4. Triquiasis
La triquiasis es una condición en la que la piel del párpado pierde elasticidad y las pestañas crecen hacia adentro, hacia el ojo. Las pestañas pueden rozar la córnea o la conjuntiva (la delgada superficie interior de los párpados), lo que provoca irritación, como enrojecimiento y lagrimeo, y sensibilidad a la luz o abrasión corneal. La triquiasis también puede surgir por una infección ocular o una lesión en el ojo.
El tratamiento incluye remover manualmente las molestas pestañas con unas pinzas tipo fórceps, un procedimiento que se realiza en el consultorio. En ciertos casos, si tus pestañas insisten en crecer hacia tu ojo, se puede utilizar la electrólisis o la criocirugía.
5. Fatiga visual
Cuando tus ojos se fatigan por el uso excesivo, pueden sentirse secos, con comezón, doloridos y cansados. También pueden arder. El conducir largas distancias, la visión sin corregir y el forzar la vista en poca luz pueden ser los culpables, pero quizás la causa más común de fatiga visual sea el uso prolongado de aparatos digitales.
Datos recientes sugieren que dos tercios de las personas experimentan fatiga visual digital al usar sus teléfonos, computadoras u otros dispositivos durante casi 10 horas al día. (Parece que trabajar desde casa te hace más propenso a la fatiga visual). La incomodidad generalmente disminuye una vez que descansas tus ojos. Otros remedios incluyen:
- Parpadear más a menudo.
- Seguir la regla 20-20-20 (por cada 20 minutos que pasas mirando una pantalla, mira algo que esté a 20 pies de distancia durante 20 segundos).
- Usar gotas lubricantes para los ojos.
6. Blefaritis
Este nombre que suena tan extraño es en realidad un trastorno muy común en el que los bordes de los párpados se inflaman. Se cree que la blefaritis está asociada con las bacterias del párpado o la caspa, y es más común entre las personas con ciertos trastornos de la piel, como la dermatitis seborreica y la rosácea. Aunque las personas de cualquier edad pueden tener blefaritis, ser mayor de 50 años aumenta tu riesgo.
Una de las principales causas de blefaritis en la población mayor es la presencia de demodex, ácaros microscópicos que se encuentran en los folículos de las pestañas. En un estudio de adultos mayores (en inglés), el 70% tenía estos ácaros, junto con sequedad, picazón, irritación y dolor.
En muchos casos, la blefaritis se puede controlar con:
- Lavado diario cerca de la línea de las pestañas.
- Compresas calientes.
- Abordando una condición subyacente de la piel.
Puede que se necesite un tratamiento oral de antibióticos si estos métodos no mejoran la condición.
7. Ojos llorosos
El nombre médico oficial para los ojos llorosos es epífora. Los cambios asociados con la edad, como el párpado caído y los conductos lagrimales bloqueados, pueden hacer que sea más probable tener los ojos llorosos. Irónicamente, el síndrome de ojo seco también es una causa frecuente de ojos llorosos (la sequedad provoca que las glándulas produzcan más lágrimas). En investigaciones con adultos, más de la mitad de las personas que visitaron una clínica con ojos llorosos tenían más de 60 años.
El tratamiento implica tratar el ojo seco o la cirugía de párpados o conductos lagrimales.
¿Cuáles son los problemas oculares más graves relacionados con la edad?
8. Glaucoma
Una de las principales causas de ceguera en las personas mayores de 60 años, el glaucoma generalmente aparece cuando el líquido no se drena correctamente, lo que lleva a una acumulación de presión que puede dañar el nervio óptico. Esta enfermedad, indolora y sigilosa (se la conoce como el “ladrón silencioso de la vista”), afecta a 3 millones de personas en el país, pero solo la mitad sabe que la padece. El glaucoma suele afectar a ambos ojos (aunque no al mismo tiempo) y puede provocar pérdida de la visión periférica y, sin intervención, ceguera total.
Los exámenes oculares regulares son fundamentales, ya que la ceguera se puede prevenir con un tratamiento temprano. Las gotas para los ojos recetadas y la terapia láser pueden ayudar a disminuir la presión ocular.
Un escaneo ocular mostrando degeneración macular.
