Vida Sana
¿Cómo mantienes una empresa que ofrece excursiones a pie, cuando ya los turistas no pueden viajar a tu ciudad? ¿Cómo preparas un hotel para una pandemia? ¿Cómo manejas una compañía, cuando todos tus empleados deben trabajar a distancia?
Ser dueño de una pequeña empresa significa encontrar soluciones a desafíos inesperados como estos. Y los empresarios de mayor edad saben hacerlo muy bien, pues tienen décadas de experiencia, destrezas profesionales y dedicación. De hecho, según un estudio realizado por Guidant Financial, el 78% de las empresas cuyos propietarios son empresarios de edad madura son rentables y sobrepasan las ganancias de pequeñas empresas y franquicias que pertenecen a los de la generación X, la generación del milenio o la generación Z.
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AARP conversó con tres empresarios para enterarse de cómo la pandemia de COVID-19 ha afectado sus negocios. Sus relatos demuestran que hasta en circunstancias difíciles, los propietarios de negocios pueden hacerlos crecer y tienen recursos útiles a su disposición.
Midgi Moore: al tener que suspender su empresa de excursiones, decidió llegar donde sus clientes
Midgi Moore, de 56 años, tenía planes grandes para el 2020. Su empresa, Juneau Food Tours (en inglés), que ofrece excursiones culinarias a pie por el centro de Juneau, Alaska, iba a empezar su sexta temporada y las reservaciones de pretemporada habían aumentado en un 200% en comparación con las del año pasado. Moore estaba a punto de contratar a uno de casi una docena de empleados estacionales, como gerente de operaciones a tiempo completo, para que la ayudara a expandir su empresa.
Luego, a fines de enero, empezó a escuchar informes preocupantes sobre un virus en el extranjero y posiblemente en Estados Unidos. Súbitamente, las líneas de crucero comenzaron a anunciar cancelaciones relacionadas con la COVID-19. Para mediados de marzo, se dio cuenta de que fracasaría la temporada de turismo que se aproximaba. El 27 de marzo, el gobernador Mike Dunleavy lo confirmó cuando impartió una orden de permanencia en los hogares para los empleados no esenciales y recomendó que se evitaran los viajes innecesarios.
“A decir verdad, quedé deshecha. Me desanimé por completo”, dice sobre su reacción. “Podía imaginarme la reacción en cadena que esto tendría sobre nuestra economía”.
Su instinto se basaba en su experiencia. Moore trabajó para la oficina de congresos y turismo de su ciudad, Travel Juneau, y también tenía un popular blog culinario además de su empresa de excursiones. Las cancelaciones de cruceros y las restricciones de viaje generalizadas serían devastadoras para una ciudad que depende tanto del turismo. La situación también impactaría a la empresa de botes fletados de su esposo. Después, empezaron a llegarle las solicitudes de reembolso. Tuvo que encontrar una forma de lograr que su negocio sobreviviera.
A pesar de sus preocupaciones, Moore cumplió con su compromiso de participar en una mesa redonda de operadores turísticos para hablar sobre el manejo de la crisis causada por la COVID-19. Durante la conversación, se acordó de una idea que había tenido dos años antes: crear una “excursión culinaria en una caja” como una manera divertida de regalar un viaje en crucero. En vez de simplemente contarle a la persona sobre ese regalo o entregarle los pasajes, quien regalaba el crucero podría anunciarlo con una caja llena de exquisiteces y objetos de Alaska —literalmente, una prueba del viaje venidero—. El mismo concepto podía adaptarse para ser una caja enviada por suscripción.
“A decir verdad, quedé deshecha. Me desanimé por completo. Podía imaginarme la reacción en cadena que esto tendría sobre nuestra economía”.
“A decir verdad, quedé deshecha. Me desanimé por completo. Podía imaginarme la reacción en cadena que esto tendría sobre nuestra economía”.
— Midgi Moore
Moore cambió rápido de estrategia y elaboró un plan para crear cuatro cajas de regalo estacionales. Las cajas incluirían artículos de comida, arte, historia y cultura de todas partes de Alaska, en vez de solo de los lugares en los que ella por lo general daba excursiones en Juneau. “Nuestro lema es: ‘Si no puedes visitarnos, te visitaremos’”, dice.
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