Vida Sana
Cada vez que los hombres se ponen a pensar en cómo encender la pasión en cama, su imaginación quizá los lleve a ver a su pareja en ropa íntima nueva y sexy. Pero cuidado, caballeros, un movimiento en falso al escoger esas prendas, podría hacerlos caer en desgracia, y no en la cama.
“No me puede pasar a mí”, dirás tú. No te sientas tan seguro.
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La mayoría de los hombres no tienen ni la menor idea de cómo escoger lencería. Si quieres pruebas, busca en internet, donde los catálogos de ropa interior parecen especializarse en lo lascivo y lo ridículo, como los calzones sin entrepierna y los sostenes transparentes que lo usarían pocas mujeres de 25 años, menos aún las mayores de 50.
Si escuchas mis consejos en cuanto a comprar lencería, los cuales han pasado la prueba en la cama, es posible que te saques la lotería cuando ella abra su regalo esta noche.
1. Olvídate de lo pequeño, transparente o ajustado
La mayoría de las mujeres tiene complejo con su cuerpo, con la excepción de las modelos de lencería profesionales (que acostumbran a ser veteranas de la cirugía plástica). Con la edad, la incomodidad de mostrar el cuerpo puede aumentar. Así que saca de tu pensamiento la idea de comprar esos modelitos que ves en los catálogos de lencería. Es rara la mujer que se siente sexy vistiendo casi nada. Y eso es doblemente —no, mejor dicho, triplemente— cierto en las mujeres de cierta edad.
2. Ni se te ocurra comprar sostenes, calzones o tangas
Estas prendas tienen que quedar perfectas, lo que significa saber la talla exacta. ¿La sabes? Me imaginé que no. Echa una ojeada en el cajón donde ella guarda la ropa interior y descubrirás un campo minado de etiquetas misteriosas: misses, petites, juniors y women's (conocidas anteriormente conocidos como plus-size), con una variedad de tallas en cada categoría.
Y ni hablemos de los sostenes. Las profesionales que se dedican a ajustar corsés acostumbran a reprender a las mujeres por ponerse sostenes que no les quedan bien. ¿Cómo puedes esperar escoger mejor que tu pareja? Otro problema: si compras un sostén demasiado grande, pensará que tú la ves del tamaño de una ballena; si lo compras demasiado pequeño, pensará que la ves plana de pecho. Mi consejo es que dejes la compra de esas prendas íntimas a las que se las ponen.
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