Peter Dazeley/Getty Images
9. Degeneración macular asociada con la edad
Otra causa importante de pérdida de visión, la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) afecta a casi 20 millones de personas en Estados Unidos. Esta enfermedad daña la mácula, en el centro de la retina, que es responsable de nuestra visión directa y la mayoría de nuestra visión de color. A medida que avanza la enfermedad, puede causar visión borrosa u ondulada y eventualmente pérdida de la visión central.
Hay dos tipos de DMRE: seca y húmeda. La mayoría de las personas tienen DMRE seca, en la que partes de la mácula se adelgazan y pequeños grupos de proteínas llamados drusen crecen y nublan la visión central. En etapas avanzadas, esto puede convertirse en DMRE húmeda, en la que crecen vasos sanguíneos anormales debajo de la mácula y provocan la filtración de fluido y sangre.
No existe una cura conocida, pero hay formas de reducir tu riesgo y posiblemente retrasar la progresión de la enfermedad, entre ellas, mantener una dieta saludable, hacer ejercicio, no fumar y proteger los ojos de los dañinos rayos UV.
Los oftalmólogos están atentos a la DMRE durante un examen de visión completo. Ciertos tipos de DMRE se pueden tratar con inyecciones de medicamento y terapia fotodinámica, que utiliza un láser y un medicamento especial que funciona cuando se expone a un tipo específico de luz. Los dispositivos para poca visión y las estrategias de estilo de vida (como etiquetar objetos con pegatinas de colores) pueden mejorar el funcionamiento diario.
10. Retinopatía diabética
Un trastorno que se presenta en las personas con diabetes tipo 1 o 2, la retinopatía diabética ocurre cuando el exceso de glucosa daña los vasos sanguíneos de la retina. Un estudio reciente (en inglés) estimó que casi 10 millones de personas en el país tienen retinopatía diabética, lo que equivale a que 1 de cada 4 personas con diabetes padece la enfermedad. Estos vasos sanguíneos dañados pueden hincharse y filtrar sangre y otros líquidos hacia la retina, lo que causa visión nublada y, a veces, moscas volantes o visión borrosa.
Con el tiempo, los síntomas aumentan en gravedad y es posible que experimentes manchas oscuras o áreas vacías en tu visión, o incluso pierdas la vista. Si te diagnostican con diabetes tipo 1, hazte un examen con dilatación de pupilas dentro de cinco años; para aquellos con diabetes tipo 2, haz una cita con tu oftalmólogo u optometrista de inmediato. Mantener tu diabetes bajo control y monitorear la salud de tus ojos a través de exámenes regulares es la mejor manera de preservar tu vista.
11. Retina desprendida
Este problema ocurre cuando la retina se separa de su soporte subyacente en la parte posterior del ojo. A medida que envejecemos, el vítreo (el líquido gelatinoso en el centro del ojo) sufre un cambio de textura y se encoge; a veces esto hace que la retina se desprenda. Las investigaciones muestran que esto se vuelve más común entre los 50 y 60 años (en inglés). Puedes tener un mayor riesgo de desprendimiento de retina si tienes:
- Retinopatía diabética.
- Un historial de cirugía de cataratas.
- Una lesión en el ojo.
El desprendimiento de retina no duele, pero cuanto más tiempo se deja sin tratar, mayor es el riesgo de pérdida permanente de la visión.
El desprendimiento de retina se considera una emergencia médica. Si notas síntomas de alerta (la aparición repentina de muchas moscas volantes y destellos, visión disminuida o la sensación de una cortina sombreada sobre los ojos), comunícate con un oftalmólogo de inmediato. Tu médico puede verificar esto a través de un examen de ojos. El tratamiento puede incluir un procedimiento de congelación o cirugía, dependiendo de cuán grave sea el caso.
También te puede interesar
Evita los mayores riesgos para tu salud
Estas son las amenazas más mortales para las personas de entre 50 y 60 años y cómo evitar que te ocurran.
3 enfermedades oculares comunes que aumentan el riesgo de caídas
Según un estudio, las probabilidades de sufrir una caída son un 33% más altas para quienes tienen estos problemas.
¿Podrías tener sensibilidad a la luz?
Lo que tus ojos te pueden estar diciendo si el resplandor te molesta.