Los afroamericanos mueren demasiado jóvenes

Lo que hicieron

Para el estudio, los investigadores revisaron los datos de certificados de defunción de los CDC en Estados Unidos, comparando las tasas de mortalidad ajustadas por edad entre la población negra y la población blanca entre 1999 y el 2020.

Calcularon el exceso de años de vida potencial perdida entre la población negra al comparar la edad de muerte prematura con la expectativa de vida típica. En el 2021, las personas blancas no hispanas tenían una expectativa de vida al nacer de 76.4 años; para las personas negras no hispanas, era de 70.8, según los CDC (en inglés).

¿Qué hay detrás de los números?

Durante el período de 22 años, las tasas de mortalidad desproporcionadamente más altas entre hombres y mujeres negros resultaron en un exceso de muertes de 997,623 y 628,464, respectivamente. El exceso de muertes y los años de vida potencial perdida fueron evidentes en la mayoría de las causas principales de muerte, aunque las enfermedades cardíacas fueron las más prominentes para los hombres y las mujeres negros, seguidas por el cáncer para los hombres negros.

Los investigadores sugieren que “las disparidades en las tasas de control de la hipertensión y otros factores asociados con las enfermedades cardíacas son en parte responsables de esta pérdida excesiva de vida”. Las investigaciones (en inglés) presentadas en una reunión virtual del 2020 de la Asociación Americana del Corazón (AHA) hallaron que los afroamericanos tienen menos probabilidades de sobrevivir a un bloqueo cardíaco agudo y a un paro cardíaco que los blancos.

Para ese estudio, los investigadores revisaron los registros médicos de 182,000 pacientes hospitalizados que ingresaron con complicaciones por un paro cardíaco en Estados Unidos entre el 2012 y el 2017, informó AARP.

El estudio de JAMA señaló que las diferencias en la pérdida de vida fueron más prominentes entre los bebés, “con índices de mortalidad y años de vida potencial perdida 2.3 veces más altos para los negros que para los blancos entre los menores de 1 año”.

“La disparidad aleccionadora que se observó en este estudio entre los bebés y durante la niñez representó un número marcadamente elevado de muertes en exceso y una disparidad aún más pronunciada en los años de vida potencial perdida. Este exceso de mortalidad ocurrió en un período de vida de mayor vulnerabilidad y justifica adoptar nuevas iniciativas dedicadas de salud pública dirigidas a la salud de la primera infancia”, escribieron los investigadores.

El efecto de la pandemia

Los investigadores descubrieron que la pandemia de COVID-19 exacerbó las disparidades destacadas en su estudio.

“A pesar del progreso inicial a principios de la década del 2000, encontramos tasas persistentes de mortalidad excesiva entre los adultos negros no hispanos”, dijo en un comunicado el autor principal del estudio, el Dr. César Caraballo, asistente posdoctoral de Yale. “El empeoramiento abrupto de estas disparidades en el primer año de la pandemia indica que los esfuerzos actuales para eliminar las disparidades de mortalidad han sido mínimamente eficaces y que el progreso ha sido frágil”.

Los investigadores dijeron que los factores que contribuyeron incluyeron una exposición desproporcionadamente más alta a la infección, inestabilidad financiera, inseguridad alimentaria y angustia psicológica, así como barreras persistentes más altas para la atención médica, mayor prevalencia de múltiples enfermedades y peor estado de salud promedio.

“Necesitamos estrategias dirigidas a la salud de la primera infancia y a la prevención de las enfermedades cardíacas y el cáncer, algunos de los principales factores que impulsan estas disparidades, para construir un futuro más equitativo”, dijo Caraballo.