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¿Crudas o cocidas? Las mejores formas de consumir 9 verduras saludables

Además, las que debes consumir juntas para nutrirte mejor y las que no combinan bien.


spinner image Vista desde arriba de una mesa llena de vegetales variados
CARLOS GAWRONSKI / GETTY IMAGES

Muchas personas suponen que la verdura cruda siempre es más saludable, y que picarla, rebanarla, cortarla en dados o rallarla después de lavarla es suficiente para que produzca su magia nutritiva, pero no siempre es así. En algunos casos, la cocción permite que las verduras liberen nutrientes que no se obtienen si se consumen directamente del mercado de agricultores o del supermercado.

Desde la remolacha (cocida) hasta el tomate (crudo o cocido), descubre el modo de obtener la mayor cantidad de nutrientes de estas nueve verduras.

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1. Remolacha

¿Cruda o cocida? Cocida. La remolacha cocida tiene pocas calorías y muchos nutrientes, y también reduce el riesgo de padecer cardiopatías y derrames cerebrales.

Beneficios: los compuestos naturales de la remolacha mejoran la circulación, ayudan a mantener la salud de las arterias y reducen el nivel de colesterol LDL (el ‘malo’). La remolacha también aporta una gran cantidad de fibra, que ayuda a bajar la presión arterial y mantiene la sensación de saciedad durante más tiempo. Una ventaja: algunas investigaciones revelaron que beber jugo de remolacha antes de hacer ejercicio aumenta la resistencia.

Sugerencia: para evitar salpicar jugo rojo por todos lados al cocinar remolachas, usa guantes descartables y un delantal antes de comenzar a prepararlas, y cubre la tabla con papel pergamino antes de empezar a cortarlas.

2. Zanahoria

¿Cruda o cocida? De las dos formas. Las zanahorias crudas pueden ayudar a bajar la presión arterial, y las cocidas refuerzan la salud del sistema inmunitario.

Beneficios: tanto crudas como cocidas, las zanahorias nos ayudan a conservar la salud. Las zanahorias crudas contienen mucha fibra, que ayuda a bajar la presión arterial y el nivel de colesterol, y las zanahorias cocidas liberan carotenoides, unos compuestos que el cuerpo convierte en vitamina A para ayudar a prevenir infecciones y mantener la salud del sistema inmunitario, explica Andrés Ardisson Korat, científico del Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center de la Universidad de Tufts.

Sugerencia: si planeas servir zanahorias cocidas, la mejor forma de conservar sus nutrientes es cocinarlas al vapor, lo que reduce al mínimo el tiempo de cocción y aumenta al máximo el contenido de nutrientes.

3. Coliflor

¿Cruda o cocida? De ambas formas. Cuando se pica la coliflor, libera varios compuestos que combaten el cáncer, pero en algunos casos la coliflor cruda provoca indigestión. Este problema se resuelve al cocinarla al vapor.

Beneficios: esta verdura de color blanco cremoso tiene un alto contenido de vitaminas C y K y aporta una buena cantidad de folato (vitamina B-9), que es importante para la producción de glóbulos rojos. El folato también ayuda a bajar la presión arterial y a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Además, ayuda a prevenir la degeneración macular, un trastorno ocular que afecta la vista.

Sugerencia: los nutrientes que contiene la coliflor no se destruyen fácilmente con el calor ni tienden a filtrarse en el agua de cocción, pero de todos modos es mejor cocinarla al vapor para que conserve los nutrientes y el sabor.

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4. Verduras verdes para ensalada

¿Crudas o cocidas? Crudas. Las verduras de hojas verdes para ensalada son una gran fuente de vitaminas y otros nutrientes. Cuando agregas aderezo a la ensalada, suceden cosas maravillosas.

Beneficios: agregar una o dos cucharadas de aderezo elaborado con aceite no solo realza el sabor, sino que aumenta el poder nutritivo de la ensalada al favorecer la absorción de las vitaminas y minerales que el organismo necesita.

“La mejor forma de explicarlo es señalar que si se añade el doble de aderezo a la ensalada, se absorben el doble de nutrientes”, afirma Wendy White, profesora adjunta de Ciencias de la Alimentación y Nutrición Humana de la Universidad Estatal de Iowa y autora principal de un estudio sobre el tema que se publicó en la revista American Journal of Clinical Nutrition (en inglés).

