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9 enfermedades que imitan la depresión, pero son diferentes

Los síntomas comunes como la fatiga, la irritabilidad o los problemas para dormir pueden hacer que las personas parezcan deprimidas.


spinner image Ilustración de un hombre que camina por el agua y con una nube en la cabeza
Getty Images

Si tú o un ser querido se sienten tristes o excesivamente cansados, o tienen problemas para dormir, puedes suponer que la depresión es la enfermedad responsable. Pero los expertos dicen que muchas enfermedades imitan la depresión, y los médicos pueden equivocarse.

De hecho, entre el 26 y el 45% de los pacientes enviados a un especialista por “depresión” no cumplen con los criterios de diagnóstico de la enfermedad, según un artículo en la revista Current Psychiatry (en inglés). Un análisis de 118 estudios encontró que los médicos generales identificaron correctamente la depresión en solo el 47% de los casos, y que a menudo la diagnostican en personas que no la padecen.

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El desafío para los médicos es que no hay una sola prueba definitiva para la depresión, dice el psiquiatra Jonathan E. Alpert, presidente del Council on Research de la Asociación Americana de Psiquiatría.

“No podemos enviar a alguien a hacerse un análisis de sangre o una resonancia magnética para llegar al diagnóstico de depresión”, dice Alpert, quien también es presidente de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en el Centro Médico Montefiore y en la Facultad de Medicina Albert Einstein.

En cambio, para obtener un diagnóstico de depresión, las pautas exigen que los pacientes tengan al menos cinco de nueve síntomas específicos (ver recuadro) durante más de dos semanas. Los proveedores de atención médica también deben descartar otras enfermedades, explica Alpert.

Los expertos dicen que es especialmente importante considerar otros posibles diagnósticos en los adultos mayores. Si bien es cierto que las personas mayores de 50 años pueden experimentar depresión, la mayoría de las personas experimentan la enfermedad por primera vez temprano en la vida. Además, los adultos mayores son más propensos a tener síntomas atípicos u otras enfermedades que pueden causar depresión o imitarla.

“A menudo es difícil diagnosticar la depresión porque los síntomas pueden coincidir con enfermedades crónicas, demencia temprana, pérdida de la audición y la visión, y efectos secundarios de los medicamentos”, dice la Dra. Meredith Gillam, geriatra y directora médica de la Clínica de Geriatría de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. “Toma tiempo y paciencia para que la familia y los médicos descifren lo que realmente está sucediendo”.

El mayor peligro de un diagnóstico incorrecto es que podrías tener una enfermedad grave —cáncer o demencia, por ejemplo— que se beneficiaría de un tratamiento lo más pronto posible. 

Estas son algunas de las enfermedades más comunes que pueden imitar o causar la depresión:

1. Un trastorno de la tiroides

Los problemas de tiroides son un trastorno común que puede confundirse con la depresión, dice Joseph Lai, médico general de Novant Health en Charlotte, Carolina del Norte.

La tiroides es una glándula en forma de mariposa que regula las funciones importantes del cuerpo, como la frecuencia cardíaca y el nivel de energía. El riesgo de un problema de tiroides aumenta a medida que envejeces.

“La tiroides es uno de esos pequeños órganos que están involucrados en todo”, dice Lai. “Si no funciona adecuadamente, definitivamente puede imitar la depresión”.

Un problema de tiroides puede causar fatiga, sentimientos de tristeza e irritabilidad, los cuales también son síntomas de la depresión.

Sin embargo, el aumento de peso o la hinchazón, la intolerancia al frío y la fatiga extrema pueden indicar una tiroides poco activa en lugar de depresión, dice Alpert. Alguien que está deprimido puede sentirse sin motivación o desinteresado en hacer las cosas, mientras que alguien con una tiroides poco activa puede sentir que simplemente no tiene la energía, explica.

Las glándulas paratiroideas hiperactivas, un trastorno distinto de la tiroides que crea niveles altos de calcio en la sangre, también pueden causar síntomas similares a la depresión.

