Vida Sana
Cuando Ron Wojcik descubrió que tenía prediabetes —el nivel elevado de azúcar en la sangre que casi llega a ser diabetes tipo 2—, supo que tenía que hacer algo al respecto.
Este hombre de 77 años, que vive en un suburbio de Chicago, caminaba cuatro millas por día y hacía ejercicios regularmente en un centro recreativo local. Pero había aumentado de peso vertiginosamente y le preocupaba que con el tiempo el sobrepeso iba a limitar sus actividades preferidas, como viajar con su esposa.
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“Quiero tener buena salud para el tiempo que me quede en este planeta”, dice Wojcik, quien ve a su médico de atención primaria cada seis meses y se hace análisis de sangre de rutina.
En septiembre del año pasado, le hicieron un análisis de A1C, que mide el promedio de azúcar en la sangre durante los últimos dos o tres meses. Ese análisis reveló que la glucosa en la sangre le había aumentado al intervalo de prediabetes: entre un 5.7 y un 6.4%. El umbral para el diagnóstico de la diabetes tipo 2, que se caracteriza por un nivel de azúcar en la sangre crónicamente alto, es del 6.5%.
En conjunto, más de un tercio de las personas del país tienen hiperglucemia (nivel alto de azúcar en la sangre): se calcula que 37 millones padecen diabetes y 96 millones tienen prediabetes (en inglés), según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Ello trae aparejada una cantidad perturbadora de problemas de salud más allá de la diabetes misma.
“El aumento del azúcar en la sangre afecta muchas áreas”, señala el Dr. Louis Philipson, profesor de Medicina y Pediatría de la Universidad de Chicago y director fundador del Centro de Diabetes Kovler de la universidad.
Análisis de sangre para detectar glucosa
Análisis A1C: Mide la cantidad de azúcar en la sangre durante los últimos dos o tres meses. Un resultado del 6.5% o más es el umbral del A1C para un diagnóstico de diabetes tipo 2. El análisis mide la cantidad de glóbulos rojos (hemoglobina) con glucosa, la cual permanece adherida a estos durante sus doce meses de vida.
Análisis de glucemia en ayunas: Mide la cantidad de azúcar en la sangre de una persona que no comió nada durante al menos ocho horas. Un nivel de azúcar en la sangre de 100 a 125 miligramos por decilitro se considera prediabetes y 126 mg/dL o más significa que la persona tiene diabetes.
Prueba de tolerancia a la glucosa: Un resultado de 140 a 199 mg/dL se considera prediabetes y 200 es el umbral de la diabetes.
Para averiguar más sobre estas pruebas, lee “Las respuestas a tus preguntas sobre la prediabetes”.
Síntomas de la hiperglucemia
Cuando se dispara, el azúcar en la sangre fuera de control puede causar síntomas como más sed o hambre, micción frecuente, visión borrosa y pérdida de peso no intencional. Sin embargo, la mayoría de las personas no tienen síntomas al principio. Por eso, es imprescindible vigilar la situación. Considera un análisis de glucemia si tu médico sospecha que hay un problema, tienes inquietudes, tienes antecedentes familiares de diabetes o eres mayor de 45.
Desde que se enteró de que tenía prediabetes, Wojcik dice empezó a comer menos bocadillos, redujo los carbohidratos y el tamaño de las porciones, continuó con sus largas caminatas además de hacer ejercicios de fortalecimiento de músculos, y adelgazó 12 libras en los dos últimos meses. Esos esfuerzos se vieron recompensados recientemente con un resultado bueno del análisis A1C, por debajo del umbral de la prediabetes. “Mejoré mi situación en menos de seis meses”, revela Wojcik, quien tiene intenciones de seguir haciéndolo.
¿Cuán bajo puedes ir?
Aunque no es tan común como la hiperglucemia, es posible que el nivel de azúcar en la sangre caiga por debajo de lo que se considera sano, es decir, menos de 70 mg/dL. Eso puede ocurrir por varios motivos, como que la persona use demasiada insulina para controlar el azúcar en la sangre o que no coma suficientes carbohidratos.