Sugerencia: “Eso no significa que debamos empapar las verduras con aderezo”, advierte White, pero podemos confiar en las pautas alimentarias de EE.UU. y consumir unas dos cucharadas de aceite para ensalada por día.

Estas verduras no combinan bien

A veces, las combinaciones de alimentos pueden ocasionar problemas. Estas son algunas combinaciones que debes evitar.

  • Las sustancias que contienen las verduras crucíferas, como el brócoli, la col rizada y el repollo, pueden impedir que el organismo absorba el yodo, por lo que no debes consumir demasiadas verduras de este tipo en una misma comida.
  • El ruibarbo y las batatas, ambos ricos en ácido oxálico, interfieren en la absorción del calcio. Por lo tanto, debes consumirlos un par de horas antes o después de ingerir alimentos ricos en calcio, como leche, yogur, queso o jugo de naranja enriquecido con calcio.
  • Y por último, el té inhibe la absorción del hierro de los vegetales, así que evita beber esa preciada taza una o dos horas antes o después de una comida.

5. Col rizada

¿Cruda o cocida? De ambas formas. La col rizada cruda aporta vitamina C para mantener fuerte el sistema inmunitario, y cocida al vapor puede ayudar a reducir el nivel de colesterol.

Beneficios: la col rizada, que pertenece a la misma familia de las coles de Bruselas y el repollo, tiene pocas calorías y muchas vitaminas y minerales, por lo que se la conoce como la superestrella de las verduras. La col rizada es una buena fuente de calcio para fortalecer los huesos y de potasio para mantener la presión arterial a un nivel adecuado. También aporta vitamina K para ayudar al organismo a cicatrizar las heridas. Un bocadillo de los populares chips de col rizada asada (en inglés) rociados con aceite de oliva y sal marina conserva su valor nutritivo.

Sugerencia: para cocinar col rizada al vapor, corta el tallo duro, luego corta las hojas en trozos del tamaño de un bocado, pásalos por agua fría y cocínalos al vapor durante 5-10 minutos. Cuando estén bastante fríos como para tocarlos, escurre el exceso de agua y sírvelos con un chorrito de jugo de limón y una pizca de sal en el almuerzo o la cena.

6. Hongos

¿Crudos o cocidos? Cocidos. Los hongos cocidos son los que ofrecen más beneficios para la salud.

Beneficios: los hongos tienen un alto contenido de vitaminas del grupo B, que ayudan a convertir los alimentos que consumes en energía que el organismo necesita, y al cocinarlos se obtienen más fácilmente, señala Andrea Glenn, becaria de investigación postdoctoral en Nutrición de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Los hongos también aportan un sabor salado llamado “umami” a la comida.

Sugerencia: ten cuidado al cocinar los hongos, aconseja Glenn. “Si se hierven o se cocinan en el microondas, pierden vitaminas del grupo B”, explica, “y con ello parte de su valor nutritivo”. Por lo tanto, mantén el fuego bajo o saltéalos y deja que se cocinen a fuego muy bajo. 

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7. Espinaca

¿Cruda o cocida? Cocida. La cocción permite obtener el abundante aporte de calcio y hierro de la espinaca.

Beneficios: la espinaca es una fuente de nutrientes que el organismo necesita. Las vibrantes hojas verdes de este alimento bajo en calorías refuerzan el sistema inmunitario, que defiende al organismo contra los gérmenes. Además, el calcio, el manganeso y la vitamina K que contiene son importantes para la salud de los huesos.

Sugerencia: para aprovechar al máximo esta abundancia de vitaminas y minerales, escalda un puñado de hojas de espinaca en agua hirviendo durante alrededor de un minuto y luego sumérgelas en agua helada durante unos minutos más. Escúrrelas bien, envuélvelas en papel encerado y guárdalas en el refrigerador durante varios días para tenerlas listas para combinar en ensaladas, batidos o sopas.

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8. Batata

¿Cruda o cocida? Cocida. Los nutrientes se absorben más fácilmente de las batatas hervidas que con cualquier otro método de cocción, pero también se pueden cocinar al vapor, al horno o a la parrilla.

