esta posición”.
Y la situación puede empeorar a partir de ahí. Cuando aparece la infección, las bacterias pueden obstruir los sacos de aire en los pulmones. Eso no solo dificulta la respiración, sino que también puede permitir que las bacterias escapen al torrente sanguíneo, causen una infección conocida como sepsis y, a la larga, lleven a una insuficiencia orgánica.
“Cuando eso les pasa a personas de edad avanzada o a quienes tienen enfermedades preexistentes, las tasas de mortalidad pueden ser de entre un 10 y un 20%, a pesar del hecho de que tenemos disponibles buenos antibióticos”, dice Schaffner.
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