Aproximadamente 20 millones de personas en el país tienen algún tipo de enfermedad de la tiroides, y hasta el 60% no lo saben, según la Asociación Americana de la Tiroides. Si sospechas que tienes un problema de tiroides, considera pedirle a un profesional de la salud que te haga una prueba.

2. Diabetes

Aproximadamente 38 millones de personas en Estados Unidos tienen diabetes. Se calcula que un 25% de ellas tienen más de 65 años. Cabe destacar que 1 de cada 5 personas con diabetes no sabe que la tiene, dicen los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

La diabetes puede hacer que te sientas cansado e irritable y puede contribuir a la pérdida de peso inexplicable, los cuales son posibles síntomas de la depresión.

Una pista de que la diabetes puede estar causando tus síntomas es si también tienes sed excesiva o hambre, dice Alpert. La micción frecuente es otro síntoma clásico de la diabetes. Una simple prueba de glucosa en la sangre puede determinar si tienes la enfermedad.

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3. Deficiencia de vitaminas

A veces, una deficiencia de nutrientes puede causar síntomas similares a la depresión. La vitamina D y la vitamina B12 son dos nutrientes comunes que muchos adultos mayores carecen.

Alrededor del 35% de los adultos en Estados Unidos no obtienen suficiente vitamina D, según la Cleveland Clinic (en inglés). Los síntomas de una deficiencia de vitaminas incluyen una falta de energía, dolor y debilidad que pueden parecerse a la depresión, dice Lai. La manera más fácil de obtener más vitamina D es pasar tiempo al aire libre, porque el cuerpo convierte la luz del sol en vitamina D.

La vitamina B12 desempeña un papel importante en la función nerviosa, y una deficiencia de esta vitamina se asocia con la depresión, la demencia y la disminución de la función cognitiva.

Los adultos mayores corren un mayor riesgo de deficiencias vitamínicas, dice Lai, por lo que siempre verifica los niveles de nutrientes antes de hacer un diagnóstico de depresión. Si tienes un déficit, tu proveedor de atención médica puede recomendarte un suplemento.

4. Cáncer

Muchos síntomas atribuidos a la depresión —pérdida de apetito, pérdida de peso y fatiga, por ejemplo— también pueden ser señales iniciales de cáncer, dice Alpert.

Además, las investigaciones más recientes muestran que muchos pacientes con cáncer experimentan depresión incluso antes de recibir un diagnóstico de cáncer, lo que lleva a los investigadores a considerar la depresión como una posible señal temprana de que se está desarrollando una enfermedad en el cuerpo. 

Por ejemplo, en un estudio sueco (en inglés) del 2016 que incluyó a 300,000 pacientes con cáncer y a más de 3 millones de pacientes sin cáncer, los investigadores descubrieron que los pacientes con cáncer tenían más probabilidades de ser diagnosticados con trastornos psiquiátricos en los 10 meses anteriores al diagnóstico de cáncer en comparación con las personas sin cáncer.

El vínculo entre la depresión y el cáncer es particularmente fuerte con el cáncer de páncreas, dice Alpert. Dos análisis de estudios han descubierto que entre el 33 y el 45% de los pacientes con cáncer de páncreas informaron síntomas psiquiátricos antes de sus síntomas médicos.

Síntomas de la depresión

Habla con tu médico si tienes algunos de los siguientes síntomas de depresión:

  1. Sentirse triste o tener un estado de ánimo decaído
  2. Pérdida de interés o placer en las actividades que una vez disfrutabas
  3. Cambios en el apetito/pérdida o aumento de peso no relacionados con la dieta
  4. Problemas para dormir o dormir demasiado
  5. Pérdida de energía o mayor fatiga
  6. Aumento de la actividad física sin propósito (incapacidad para permanecer quieto, caminar de un lado a otro, mover las manos excesivamente) o habla y movimientos lentos (estos comportamientos deben ser lo suficientemente severos para que los demás los noten)
  7. Sentirse inútil o culpable
  8. Dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones
  9. Pensamientos de muerte o suicidio

5. Demencia

Las primeras señales de demencia incluyen el desprendimiento social y la pérdida de interés en las actividades, los cuales son síntomas que pueden parecerse mucho a la depresión.

