Vida Sana
Los extensos jardines que rodean el Palacio Imperial en el distrito Chiyoda de Tokio constituyen un singular oasis de espacio abierto en una populosa ciudad de unos 14 millones de habitantes. Allí se reunieron corredores procedentes de todo el mundo dos días antes de la maratón de Tokio para correr una carrera de preparación, una actividad de baja intensidad que dura entre 10 y 15 minutos y que se realiza a primera hora de la mañana del mismo día de la carrera.
Después de cierta confusión sobre la puerta histórica en la que debían reunirse, el grupo partió detrás del hombre que los había invitado al evento en las redes sociales y que parecía estar en todo Tokio durante la semana de la maratón.
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No era un corredor veinteañero de élite ni un influente que trabajara para una empresa de indumentaria deportiva o una marca de zapatillas. Era Ron Romano, un hombre de 62 años con barba canosa de Nueva Jersey.
“Sin duda, todos los demás integrantes del grupo eran más jóvenes que yo. En realidad no había nadie de mi edad”, comenta el incansable Romano. “Pero creo que se decían: 'Vamos a la carrera de preparación de este tipo. Parece divertido'“.
Romano ejemplifica una tendencia de las personas mayores de 50 años que siguen compitiendo a altos niveles en maratones, triatlones y otros deportes de resistencia a una edad mucho mayor que anteriormente.
Muchos de los atletas que se encontraban en Tokio estaban alcanzando la meta de haber terminado las seis Grandes Maratones (Abbott World Marathon Majors), las maratones más importantes del mundo entre las que también se incluyen Berlín, Boston, Chicago, Londres y Nueva York. Romano lo hacía por segunda vez.
La edad promedio de los corredores en Tokio que habían participado en las seis maratones era de 50 años. El hombre de más edad que terminó las seis maratones tenía 80 años; la mujer de más edad, 77.
“¿Cómo definimos lo que es la vejez? Cada vez es más difícil saberlo”, señala Romano, un ejecutivo de atención médica que se entrena en un club de atletismo formado por corredores de 20 a 40 años que se preguntan lo mismo. “¿No podemos dejar atrás a este tipo en una carrera continua?”, dice que se preguntan entre ellos cuando creen que no los oye.
Aumenta la edad promedio de los corredores
La edad promedio de quienes participan en carreras está subiendo con rapidez, según un estudio que publicó el pasado diciembre la asociación del sector de carreras Running USA, con grandes repuntes de corredores mayores de 55 años en los últimos siete años.
El estudio también reveló solo un ligero aumento de corredores de 25 a 34 años, lo que preocupa a los organizadores de carreras que temen que no haya suficientes jóvenes que se dediquen a correr. Sin embargo, también se valora la creciente cantidad de corredores que continúan (y siguen pagando las cuotas de inscripción) hasta pasados los 60, 70 y 80 años.
“Están demostrando la longevidad de este deporte”, nos dice Jeff Matlow, director ejecutivo provisional de Running USA. “La gente se está dando cuenta del valor, la facilidad y los beneficios de correr con la edad. Y continúan corriendo”.