Vida Sana
La pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto negativo en la salud bucal. Debido al miedo a contagiarse, las personas dejaron de ir al dentista, o simplemente no pudieron ir porque los consultorios dentales estaban cerrados. Las consecuencias se están viendo ahora.
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En el 2021, el Health Policy Institute de la American Dental Association (ADA) encuestó a un grupo de dentistas (en inglés). Más del 30% dijeron que sus pacientes tenían más deterioro dental —caries y enfermedad periodontal (de las encías)— que antes de la pandemia. Entre los encuestados, más del 70% dijeron que habían visto un marcado aumento en los trastornos relacionados con el estrés, entre ellos, apretar y rechinar los dientes. Estos dentistas también informaron haber observado un aumento en la cantidad de dientes astillados o rotos y en los síntomas de trastornos de la articulación temporomandibular, como dolores de cabeza y dolor en la mandíbula.
El deterioro dental es el daño a la superficie del diente, llamada esmalte. Ocurre cuando las bacterias en la boca producen ácidos que atacan el esmalte de los dientes. Cuando esas bacterias se combinan con alimentos, forman una película suave y pegajosa llamada placa dental. Las bacterias en la placa usan los azúcares y los almidones presentes en lo que comes y bebes para producir ácidos, que pueden corroer los minerales del esmalte de los dientes. Con el tiempo, la placa que no se elimina puede hacerse más sólida y convertirse en sarro o tártaro. La placa y el sarro no solo pueden erosionar los dientes, sino que también pueden irritar las encías y causar enfermedad periodontal.
“La American Dental Association recomienda dos visitas anuales al dentista para evitar el deterioro”, dice Leena Palomo, profesora y jefa de Periodoncia e Implantes Dentales en la Facultad de Odontología de New York University. Mantener la buena salud dental requiere el cuidado diario, incluido el cepillado y uso regular de hilo dental, y puede ayudarte a vigilar los dientes y descubrir cualquier problema incipiente. Cuanto más temprano se detectan los problemas, más probable es que el dentista pueda tratarlos con buen resultado. Una vez que comienzas a ver o sentir un problema, como sensibilidad dental o sangrado de las encías, es posible que el daño ya se haya producido, agrega Palomo.
Estas son algunas de las señales de advertencia de deterioro dental.
1. Sensibilidad a alimentos o bebidas calientes, fríos o dulces
Los dientes sanos, según la ADA, contienen una capa de esmalte que protege la corona, es decir, la parte del diente por encima de la línea de la encía. Debajo de la encía, hay una capa llamada cemento dental que protege las raíces de los dientes. La dentina, que es menos densa que el esmalte y el cemento dental, es la capa que se encuentra debajo del esmalte. Está compuesta de canales o tubos huecos microscópicos, muy pequeños. Cuando la dentina, que está protegida por el esmalte y el cemento, queda expuesta, la sensibilidad a alimentos y bebidas fríos, calientes, dulces y pegajosos puede llegar a los nervios y a las células dentro del diente y causar hipersensibilidad. “Si no consultas al dentista cuando comienzas a sentir sensibilidad en los dientes, llegará un punto en el que no querrás comer algunos de tus alimentos favoritos”, dice Palomo.
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