Vida Sana
Cascadas torrenciales. Montañas ondulantes. Picos de granito. Valles frondosos. Más de noventa arroyos. Océanos de niebla que se precipitan sobre las montañas Blue Ridge. Animales y flores silvestres por doquier. Con tanta belleza natural, el Parque Nacional Shenandoah es uno de los parques más silvestres y serenos de Virginia. El autor Bill Bryson lo describe como “posiblemente el parque nacional más asombroso que he visto en mi vida".
Los nativos americanos deambularon por esta zona durante milenios para cazar, recolectar alimentos y recoger materiales para fabricar herramientas de piedra (“Shenandoah” es una palabra indígena que, según algunos historiadores, significa “hija de las estrellas”). Los cazadores y tramperos europeos llegaron en el siglo XVIII, seguidos por colonos y emprendedores que comenzaron labores de agricultura, explotación forestal, molienda y minería. A comienzos del siglo XX e inspirados por la popularidad de los parques nacionales del oeste, los políticos y empresarios de Virginia ejercieron presión para crear un parque en el este y el presidente Calvin Coolidge aprobó una ley que autorizó el Parque Nacional Shenandoah en 1926. Alrededor de 465 familias tuvieron que abandonar su hogar luego de que el estado de Virginia adquiriera la tierra; sin embargo, algunos obstinados montañeros se negaron a dejarla y habitaron los frondosos bosques durante el resto de su vida.
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En 1931, el Departamento Federal de Carreteras comenzó a construir Skyline Drive, la atracción principal del Parque Nacional Shenandoah. La ruta tiene 105 millas de longitud y atraviesa el parque de norte a sur. Dos años más tarde, Civilian Conservation Corps, uno de los programas favoritos del plan New Deal del presidente Franklin D. Roosevelt, comenzó a construir su infraestructura, desde miradores hasta zonas de picnic, y el presidente Roosevelt inauguró el parque de 197,438 acres en 1936. Ahora, en el 2020, esta belleza de Virginia atrae a 1.4 millones de visitantes al año.
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Ubicación: Virginia, a unas 75 millas al suroeste de Washington, D.C.
Superficie: 197,438 acres
Pico más alto: Hawksbill, a 4,051 pies
Millas y cantidad de senderos: 518 millas a lo largo de 335 senderos
Atracción principal: Skyline Drive
Costo de la entrada: $30 por vehículo (pase anual para adultos mayores $20)
Mejor forma de verlo: en automóvil y a pie
Cuándo ir para evitar multitudes: de diciembre a marzo
Desde Washington, D.C., el Parque Nacional Shenandoah se encuentra a 71 millas en automóvil hacia el suroeste. También se puede llegar en automóvil desde Filadelfia (210 millas al noroeste del parque) y Raleigh, Carolina del Norte (218 millas al sur). ¿Prefieres ir en avión? En Virginia hay dos aeropuertos importantes cerca de D.C.: Dulles International (56 millas al noreste) y Reagan National (70 millas al noreste), en Arlington. Un automóvil compacto de alquiler resultará adecuado para las carreteras bien pavimentadas de Shenandoah.
Los señalamientos a lo largo de Skyline Drive te ayudarán a encontrar los sitios más importantes del parque, desde los alojamientos hasta las entradas de los senderos. Por ejemplo, el centro de visitantes Dickey Ridge se encuentra en la milla 4.6 y el centro de visitantes Harry F. Byrd Sr. se encuentra en la milla 51. El sistema de numeración comienza en el norte en la entrada Front Royal (milla 0) y termina en la entrada sur Rockfish Gap (milla 105). Hay dos entradas centrales: Thornton Gap (milla 31.5) y Swift Run Gap (milla 65.7). La tarifa de entrada es de $30 por vehículo y el pase anual para los adultos mayores tiene un costo de $20.
En octubre, el mes más visitado, llegan multitudes de fanáticos en busca del follaje otoñal, pero los rojos y los dorados del otoño compensan el aumento de tráfico y el desborde de los estacionamientos en Skyline Drive. Si quieres evitar las multitudes, visita el parque en un día de semana. Si vas a fines de octubre, explora primero los puntos más bajos del parque entre las entradas Front Royal y Thornton Gap, ya que las hojas cambian de color antes en los puntos más altos. El sitio web del parque contiene un informe que se actualiza con frecuencia y que indica cuando las hojas alcanzan su color más intenso. No cuentes con publicar fotos de follajes en las redes sociales mientras estés en el parque. El servicio de telefonía celular es inestable en el mejor de los casos, aunque los dos alojamientos y centros de visitantes ofrecen wifi.
Podrás disfrutar de increíbles paisajes en cualquier temporada en la que visites el parque. En mayo aparecen las flores en los bosques, como el trillium, que crece en las riberas de los arroyos y otras zonas húmedas. Las aquilegias, los algodoncillos y otras flores silvestres son las protagonistas en junio; las rudbeckias y las varas de oro a menudo florecen en otoño. Otros encantos de temporada: las cascadas suelen estar más rebosantes en primavera y otoño, aunque algunos visitantes prefieren la tranquilidad del invierno. Claro, hace frío —las temperaturas altas promedio oscilan entre 35 y 39 grados— pero disfrutarás del parque de una manera completamente diferente.
“Verás más profundidad en el bosque en invierno porque no habrá nada que te obstruya la vista”, indica Sally Hurlbert, una especialista en administración que fue guardaparques del Parque Nacional Shenandoah durante 20 años. “Verás más afloramientos rocosos y tal vez veas más ciervos porque no estarán tapados por la vegetación. Además, la luz natural en invierno es hermosa”.
Trae comida y mucha agua si visitas el parque en los meses menos concurridos de diciembre a marzo, ya que los establecimientos están cerrados. Mayo y septiembre también tienden a ser más tranquilos. El verano puede ser caluroso y húmedo (así es Virginia), pero la temperatura alta promedio de julio es agradable —de unos 75 grados— y Shenandoah suele ser hasta 10 grados más fría que la húmeda D.C.
Hay baños disponibles en las zonas de picnic del parque (algunos son letrinas) y en los centros de visitantes, los alojamientos, el costado de los caminos y las tiendas de campamentos. Encontrarás baños portátiles en Panorama Comfort Station (milla 31.6) y en la zona de estacionamiento Beagle Gap (milla 99.5).
Dónde alojarse y comer
Algunos parques nacionales tienen hoteles inigualables que vale la pena visitar incluso si no te alojas en ellos. Aunque los dos alojamientos del Parque Nacional Shenandoah son sitios placenteros para hospedarse, no son lugares imperdibles, pero cada uno ofrece una variedad de habitaciones, cabañas, pabellones de varias unidades y suites. La ventaja que tiene con respecto a los hoteles ubicados en las ciudades colindantes es que los alojamientos, las cabañas y los campamentos del parque se encuentran a poca distancia a pie de los senderos y puedes disfrutar de un sitio apartado tranquilo y boscoso en Shenandoah. (Sitios en inglés).
Big Meadows Lodge (milla 51), cerca del centro de visitantes Byrd, fue construido en 1939 con castaños locales y piedras de la vecina montaña Massanutten. Disfruta de la vista panorámica de 30 millas de ancho de Page Valley desde el vestíbulo del hotel, decorado con paneles de madera. Si caminas solo una milla al atardecer hasta Big Meadows, la pradera más grande del parque, verás pastar ciervos de cola blanca, y en agosto es posible que divises osos alimentándose de arándanos. El alojamiento está abierto desde principios de mayo hasta principios de noviembre.