Beneficios: las batatas contienen una increíble cantidad de betacaroteno, un compuesto de origen vegetal que el organismo convierte en vitamina A. Esta vitamina liposoluble es importante para la visión normal. La reserva de vitaminas de la batata interviene en el control de la presión arterial. Además, el contenido de fibra de la cáscara ayuda a mantener la salud del aparato digestivo.

Sugerencia: se puede consumir la cáscara siempre que esté bien limpia. La cáscara acumula microbios de la tierra en la que crece, por lo que hay que lavarla bien antes de cocinarla.

9. Tomate

¿Crudo o cocido? De las dos formas. Los tomates cocidos ayudan a proteger contra las cardiopatías, pero al calentarlos se destruye la vitamina C. Si se mantienen crudos, favorecen la actividad del sistema inmunitario.

Beneficios: tanto los tomates crudos como los cocidos contienen pocas calorías y grasas, y abundantes vitaminas y minerales que favorecen la salud. Los tomates crudos aportan vitamina C para mantener la salud del sistema inmunitario, pero el contenido vitamínico se destruye con el calor. Los tomates cocidos ayudan a proteger contra las enfermedades cardíacas. Consumir una combinación de tomates crudos (en rodajas) y cocidos (asados) en la misma comida te aporta lo mejor de ambos mundos. Además, los tomates contienen licopeno, un nutriente que les da su color. El licopeno reduce la presión arterial y ayuda a proteger contra el cáncer de próstata.

Sugerencia: los productos de tomate procesado tienen más licopeno que los frescos, así que puedes tomarte un vaso de jugo de tomate con el desayuno, usar tomates enlatados para hacer una salsa para la cena o untar un poco de salsa envasada en una galleta salada como bocadillo a media tarde.

Reserva lo mejor para el final

“Cuando preparo la cena, dejo las verduras para el final”, señala Ardisson Korat. “Empiezo con los granos, que tardan 30 minutos o más en cocinarse, sobre todo si son integrales. Luego preparo la parte proteínica de la comida, y por último preparo las verduras lo más cerca posible del momento de servir. De este modo conservan su sabor, su textura y sus nutrientes”.

Combinaciones saludables de verduras

Estas son algunas combinaciones de alimentos que ofrecen un mayor aporte nutricional.

Combinar ciertos alimentos al comer puede influir en la forma en que el organismo absorbe los nutrientes, señala Penny Kris-Etherton, profesora titular de la cátedra Evan Pugh de Ciencias Nutricionales en la Universidad Estatal de Pensilvania. Si bien todos estos alimentos son buenos por sí solos, cuando se combinan son aún mejores.

1. Ensaladas con aderezo: cuando prepares ensaladas y verduras como espinacas, brócoli y zanahorias, que tienen un alto contenido de vitaminas liposolubles, añade un aderezo elaborado con aceite. Una vinagreta básica con aceite para ensalada, jugo de limón, mostaza y pimienta es suficiente.

2.   Refuerzo de vitamina C: el hierro no hemo, un mineral que se encuentra en verduras como espinacas, brócoli, coles de Bruselas y judías verdes, transporta oxígeno por todo el organismo para que las células puedan producir energía. Esta función se desempeña mejor al acompañar estas verduras con alimentos que tienen alto contenido de vitamina C, como naranjas, pomelos y, sorprendentemente, papas Russet asadas.

3.  Verduras de hoja verde y aguacate: esta combinación puede aumentar la absorción de nutrientes esenciales para mantener la salud de los ojos, la piel y el sistema inmunitario.

4.  Té con limón: el té y el limón forman una combinación estupenda. Tanto el té verde como el té negro contienen una sustancia con el nombre difícil de pronunciar de galato de epigalocatequina (EGCG), que se vincula a la disminución de la inflamación. El organismo puede absorber mejor el EGCG cuando el té se aromatiza con cítricos.

5.  Tomates y aceite: los tomates asados con aceite, la salsa de tomate y las ensaladas con aderezos elaborados con aceite favorecen la absorción de licopeno, un pigmento vegetal que confiere a los tomates su color intenso. El licopeno ayuda a proteger las células del organismo contra los daños y se ha vinculado a una buena salud bucal y ósea, así como a un menor riesgo de padecer cardiopatías y algunos tipos de cáncer.

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