Vida Sana
| Antes de la COVID-19, probablemente no pasaste mucho tiempo pensando en las vacunas —ni horas hablando de ellas—. Eran solo algo que tenías que enfrentar cuando ibas a hacerte tu chequeo anual.
La pandemia de coronavirus —y el extraordinario desarrollo de nuevas vacunas para combatir el virus— cambió esa situación. De repente, estábamos haciendo preguntas sobre cómo se desarrollan las vacunas, sus posibles efectos secundarios y cómo evaluar la eficacia.
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Los expertos y los proveedores de atención médica dicen que gran parte de lo que hemos aprendido sobre la vacuna contra la COVID-19 también se aplica a otras vacunas recomendadas, y esperan que esas lecciones ayuden a alentar a las personas en Estados Unidos a mantenerse al día con todas sus vacunas.
“Cuando la gente envejece, tendemos a ver que las tasas de vacunación disminuyen”, dice la Dra. Ranit Mishori, profesora de Medicina Familiar en la Facultad de Medicina de Georgetown University. Y eso es desalentador, agrega, ya que estas vacunas no son solo algo que necesitas a lo largo de tu vida. “También son increíblemente eficaces para los adultos mayores”.
Estas son siete lecciones importantes que hemos aprendido sobre las vacunas durante la COVID-19.
1. Envejecer significa que necesitas algunas vacunas más que nunca
Los adultos mayores no solo han demostrado ser los más vulnerables a la COVID-19 —el 95% de todas las muertes por el virus ocurren en personas de 50 años o más—, sino que también son más susceptibles a otros tipos de enfermedades debido a la manera en que su sistema inmunitario se debilita con la edad, explica Mishori.
Además, los adultos mayores tienen más probabilidades de tener otras enfermedades —como diabetes, enfermedades cardíacas o presión arterial alta— que aumentan la posibilidad de sufrir complicaciones por una enfermedad, ya sea COVID-19, gripe o neumonía. Por esas razones, los expertos dicen que es fundamental que los adultos mayores reciban todas las vacunas recomendadas a tiempo.
La disminución de la inmunidad que ocurre con la edad también es la razón por la que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan algunas vacunas solo para las personas de 65 años o más, como la vacuna antineumocócica. “No es que tengas más probabilidades de contraer una infección neumocócica” que las personas más jóvenes, dice Mishori. “Es que si tienes una con una edad avanzada y un sistema inmunitario debilitado, es más probable que tengas complicaciones”.
La vacuna contra la culebrilla es otra recomendada solo para los adultos mayores, específicamente para las personas de 50 años o más. Causada por el mismo virus que la varicela, permanece latente en tu cuerpo durante décadas. Luego, a medida que envejeces y tu sistema inmunitario se debilita, aparece como una dolorosa erupción con ampollas. “Las vacunas son realmente esenciales para los adultos mayores porque tu cuerpo no es tan hábil para activar el sistema inmunitario”, dice Mishori. “Necesitas ese impulso adicional de una vacuna”.
2. Algunas funcionan mejor que otras
Es un hecho: debido a su respuesta inmunitaria más débil, las personas de 65 años o más también reciben menos protección de ciertas vacunas. La vacuna estándar contra la gripe, por ejemplo, ha demostrado estimular una respuesta inmunitaria menos robusta en los adultos mayores. Por esa razón, los CDC recomiendan la vacuna coadyuvada contra la gripe o la versión de dosis alta para las personas de 65 años o más. Ambas están formuladas específicamente para estimular más anticuerpos para combatir la gripe.
En un estudio, los participantes de 65 años o más que recibieron la vacuna de dosis alta contra la gripe tuvieron un 24% menos de enfermedades gripales, en comparación con los que recibieron la vacuna estándar.
Pero también están las dos dosis de las vacunas contra la COVID-19, que tienen una eficacia muy alta para todos los grupos de edad en los que se han probado hasta ahora. Parte de su éxito puede deberse a su nueva tecnología ARNm, dice L.J. Tan, investigador médico y director de estrategias de la Immunization Action Coalition. La vacuna de Pfizer-BioNTech demostró ser un 95% eficaz tanto en adultos mayores como en adultos más jóvenes, mientras que la vacuna de Moderna mostró solo una leve disminución en la eficacia entre las personas de 65 años o más.
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