4. Intervalos
Todo el ejercicio cardiovascular —incluso caminar, montar en bicicleta, trotar— cuenta, pero alternar períodos cortos de actividad intensa con movimientos de menor intensidad ha demostrado proporcionar un mayor impulso a tu metabolismo que el ejercicio de intensidad moderada solo. Un estudio de mujeres sedentarias comparó 20 minutos de entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) con 40 minutos de ejercicio de intensidad baja a moderada. Las mujeres que se entrenaron con el HIIT fueron las únicas que perdieron grasa: principalmente, la grasa abdominal.
“El entrenamiento por intervalos es una manera muy eficaz de mejorar la condición cardiorrespiratoria y quemar calorías”, dice Jo. “Para incorporar el entrenamiento a intervalos, comienza con intervalos simples, como caminar rápido y caminar más despacio. Aumenta gradualmente la intensidad y la duración de las fases de alta intensidad a medida que mejora tu estado físico. Es esencial escuchar a tu cuerpo y evitar esforzarte demasiado, especialmente si eres nuevo en el entrenamiento a intervalos”.
5. Andar en bicicleta
Ya sea sobre tu propia bicicleta, una alquilada o una bicicleta fija en el gimnasio o en casa, andar en bicicleta puede ser bueno para perder peso. Al igual que cualquier actividad aeróbica, depende de la frecuencia y la intensidad del ejercicio. Según los CDC, andar en bicicleta 10 millas o menos por hora en terreno plano se considera de intensidad moderada; más rápido que eso cuenta como un ejercicio cardiovascular vigoroso. Para una persona de 154 libras, un viaje de 30 minutos quema alrededor de 145 calorías. Prueba una aplicación de ciclismo para hacer un seguimiento de esos datos en paseos al aire libre; una bicicleta fija lo hará por ti.
Otro beneficio del ciclismo en interiores: “Es de bajo impacto”, dice Wall. “Es fácil subir y bajarse de las bicicletas reclinables. Para alguien que tiene sobrepeso o tiene movilidad reducida —y puede sentirse incómodo con el ejercicio— eso es muy importante”.
6. Taichí
Este antiguo ejercicio chino —compuesto por una serie de movimientos que se deben realizar lentamente y con propósito— es conocido por mejorar el equilibrio y prevenir caídas. Pero, ¿pérdida de peso? Sorprendentemente, sí.
“Los ejercicios como el taichí mejoran la coordinación y el equilibrio y pueden incorporarse a un plan de pérdida de peso”, dice Makeba Edwards, entrenadora personal certificada por ACE. También puede “estimular la sobrecarga muscular, que desarrolla y fortalece los músculos”. Como cualquier ejercicio de entrenamiento de resistencia, eso estimula el metabolismo.
Y puede ayudar a reducir la grasa abdominal en la mediana edad, sugiere un estudio publicado en Annals of Internal Medicine. Los investigadores asignaron al azar a más de 500 adultos mayores de 50 años con obesidad central en uno de tres regímenes: una hora de taichí tres veces a la semana; un régimen convencional de caminata rápida y entrenamiento de resistencia ligero; o ningún ejercicio. Después de tres meses, los investigadores descubrieron que el grupo de taichí había perdido la misma cantidad de peso y pulgadas alrededor de la cintura como el grupo de caminata/entrenamiento de resistencia.
¿Te interesa probar el taichí? Tomar una clase es una buena manera de asegurarte de que estás haciendo los movimientos correctamente. Pregunta sobre las clases en una YMCA local, un centro comunitario para adultos, una universidad comunitaria u hospital.
7. Yoga
Si has estado practicando yoga como una manera de desestresarte y reservar el gimnasio para cumplir con tus metas de pérdida de peso, tal vez quieras reconsiderar tu estrategia. Resulta que el yoga ofrece su propia asistencia para bajar de peso. En un estudio publicado en el 2021 en la revista Obesity, se pidió a 50 adultos con sobrepeso u obesidad que practicaran yoga cinco veces por semana, mientras seguían una dieta reducida en calorías y asistían a sesiones grupales semanales sobre estrategias conductuales, todo en nombre de la pérdida de peso. Después de seis meses, todos los participantes no solo perdieron una cantidad significativa de peso, sino que también mejoraron su condición cardiorrespiratoria. Sorprendentemente, el estudio descubrió que los participantes no necesitaban practicar yoga dinámico (power yoga) para obtener resultados. Incluso aquellos que siguieron una forma restauradora (llamada hatha yoga) experimentaron pérdida de peso; lo mismo, de hecho, que el grupo que practicaba el yoga vinyasa más vigoroso.
8. Pilates
Durante mucho tiempo, este ejercicio de bajo impacto ha tenido una reputación de fortalecimiento central. Pero, ¿qué papel, si corresponde, desempeña en la pérdida de peso? En un análisis de 11 estudios publicado en el 2021 en Frontiers in Physiology, los investigadores que analizaron los efectos de Pilates sobre el peso corporal en adultos con sobrepeso y obesidad descubrieron que practicar movimientos de Pilates con regularidad llevó a una disminución significativa del peso corporal, el índice de masa corporal y la grasa corporal en general. Curioso, pero ¿no estás seguro de por dónde empezar? Pilates a menudo se lleva a cabo en una colchoneta o en una silla e incluye una serie de movimientos que se encuentran en otros tipos de entrenamiento de resistencia. Se puede hacer en casa con una colchoneta de ejercicios o reformador, pero antes de invertir en equipo, prueba algunas clases en un estudio de Pilates con un instructor certificado o en tu gimnasio local.
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