“Puedo pensar en situaciones en las que se pensaba que una persona tenía depresión porque dejó de ir a actividades como las cenas con amigos, no hablaba mucho en conversaciones grupales o perdió interés en ver películas o realizar otras actividades que requieren concentración”, afirma Gilliam.

Con el tiempo, dice, se haría claro que la demencia era la causa a medida que los problemas de memoria y procesamiento de la persona se hacían más evidentes.

La manera más útil de distinguir entre las dos enfermedades es la pérdida de memoria que produce la demencia, dicen los expertos. Por lo general, las personas con depresión no se desorientarán ni se perderán en lugares familiares de la misma manera que las personas con demencia.

6. Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson causa cambios químicos en el cerebro, como la pérdida de neuronas de dopamina, lo que provoca una pérdida de motivación, participación e interés, dice Alpert. “Eso coincide mucho con lo que vemos en las personas con depresión”, afirma.

A veces, la depresión y la apatía aparecen en los pacientes de Parkinson incluso antes de que los síntomas motores, como la rigidez y los temblores, se vuelvan prominentes, dice.

La enfermedad de Parkinson generalmente se diagnostica a través de un examen neurológico. Los proveedores buscarán temblores, rigidez, lentitud de movimiento, problemas de equilibrio y pérdida de las expresiones faciales.

Las personas a las que se les diagnostica la enfermedad de Parkinson corren un alto riesgo de depresión. Los estudios demuestran que hasta la mitad de los pacientes de Parkinson experimentarán algún tipo de depresión.

7. Anemia

Si tienes anemia, no tienes suficientes glóbulos rojos saludables para suministrar oxígeno a tus tejidos corporales. Puedes sentirte cansado y débil, y tener problemas para concentrarte, los cuales también son síntomas de la depresión.

Según los CDC, tu riesgo de anemia aumenta con la edad, y es especialmente prevalente en las personas mayores de 65 años. La deficiencia de hierro es la causa más común de anemia, pero también puede ser causada por sangrado en el tracto intestinal, un tumor maligno o una deficiencia de ácido fólico o de vitamina B12. 

Además de debilidad y fatiga, la anemia puede causar manos y pies fríos, mareos y dificultad para respirar, los cuales son síntomas que no están asociados con la depresión. La anemia se puede detectar a través de un simple análisis de sangre. 

8. Efectos secundarios de los medicamentos

Más de 200 medicamentos se han vinculado con sentimientos de tristeza, depresión y pensamientos suicidas. En realidad, según un estudio publicado en la revista JAMA (en inglés), alrededor de un tercio de la población del país está tomando algún medicamento recetado que podría causar depresión o aumentar el riesgo de suicidio.

Los más comunes incluyen esteroides, medicamentos contra la ansiedad o para dormir, medicamentos anticonvulsivos y analgésicos opioides.

Cuando alguien tiene síntomas de depresión, “siempre nos preguntamos si esto coincide con el comienzo de un nuevo medicamento”, dice Alpert, y agrega que pueden pasar semanas o meses después de comenzar un nuevo medicamento para que surja un efecto secundario como la depresión.

Si sospechas que tu medicamento está causando tu estado de ánimo decaído, es importante no dejar de tomar el medicamento por tu cuenta. En cambio, habla con tu proveedor de atención médica sobre tus preocupaciones, explica Alpert. Si el medicamento es importante para tu enfermedad, tal vez tu médico quiera continuar con el medicamento y tratar tu depresión con un antidepresivo.

9. Duelo prolongado

Es normal estar en duelo después de perder a un ser querido. Sin embargo, si experimentas un duelo intenso que dificulta tu rutina normal durante más de un año después de la pérdida, lo que crees que es depresión puede ser un trastorno de duelo prolongado.

El trastorno de duelo prolongado es un diagnóstico psiquiátrico relativamente nuevo que se caracteriza por un anhelo constante de alguien que ha muerto y la dificultad por aceptar la realidad de la pérdida. 

Aunque el duelo prolongado puede parecer depresión, dice Alpert, hay psicoterapias específicas basadas en la evidencia que pueden abordarlo y ayudarte a sentirte mejor.

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