¿Cómo tu esposa se ha involucrado en el cuidado y en mantener los regímenes de alimentación?
Mi esposa siempre ha estado pendiente, incluso antes de ser diagnosticado. Es muy cuidadosa con eso [alimentación] y a veces aprieta de más, y yo trato de hacerle trampa, pero no es recomendable [risas]. Si ve que me estoy descarrilando un poco pues va mi regaño. Definitivamente, ha sido una bendición.
¿Crees que pudiste haber hecho algo para evitar la enfermedad?
Pues mira no, lo que tengo que luchar por evitar son las consecuencias. Yo lo vi en mi familia, mi mamá de hecho fue una de las más afectadas. Vengo con herencia, así que tengo que tener mucho cuidado.
¿Qué es lo que más te preocupa de la condición?
Lo que me preocupa es tener una vejez complicada, porque a la vez tú le complicas la vida a quien está contigo y a la familia en general. No tener la movilidad, tener problemas respiratorios. Dios me bendiga que no tengan que amputarme alguna extremidad, una cosa de esas, definitivamente a eso sí se le tiene mucho respeto.
La comunidad hispana figura entre las más afectadas por los altos índices de diabetes tipo 2. ¿Por qué crees que las cifras siguen en aumento?
Es una realidad y pienso que le gente tiene que tomarlo en serio y cuidarse. Tú sabes que el peor enemigo de la salud es la juventud. Porque tú te sientes joven, estás fuerte, estás en la plenitud, y entonces todo ‘te resbala’ [no te importa].
Gracias a tu disciplina y conciencia sobre la enfermedad, hoy puedes celebrar tus cuarenta años en la música. ¿Recuerdas cómo fue la primera vez que cantaste en público?
Bueno, no era necesariamente un concierto fue un baile que organizamos en una casa, y recuerdo, como si fuera hoy, que empezamos a tocar y todo iba bien hasta que llegó la hora de cantar un bolero y yo no me fijé que la tonalidad estaba muy alta para mí.
Cuando empecé a cantar y me doy cuenta que viene la parte más dramática de la canción, pues mandé a parar la banda porque yo no podía dar la nota. No te puedo contar la reacción del público, no fue necesariamente muy agradable.
A lo largo de estos cuarenta años, ¿has recibido algún regalo de un fan, algo que guardes con cariño?
Mi mamá era muy devota del Divino Niño y recuerdo que la segunda Navidad, después de ella morir , fui con mi señora a República Dominicana. Un señor estaba vendiendo algo fuera de su casa y me dijo: ‘Gilberto, me gustaría invitarte a que entres a mi casa y te sientes con nosotros’.
Yo entré y quién te dice que me hizo un regalo, con muchísimo cariño, y era una estampilla del Divino Niño. Me dijo: ‘quiero que tú guardes esto con mucho cariño’. Todavía la tengo, la mantengo en la cartera. Me emocionó mucho porque no me conocía de nada, más que de la música, y esa conexión con mi mamá nunca se me va a olvidar.
¿Crees que fue una señal de tu mamá?
A mí me gusta pensar en eso siempre. Pienso que ella está ahí, siempre pendiente, siempre he dicho: ‘esa es Ana María’. Ella se llamaba Ana María. Digo: 'esa es Ana María, moviéndose allá arriba para que me pasen cosas bonitas´.
A veces pasan cosas, proyectos que tú ni te los crees y digo: ‘eso es Ana María allá arriba molestando al Señor: ¡mira, ahí está mi hijo!’
También te puede interesar
10 consejos para ganarle a la diabetes
Aquí te decimos cómo prevenir o manejar la enfermedad.Nuevas normas para la diabetes causan revuelo
Una importante asociación médica recomienda flexibilizar el control de la azúcar en la sangre.
Gilberto Santa Rosa celebra 40 años en la música
El salsero puertorriqueño recuerda momentos especiales en su carrera.