Vida Sana
Hacer una prueba médica en casa puede parecerte como si estuvieras "jugando al doctor", pero no debería ser así. Incluso antes de que la pandemia convirtiera el hisopado nasal en un arte, muchas personas compraban pruebas de venta directa al consumidor para evaluar varios aspectos de la salud, como averiguar sus niveles de colesterol y hormonas o determinar si están embarazadas o si tienen apnea del sueño.
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Según la Encuesta nacional sobre el envejecimiento del 2022 (National Poll on Healthy Aging, en inglés) realizada por el Institute for Healthcare Policy and Innovation de la Universidad de Míchigan en colaboración con AARP, casi la mitad de los adultos mayores encuestados habían comprado al menos un tipo de prueba de salud para hacer en casa y la mayoría (82%) dijeron que estaban dispuestos a hacerlo en el futuro. Es fácil comprender por qué.
“Estas pruebas suelen ser más convenientes que acudir a una cita médica tradicional y pueden hacerse en la privacidad del hogar”, comenta el Dr. Jeffrey Kullgren, director de la Encuesta nacional sobre el envejecimiento y subdirector de Investigación e Innovación de la División de Medicina General de la Universidad de Míchigan. Además, “los avances en la tecnología han hecho posible detectar más enfermedades o factores de riesgo en casa”.
La conveniencia es una ventaja, por supuesto, y la tecnología optimizada es fundamental. Pero ¿son confiables las pruebas para hacer en casa? La respuesta a esa pregunta se puede encontrar dentro del empaque, en la letra pequeña que —seamos sinceros— a nadie le gusta leer.
“Los consumidores deberían verificar si la prueba está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. y de qué forma se podría divulgar su información de salud o genética”, advierte Indira Venkat, vicepresidenta sénior de AARP Research.
Leer el folleto del paquete no es la única forma de averiguar si la FDA regula una cierta prueba. También puedes preguntarle a tu farmacéutico, contactar al fabricante de la prueba o consultar la base de datos de pruebas en el hogar aprobadas por la FDA en su página web (en inglés). (Aquí se indican las pruebas de detección de COVID-19 —en inglés—autorizadas por la FDA).
Cualquiera que sea el método que escojas, ten presente que aunque la prueba tenga la aprobación de la FDA, no significa que esté bien pasar por alto a tu proveedor de atención médica.
“Habla por anticipado con tu médico o tu proveedor de atención médica sobre cualquier prueba para hacer en casa”, aconseja Kullgren. “Si bien hay ocasiones en que la prueba en el hogar puede ser una buena opción, hay otros momentos en que la evaluación de un profesional médico será la forma más rápida y efectiva de identificar riesgos de futuras enfermedades o la causa de un nuevo síntoma”.
Lo mismo se aconseja sobre la divulgación de los resultados de las pruebas para hacer en casa. Kullgren dice que deben discutirse con tu médico para determinar si se necesitan pruebas o tratamientos adicionales.
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