4 señales de advertencia que podrían indicar cáncer de vejiga

La primera señal de cáncer de vejiga puede ser la sangre que se observa en el flujo de orina o en la taza del inodoro. Por lo general, es de color rosa o rojo y no suele provocar ningún dolor, dice Bochner. "La mayoría de las personas se sienten perfectamente bien... [por lo que] a veces piensan: bueno, puede que haya hecho un esfuerzo excesivo o algo que causó eso", añade.

A menudo, la sangre no vuelve a aparecer durante días o semanas. Mientras tanto, dice Bochner, muchas personas piensan que "no debe ser tan importante, porque desapareció". Incluso la sangre visible generalmente tiene una explicación distinta al cáncer, pero siempre debes averiguar cuál es esa explicación, dice Lotan. El consejo de Bochner: llama a tu médico la primera vez que creas haber visto sangre.

3. Problemas para orinar

Si bien es menos común que la sangre en la orina, los cambios en los patrones de micción también pueden ser señales tempranas de cáncer de vejiga. Estos cambios pueden incluir que orines con más frecuencia, que te despiertes varias veces para orinar por la noche, que tengas la sensación de tener que orinar aunque no lo hagas o que el flujo de orina sea débil. Si algunos de esos síntomas les suenan familiares a muchos adultos mayores, es porque son señales comunes de otros problemas que se vuelven más frecuentes con la edad.

"El hecho de que ciertos síntomas sean comunes no significa que sean normales", dice Lotan. Estos cambios rara vez indican cáncer. Las causas más comunes incluyen infecciones, vejiga hiperactiva y, en los hombres, agrandamiento de la próstata.

4. Dolor

La mayoría de las personas con cáncer de vejiga temprano no sienten dolor. Pero a veces, el cáncer puede causar dolor al orinar o dolor en el costado entre el abdomen y la parte inferior de la espalda en un lado. Es más probable que el dolor al orinar se deba a una infección, y el dolor en el costado puede tener muchas causas diferentes, desde infección hasta artritis y enfermedad de la vesícula biliar. Pero tales síntomas siempre deben ser revisados.

Algunas personas con cáncer de vejiga no notan síntomas hasta que su cáncer está más avanzado. Según la American Cancer Society, el cáncer avanzado puede causar síntomas como pérdida de peso, pérdida de apetito, pies hinchados y dolor de huesos.

¿Qué sucede a continuación?

Si tus síntomas no tienen otra buena explicación, tu médico de cabecera puede enviarte a un urólogo especializado en problemas de las vías urinarias. Tus médicos te preguntarán sobre tus síntomas y tu historial médico y personal. El examen que te hagan puede depender en parte de cuán alto sea tu riesgo de cáncer de vejiga, dice Lotan.

Los adultos mayores y las personas que fuman o han fumado tienen un riesgo más alto que los jóvenes o los que nunca han fumado. Según la American Cancer Society, las personas expuestas a ciertas sustancias químicas que causan cáncer en su trabajo también tienen un mayor riesgo, incluidas las personas que han trabajado en la fabricación de tintes, caucho, cuero, textiles y pintura. Los peluqueros, que están expuestos a los tintes, y los camioneros, expuestos a los gases del diésel, también tienen un riesgo más alto de lo habitual.

(Si te preguntas cómo el humo de cigarrillo y otras toxinas causan cáncer de vejiga, la respuesta, dice Bochner, es la exposición más el tiempo: tu cuerpo concentra toxinas en la orina, que luego se asientan en tu vejiga el tiempo suficiente para causar daño).

Para detectar o descartar el cáncer de vejiga, es posible que te hagan varias pruebas, como una tomografía computarizada, una resonancia magnética o una ecografía y análisis de orina para buscar células anormales que podrían ser cancerosas.

Una prueba más definitiva es un procedimiento llamado cistoscopia, en el que un médico mira dentro de la vejiga usando un tubo delgado con luz que se pasa a través de la uretra. Si tienes cáncer, a menudo es visible como un tumor similar a una coliflor o un parche rojo plano, dice Lotan. El siguiente paso sería una biopsia y la extirpación del tumor visible, que luego se examina en un laboratorio. Con esa información, tú y tu equipo médico pueden comenzar a planificar tu tratamiento.

Tratamiento para el cáncer de vejiga

Las opciones dependen de cuánto haya avanzado el cáncer. Según la American Cancer Society, aproximadamente la mitad de los cánceres de vejiga se detectan antes de que se propaguen más allá del revestimiento interno de la vejiga. Estos se llaman cánceres localizados o no invasivos. Otro tercio se ha extendido a capas más profundas, pero no más allá de la vejiga. En la mayoría de los casos restantes, el cáncer ha llegado a los tejidos o ganglios linfáticos cercanos, pero no más allá.

Algunas personas con cáncer de vejiga temprano necesitan solo unas pocas semanas de un medicamento de quimioterapia, administrado directamente en la vejiga justo después del diagnóstico, y los estudios sugieren que algunos pacientes pueden necesitar solo una dosis, dice Pietzak. Otros recibirán más quimioterapia o tratamientos con un germen relacionado con la tuberculosis, llamado BCG (bacilo de Calmette y Guérin). El BCG se administra directamente en la vejiga y puede estimular el sistema inmunitario para que ataque las células cancerosas. La radiación también es una posibilidad.

Las personas con cáncer que ha invadido la pared muscular de la vejiga pueden necesitar que se les extirpe toda o parte de la vejiga. Cuando se hace eso, los médicos tienen varias formas de crear una bolsa interna para contener la orina y permitir el drenaje, dice Pietzak. O los pacientes pueden obtener una bolsa de orina externa. Según Pietzak, es más probable que las opciones internas se ofrezcan en los grandes centros médicos.

Los medicamentos específicos más nuevos que funcionan de manera diferente a la quimioterapia tradicional también son muy prometedores para el cáncer de vejiga, dice Bochner.